VACAS GORDAS: Las vacas gordas del imperio se están muriendo, sobre toda una de ellas, la más gordita de todas, el liberalismo económico. El modelo capitalista que nos restregaban por la cara con sus océanos de dicha y felicidad agoniza, aunque algunos economistas sostienen que esta crisis de los bonos hipotecarios y de los bancos es pasajera, nada más que una estrategia para fortalecerse. Cuentos de camino. Nos sembraron en la mente la idea de un EEUU paradisiaco. Allí los ríos de plata corren por Wall Street. No te preocupes por una recensión. La banca judía es la mejor del mundo. Si las vainas se ponen color de hormiga, nosotros tenemos la máquina de hacer dólares. El capitalismo es el que produce riqueza y el socialismo te la quita y la reparte entre todos. ¿Qué pensaran de todo esto los venezolanos que votaron en contra de la reforma, temerosos de perder sus propiedades? Los predicadores del egoísmo te decían: Debes ser feliz si acumula bienestar para ti sólo y que se jodan los demás. Se materialista, aprovechador, preocúpate por los tuyos.
A los políticos lacayos le decían: Róbate los dólares y mételos en nuestros bancos. Mitos y mentiras. Les saquearon el bolsillo a sus ciudadanos y los dejaron en la carraplana. Adiós prestaciones y jubilaciones, adiós seguros de salud que ya por si estaban en pico de zamuro. La “cleptocracia” bancaria ha arruinado a miles de norteamericanos y los europeos rezan para que no les ocurra lo mismo. Ahora si se dan cuenta, el sistema estaba podrido. Tiembla el mundo y todos los gobiernos corren a salvar lo imposible. El humor reina ante esta crisis. El capitalismo se socializa (salva a los más rico y hunde a los pendejos). Viva el estado gritan los banqueros estafadores. La crisis económica llega a todos los rincones. Se limpiaran el trasero con su aluvión de papel moneda. No la pararan y tendrán que gritar: ¡Viva el estado porque el mercado ya no lo puede todo! El saqueo ha resultado fatal. El miedo y el pánico aumentara y la depresión económica de los años treinta en la cuna del capitalismo será un niñito de pecho en comparación con lo que se avecina. No lo deseo, pero a los vagabundos estafadores les sobraran ventanas. La burbuja de activos globales las creo el diablo. El mundo huele a azufre.
VACAS FLACAS: Prepotentes, agresivos, guerreristas exterminadores de la vida humana, pedantes y autosuficientes el imperio se equivocó en su intento por controlar el mercado del planeta. Tendrán que salir con el rabo entre las piernas de Irak y Afganistán. El síndrome de Vietnam les quedará corto con lo que se le avecina en su política guerrerista. El planeta tierra comienza a respirar aliviado. El hueco, el abismo, su propia tumba les espera. Lo malo. Los países más débiles económicamente hablando, pagaran los platos rotos. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional se hacen los locos, abren sus bocazas para decir o advertir lo que no vinieron venir. Ellos también está arruinados y ningún país quiere nada con esos muertos que espantan y son tan culpables de este colapso financiero. Este es el resultado de la codicia del capitalismo: “ -millones de ciudadanos pierden su viviendas; -bienes raíces comerciales en banca rota;-endeudamiento de consumidores; -montos desconocidos de deuda tóxica(Bonos Basura),- perdida multi-trillonarias; - efecto dominó que arruinan a las finanzas y a las economías del mundo; -bancarrotas (y lo que falta); poniendo en peligro todo el sistema; - ruina del mercado monetario, las cuentas bancarias y los fondos privados de pensión de los consumidores; - La plaga capitalista en su torbellino de quiebra, arrastra y devora las economías del mundo.
No hay un José bíblico que lea los sueños del imperio con su mediocre presidente humillado, desprestigiado e ido y sus anodinos y gemelos candidatos republicademócratas. Las vacas flacas trae el advenimiento de la revolución global, ese es el sueño que yo veo. El libre mercado saqueado y el socialismo resteado y pisando firme. No se salvan ni con todos los dólares del mundo, no habrá rescate financiero que lo evite. Están fuñidos. Y a propósito de todo esto, veo allá en Miraflores un comandante precavido y feliz. Mil guará en las gargantas de los venezolanos. Petróleo.
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