¿Celebrar qué?

Más que celebrar la victoria de Obama (de eso hablaremos luego) me interesa comentar algo: no me considero un experto en elecciones y campañas presidenciales de los USA, pero no me puedo quitar de la mente la percepción de que este es un montaje más de los mismos intereses de siempre.

Dicho de otra forma, la población USAmericana fue llevada de las narices al corral. Para asegurarse de que no fueran a "equivocarse", se les presentaron dos opciones absolutamente blindadas: un anciano multimillonario e hiperconservador, pa' más vaina blanco y veterano de guerra, acompañado de una gafa inexperta, también blanca, también conservadora, atada a un culto cuasibarbárico, eran demasiado fáciles de "derrotar" bajo el manto del acceso a la presidencia de un afrodescendiente hijo de inmigrantes, con ese aroma de "sueño americano" y de apertura a la diversidad y la paja del "cambio".

Sigue la táctica bipartidista de "policía bueno-policía malo", un par de períodos republicanos para lanzar tentáculos a cuanto recurso esté disperso sobre el planeta, sea con guerras, sea comprando gobernantes o interviniendo y desestabilizando enemigos potenciales (ese es el nombre que en la jerga de los negocios se le da a la resistencia a ser saqueados), y luego, cuando la imagen del país necesita refrescarse, aparecen los "salvadores", esos demócratas tan demócratas, tan buenos chicos ellos... ahora sí se acomoda el planeta etcétera.

Claro, el trasfondo no se vé. Son dos caras de la misma moneda, y la trampa de un proceso electoral que presenta dos opciones como si fueran diferentes, como si no hubiera más nada en el espectro político.

Es un sistema en manos de los cabilderos (lobbystas) que hacen tratos y maniobras con los congresistas, de cualquier bando. Es una competencia entre grupos corporativos, en la que el pueblo USAmericano es un invitado de piedra, por más que tenga la ilusión de estar apoyando a alguna opción particular... cuando en realidad la selección fue hecha de antemano, y el evento en el cual el colectivo participa es una gran farsa diseñada por estrategas del mercadeo y asesores de imagen.

"¿Para qué tomarse tantas molestias?", me dirán. Bueno, por un lado una dictadura trata de disimular de todas las formas posibles lo que es. Y en los USA hay una dictadura corporativa, vestida de democracia cuasirepresentativa, que es esa máscara en la que las elecciones, de segundo grado porsia, son un adorno necesario. Por otra parte, es necesario aliviar las tensiones internas, y vaya que con Buchito se llegó a niveles intolerables aún para una sociedad de "couch potatoes".

Otro aspecto es la necesidad de hacer bajar la guardia en los paises de la periferia (el planeta, en este caso) y dar la impresión de que "ahora" cambiará la política exterior. Pura palabrería: el presidente de los USA, sea Bush, sea Obama, no tiene poder real, ni cojones para cambiar nada sin pedir permiso a los poderes que lo sentaron en la Casa Blanca.

Así que ahora voy a la pregunta:

¿Celebrar qué?

Porque si es el hecho de que un afrodescendiente llegue a la presidencia de los USA, es algo que debería haber ocurrido mucho antes... y no es más que un evento simbólico. Por lo menos por ahora.

El día en que los USAmericanos se decidan a tomar en sus manos, como se merecen, las riendas de su país, el día en que los ideales de los Estudiantes por una Sociedad Democrática (SDS) y otros movimientos revolucionarios se debatan abiertamente sin la brutal represión que tuvieron que enfrentar, y que al final los eliminó del mapa, ese día sentiré que hay algo que celebrar.

Mientras tanto, es más de lo mismo. Un nuevo empaque para la misma hamburguesa.

Franco Munini.
muninifranco@gmail.com


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