Por fortuna yo vivo en el Empedrao, el barrio más viejo de Maracaibo y aquí el que “ñea pestapierde”, imagínense que a propósito de la denuncia realizada por lo de la conspiradera y el posible intento de Magnicidio, se me ocurrió decirle a mi vecino Tito, viejo adeco del barrio, que no era lo mismo el 11 de Abril que este 11 de Septiembre. Y como cualquier empedraero, me ripostó: ¡no!, no es lo mismo, lomimo es una enfermedad del lomo y eso es lo que ustedes los chavistas cargan en la espalda, el sol que les pega en el lomo con estas elecciones del 23N.
Tito, que es más sabio que el filósofo del Zulia, me ha hecho filosofar sobre este tema, y sobre todo a raíz de ver y oír al “socialista y revolucionario” de Diosdao, decir que “vamos a prenderles fuegos a los golpistas”. Yo no tendría ningún royo con la quemadera; pero al decir del propio Tascón el golpe como que es endógeno, y allí el que estaría más caliente seria el que está atizando la candela.
Aquí todos nos conformaríamos con que nuestro camarada presidente, por lo menos nos enseñara el sartén donde iba a freír a los adecos y corruptos de la cuarta republica, pá ver si del tiro le cayera unas chispitas a tanto traidor y bandido agazapado, que a diario lo aplauden y lo hunden con tanta lisonja.
Claro que no es lo mismo el 11A al 11S. Vengan a los campos petroleros de Tía Juana y Lagunillas, pá que sean recibidos por una portentosa valla del guerrillero heroico, hablando del socialismo. Por estos valores y por menos también nos hacemos matar contra el mismisimo imperio. Claro que no es lo mismo ni se escribe igual, todo el gentío que aprendió a leer y a escribir con los camaradas cubanos y nuestro autor intelectual, Simón Rodríguez; y por ellos y con ellos cavaríamos las primeras trincheras aquí, cerca del malecón donde peleó el Almirante Padilla.
Todas estas cosas las reivindicamos y que nos arranquen la cabeza junto a nuestro comandante; pero no deja detener razón el viejo Tito que sabe tanto de política como de cuidar carros en el mejor restaurante de Maracaibo, que de paso le sirve pá restregarme en la jeta, que “mis dirigentes del PSUV y gerentes del gobierno”, también son unos arrastraos, porque siempre salen arrastrándose de las peas y comelonas que se meten en el restaurante donde él cuida sus carros.
Y por estas cosa también nos deben arrancar las cabezas, porque aquí después de 8 años de gobiernos regionales y municipales hay muchos que andan deseando y gritando ¡golpe!, ¡golpe!, cuando de verdad saben que no es lo mismo el 11 de Abril a este 11 de Septiembre, que tiene de peligroso el golpe que muchos, a escondidas del camarada Chávez, presagian nos darán el 23 de Noviembre.
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