Se aproxima una rebelión en Estados Unidos

La sociedad estadounidense comienza a sentir la peor de las crisis económicas. Digamos que están experimentando la pobreza que durante años sembraron en Latinoamérica. No obstante, se trata no solo de una potencia, sino de un estado inmenso que puede desencadenar una pugna económica interna. Sucedió antes, y están las condiciones para que suceda de nuevo. Esto acontece mientras Sudamérica se rebela contra su condición de colonia económica de Norteamérica, víctima a su vez de un derrumbamiento económico que le resta todo poder colonial.

Los periódicos del mundo reseñan que el Tesoro de EE UU ultima una insólita intervención, la mayor de la historia en el sector bancario, para evitar que quiebren las dos grandes hipotecarias del país. Fannie Mae y Freddie Mac respaldan casi la mitad de los créditos concedidos a las familias estadounidenses y el Gobierno no quiere arriesgarse a dejarlas caer por el riesgo que supondría para la estabilidad económica y el maltrecho sistema financiero. Washington asume decisiones tardías que solo postergan la crisis, pero tales acciones tendrá su lado perdedor. Una parte de la sociedad que vivirá peores experiencias que las de Nueva Orleans después del Katrina.

Si Chávez agudiza su discurso contra Bush, es porque sabe que un sector de la sociedad norteamericana está prestando cuidado. También en Colombia observan al detalle lo que sucede en Estados Unidos, donde algunos poderosos y sus protegidos pierden poder. Uribe, que tampoco es pendejo huele algo mal en Norteamérica y evita cerrar las puertas a Venezuela, sin embargo, otro sector de Colombia lo traiciona y persigue a todos sus colaboradores, la mayoría paramilitares.

Volviendo a la tierra del Tío Sam, finalmente ya existe un choque en materia económica entre los candidatos Obama y MacCain. El primero plantea impuestos a los más ricos y el segundo censura la propuesta y advierte que no se debe permitir el triunfo de Obama. En cualquiera de los dos casos, son discursos demagógicos que funcionan para campañas mediáticas. Obama dirige su discurso a las clases medias, latina, lo hace con una dirección de fotografía que lo muestre parecido a Martin Luter King. No obstante, el problema económico es más profundo que los discursos de republicanos y demócratas. Aunado a ello, en internet se reseña que durante los últimos días, una serie de encuestas señalaba que el tema de la desocupación ocupa el primer lugar entre las inquietudes del público en las ciudades norteamericanas. Añadiendo que las elecciones presidenciales se definen en los núcleos urbanos.

Si algo hizo estallar el Caracazo en Venezuela, fue la pobreza, las políticas neoliberales y el divorcio del gobierno de Carlos Andrés Pérez con la realidad. En Estados Unidos se dan estas variables, y otras peores, como crisis energética, muerte de soldados norteamericanos, pérdida de viviendas y empleos.

Las explosiones sociales no se predicen, pero pueden olfatearse si se presta cuidado al malestar colectivo que no encuentra espacios para manifestarse. Parece irónico, la oposición en Venezuela busca por todos los medios provocar una explosión social para justificar una toma del poder por mecanismos inconstitucionales, ignorando que el país de donde saca sus finanzas se aproxima a una rebelión de masas.


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David Javier Medina


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