Félix María Samaniego
Tal como habíamos señalado la INTERPOL parió un ratoncito. Al estilo al cual los grandes medios de difusión nos tienen acostumbrados la sentencia condenatoria estaba dictada sólo que sin pruebas ni argumentos. Todos estos esforzados días de intenso trabajo para decirle al mundo lo que todos sabíamos. Veamos:
a) Que la cadena de custodia de las pruebas fue rota, por más que Mr. Noble (esta gente tiene unos apellidos que como diría un catalán, mandan tela. Entre santos, nobles y bellos te veas) intentó justificar la ruptura de esta obligatoria cadena de custodia atribuyendo la ruptura al "ambiente de terrorismo", no pudo negar que a los discos duros de la computadoras se les extrajo información. Ergo… las "pruebas" están contaminadas.
b) Que no puede INTERPOL asegurar que los documentos (suficientes como para pasar cien años leyendo, Mr. Noble dixit) fueron escritos por quienes dice el gobierno colombiano que los escribió.
c) Que no puede afirmar ni negar –de nuevo la inefable INTERPOL- la veracidad de tales documentos.
Resulta extraño que a una pregunta del periodista del canal TELESUR, Mr. Noble afirmara que el propietario "de la computadora…del físico, es las FARC", ¿qué clase de análisis forense digital condujo a INTERPOL a tal certeza? No lo explicó, ni podrá hacerlo, Mr. Noble, simplemente porque para ello se requeriría la firma digital de Raúl Reyes en tales documentos y eso es imposible. Es imposible porque implicaría que el señor Raúl Reyes se hubiese desplazado hasta una oficina de registro, hubiese dicho "aquí estoy yo, soy Raúl Reyes" y hubiese registrado tal firma digital.
¿Entonces qué le queda al gobierno de Mr. Bush y su mandadero de Nariño? legal, legítima y jurídicamente ¡NADA!, materia fecal para los medios y nada más. Material de desecho como para que se prosiga montando una matriz de opinión alrededor del mundo que justifique una agresión contra Ecuador y/o Venezuela.
En el ámbito de nuestro pueblo poco o nada podrán conseguir con este sainete. El poder de la mentira de los medios es inversamente proporcional a la conciencia del pueblo. Esta es la piedra en el zapato del imperio y la oligarquía colombiana. No pueden con la conciencia de un pueblo que ya le vio de sobra la mentira y no les cree ni el Padre Nuestro rezado de rodillas.
martinguedez@gmail.com
Nuestras primeras necesidades.
¡VENCEREMOS!