Quitad Mc a McCain y veréis a Obama retratado, uno es otro y viceversa y, con tal de defender los tributos al Imperio, es capaz de matar a su propio hermano. Ahí está su propio pueblo, el pueblo norteamericano, esquilmado y obligado a pagar tributos al Dios mercado, al Dios Wall Street, en primera instancia, pero a la corta buscan echarle el muerto a los demás pueblos esclavizados de África y de América Latina, en particular.
Republicanos y demócratas- así llamados allá-son unos a los otros y viceversa, es decir, “Caínes” del mismo pozo inmundo y, sólo eso.
Imponen unilateralmente sanciones comerciales y de toda naturaleza contra todo país que no se les arrodille, y sin que medie palabra alguna de la ONU. No vale solución diplomática, la palabra del imperio es la Ley.
Parte del “modus operandi” de esta patota militarista mundial que es el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica, consiste en el embargo de alimentos contra los pueblos que se le resisten, así lo hicieron contra Irak, antes de cada invasión, y así lo hicieron contra Venezuela antes del golpe de estado. Suelen tratar de matar de hambre primero y eso hay que tenerlo en cuenta cuando ordenan a sus agentes que hacen vida acá, para que acaparen los alimentos del pueblo.
En medio de toda esa funesta y criminal estrategia contra los pueblos, la Organización de Naciones Unidas –ONU-se hace la loca y sirve de comparsa a los intereses imperialistas.
Siempre pretendieron atar a Venezuela a un solo mercado, poner a la OPEP de rodillas, desintegrarla, e ignorar a los demás países de América Latina que no tuviesen petróleo, en tanto que sus guerras abiertas en América central, en Afganistán en el Medio Oriente y sus guerras encubiertas en otras partes fueron razones fundamental para desestabilizar los mercados bursátiles y financieros que ellos dominan predominantemente. Y, obviamente, en medio de todo esto la paz pasó a segundo plano.
Además de destruir la Paz de los pueblos del mundo y de las agresiones al medio ambiente, el imperialismo pretende reconstruir su modelo criminal mediante uno de sus dos pupilos, Caín-sin Mc-y Obama, uno que otro la misma vaina, tal como el agua y el hielo, dos formas de una misma esencia, uno blanco y otro negro pero, ambos, criminales.
Son como dos gotas de agua salidas de una misma letrina.
oceanoatlanticoguillermo@gmail.com