Trincheras de Ideas

Palestina, como nos dueles

Dos hechos resaltan en la agresión genocida del gobierno israelí contra el pueblo palestino que vive en la franja de Gaza y que sobrepasa con creces el millón de personas. El primero, quizás el más importante y trascendente, lo constituye la indignación de los pueblos del orbe, la movilización permanente contra la brutal y bárbara agresión, y el rechazo de los gobiernos y parlamentos que condenan el hecho injustificado y desproporcionado. El segundo hecho es aquel que demuestra o la debilidad o el temor a Israel y los EEUU de países poderosos como Rusia y China, por ejemplo, que no han movido un dedo para tratar de detener esa atroz carnicería, ni en la ONU ni en ninguna parte. Por su parte, la mayoría de los gobiernos árabes, le ha dado la espalda al pueblo palestino y esperan el ominoso resultado de la toma y anexión final de la franja de Gaza por el sionismo, para salir a estrechar la relación con los nuevos colonialistas; sólo que el rechazo y la presión de sus pueblos puede sacarlos del poder.

En este mundo globalizado, donde la información vuela, las imágenes que le han llegado a miles de millones de personas en todo el mundo, revelan la prepotencia y la soberbia de los nuevos nazis de esta época, los judíos de Israel, que de manera metódica, largamente planificada, de eso no hay dudas, no se inmutan ante las críticas mundiales y hacen caso omiso de ellas, y lanzan su escalada mortal con bombas de última generación y sofisticadas armas que están probando contra un pueblo inerme. Dolor, sufrimiento, destrucción masiva de viviendas, hospitales, universidades y centros de estudio; mutilados, heridos, muertos; enormes columnas de humo o incendios gigantescos; aviones lanzando su carga de muerte. Esas son las imágenes que nos trae la TVe a través de los canales transnacionales manipulados y manejados por el imperialismo que quiere crear un estado de shok universal para controlar o anular la protesta.

Pero, más allá de las imágenes manipuladas y dirigidas a crear determinados estados de miedo y parálisis en los pueblos, nos imaginamos que dentro de Gaza existen determinados estado de resistencia a los invasores. Es evidente que los indiscriminados y masivos bombardeos tenían como fin ablandar los objetivos militares, crear un significativo número de bajas y anular posibles emplazamientos de armas que, en una segunda fase, pudieran hacerles frente en una inevitable invasión por tierra a Gaza, tratando de evitar se repitiera lo ocurrido en el Líbano, cuando sufrieron una tremenda derrota militar por parte de las fuerzas de Hizbola. Ahora que la invasión entró en una nueva fase, vienen los enfrentamientos, aún con toda la destrucción los palestinos tienen la ventaja de la asimetría, de la guerra irregular donde ese millón y tanto de palestinos deberán convertirla en una guerra de todo el pueblo, las enseñanzas de la agresión contra el Líbano y la frenada que le hicieron los combatientes árabes será seguramente una enseñanza que repetirán los revolucionarios de Gaza. Los sionistas cuentan con la fuerza bruta, los palestinos con la razón y la inteligencia. Pronto veremos no racimos de bombas cayendo sobre Palestina sino racimos de jóvenes soldados israelitas sacados en negras bolsas y llevados por centenas a Israel

Detener el fascismo sionista en Gaza es fundamental para la futura existencia del estado palestino. Cisjordania no puede permanecer indiferente, ellos son –si no son detenidas las hordas asesinas en Gaza– el próximo objetivo del terrorismo de Estado israelí. El imperialismo judío tiene sed de anexarse nuevos territorios y necesidad de expansión territorial, los minúsculos 27 mil kilómetros cuadrados ya les quedan cortos. El cuadro gobernante sionista está lleno de odio y tiene sed de sangre, sabe que cuenta con el apoyo de los Estados Unidos del Norte, esta es la última pillada de Bush, el genocida del mundo, que cuenta, a no dudarlo, con el apoyo de Obama, a quien con seguridad consultaron antes de ejecutar la operación; su silencio es más una muestra de complicidad que de discreción porque el fascista Bush todavía gobierna.

Por su parte Venezuela, su gobierno y autoridades han hecho lo elemental en estos casos, condenar las agresión, pero deben darse otros pasos más contundentes, romper las relaciones definitivamente con el Estado de Israel, porm ejemplo, es lo mínimo que espera el pueblo venezolano del presidente Hugo Chávez. Para Venezuela es una vergüenza tener relaciones con un gobierno criminal como el de Israel.

humbertocaracola@gmail.com


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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

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