El fin del mundo... pero capitalista

Se Pueden asociar correctamente los conceptos que encuentro hoy 22-04-08, Día de la Tierra, sobre el sistema capitalista como depredador del universo.
 
Mauricio Rivadeneira, un físico-economista debate hace años con la academia colombiana sobre la equivocada teoría monetaria que nos tiene impuesta el capitalismo. Ya son muy pocos los espacios que tiene Mauricio para exponer sus puntos de vista, pues, la ortodoxia académica le ha venido cerrando las puertas a su muy bien bautizada lucha “Herejía económica”.
 
A su vez, en este mismo día, el presidente Boliviano, Evo Morales, en su encendido discurso ante la ONU con ocasión del Foro Permanente de Pueblos Indígenas, que veo en el despacho de Aporrea.org, dice que (…) "No es posible que el capitalismo convierta a la madre tierra en una mercancía. Si no acabamos con el sistema capitalista será imposible salvar la tierra".
 
¿Por qué creo firmemente que el presidente Evo tiene toda la razón y que su sentencia va más allá de ser un apocalíptico anatema contra el capitalismo? Porque coincide con lo que en este mismo día nos recuerda Rivadeneira sobre las predicciones de Nostradamus cuando dice:
 
(…) “La gran carestía que siento aproximarse se repetirá a menudo para luego hacerse universal: tan grande será y de tan larga duración que ellos comerán raíces y arrancarán a los recién nacidos del pecho de sus madres… La inflación afectará a los simulacros del oro y de la plata, que tras el robo serán arrojados al lago, al descubrirse que todo ha sido destruido por la deuda. Todos los títulos y valores serán cancelados.”
 
Pues, vean las coincidencias de dos personas tan distantes y disímiles como Rivadeneira en Colombia y Evo en Bolivia. Mientras el presidente sostiene que “los países del norte paguen la deuda ambiental, en vez de los países pobres pagar la deuda externa”, lo que propone Rivadeneira es que se eliminen las tasas de interés del sistema financiero que es lo que nos ha llevado a endeudarnos una y otra vez en una cadena sin fin que terminará por ahogarnos.
 
Me resulta interesante la tesis de Rivadeneira y a título de información, y también de discusión, me parece que debiera concedérsele una oportunidad al menos en este mundo virtual de los medios alternativos que parecen escapar, de momento, del dominio capitalista.
 
Según nos recuerda, la deuda pública estatal comienza con la tasa de interés que maneja la banca central sobre el dinero que emite con destino a los banqueros particulares que luego prestan a los gobiernos, claro con una tasa de interés superior a la que recibieron del Emisor.
 
Ahí nada más tenemos un primer giro del dinero bien curioso: el Estado que supuestamente tiene soberanía monetaria, emite a favor de unos particulares para que esos particulares se dignen posteriormente prestarle plata a una tasa de interés que finalmente pagaremos todos los contribuyentes por la vía de los impuestos.
 
Tanto Rivadeneira como el presidente Evo afirman cada uno a su manera que ese es un robo que el capitalismo le hace a la sociedad, robo que ya siglos atrás había previsto que ocurriría Nostradamus y que, lo más preocupante es que el legendario monje predice que llevará el mundo a una hambruna tal que la gente comerá raíces y arrancará a los recién nacidos del pecho de sus madres.
 
La crisis ya la palpamos en la quiebra del sistema financiero estadounidense que va llevando a la quiebra a todo el sistema financiero internacional;  y sobre la hambruna, la FAO nos previene cuando avisa que en 37 países ya hay problemas, en 10 de los cuales la gente ya come raíces y poco falta para que veamos arrancar del pecho de las madres a los recién nacidos.
 
La solución: Rivadeneira dice que debe eliminarse la tasa de interés del sistema financiero con lo cual desaparecerá de inmediato la deuda y la inflación y con ella todos los títulos valores que hacen parte del robo capitalista. “Es decir, eliminaremos la especulación y, adicionalmente, cuando los gobiernos recuperen la soberanía monetaria y emitan, no en beneficio de unos pocos particulares sino en provecho de la sociedad entera, entonces todo volverá a ser normal y mucho mejor”. El presidente boliviano dice que es perentorio que los ricos paguen la deuda ambiental antes que los pobres la deuda pública. Yo digo que es necesario acentuar nuestra lucha contra el neoliberalismo con el fin de que sea la misma sociedad, después de Dios, la única dueña de su destino, como lo han hecho los pueblos de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y últimamente Paraguay.
 
Sobre los diez mandamientos sugeridos por el presidente Evo para salvar el planeta, la vida y la humanidad, yo digo que sólo basta uno, el primero: “Acabar con el sistema capitalista” causa y efecto de la gran tragedia humana.
 


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Octavio Quintero


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