La derecha ha iniciado la retoma del poder en los países del Continente, cuyos pueblos han decidido marchar hacia su desarrollo sin la tutela de los gringos y eso lo estamos viendo, con la mayor crudeza, en Honduras, donde los militares que asaltaron en su nombre el gobierno de su país, se niegan a entregarlo para que éste siga transitando los caminos de la democracia, tal y como lo ha exigido la comunidad internacional en pleno.
Una muestra muy evidente de lo que decimos, lo está en la contrapropuesta que le ha hecho el gobierno golpista a los siete puntos que ha puesto sobre la mesa el presidente Arias en su búsqueda de una solución negociada al conflicto del país centroamericano, a través de la cual mantiene su inalterable su posición de negar que ha violentado la constitución hondureña y que sólo aceptaría el retorno de Zelaya para que se someta a la justicia, así como el adelanto de las elecciones, pautadas para noviembre próximo, a condición de que el Tribunal Supremo Electoral pase a ser dirigido por el ejército y la policía de Honduras. ¡Qué barbaridad...! Resulta que ahora, según los gorilas hondureños, es Zelaya quien debe ser llevado a juicio y, además, que ellos son los únicos que pueden garantizar pulcritud en los proximos comicios electorales...
Pareciera increíble esta última propuesta, pero es así; de manera que a quienes en Venezuela siguen apostando al golpe de Estado, que se atengan a lo que vendría para nuestro país si aquí nos llegan estos gorilas a imponernos una dictadura, lo cual descartamos porque nuestro pueblo ya está curado de esos males históricos, aún cuando quienes los aúpan y los planifican, manejan muchísimo dinero y cuentan, además, con una ayuda logística impresionante, todo ello proveniente del norte, a través de programas dizque para cooperar y fortalecer la democracia (USAID, NED, etc.), para no parar ni un segundo en el empeño de embarcarnos por ese camino de la perversión y el crimen al mayor, tal y como no han dejado de decirlo, vale la pena recordarlo, factores importantes de la oposición venezolana: "una dictadura por diez o doce o quince años" (Carlos Ortega y Manuel Cova en octubre/03) o por una del tipo Pinochet (Plinio Apuleyo Mendoza, en el reciente encuentro en Caracas de los intelectuales de la derecha internacional).
Ante la que ocurre en Honduras, nuestros pueblos deben activar todas las alarmas que nos permitan impedir que eso no solamente se repita en nuestro país, sino en ningún otro de nuestra américa latina y caribeña.
Nuestros gobiernos deben, en lo inmediato, adoptar medidas contra las organizaciones que, bajo el amparo y el financiamiento externo, tal y como lo ha documentado en toda su crudeza y amplitud la compatriota abogada Eva Golinger, conspiran en contra del gobierno del compañero presidente Hugo Chávez y han puesto todo su empeño en derrocarlo, sin importarles para nada que para ello haya que llegar hasta el magnicidio.
¿Cual es la razón para que esas agencias gringas de “cooperación” continúen operando en el país, de manera libre y abierta, si sabemos que atentan en contra de nuestra institucionalidad democrática, porque siguen los lineamientos y mandatos de los halcones de Washington, esos mismos que están sosteniendo a los golpistas en Honduras...?
Abandonemos la tolerancia en los términos en que se ha venido manejando, creyendo que así vamos a convencer a quienes nos adversan de la necesidad de marchar dentro de los caminos y rumbos que nos fijan las reglas de la democracia, cuando ellos no cejan en su empeño de apostar sólo y únicamente a la vía del golpe de Estado y como una buena muestra de ello son sus loas y palabras de aliento al gobierno golpista de Honduras, mientras que toda la comunidad mundial, sin excepciones, lo condena y le exige que de inmediato restituya, sin condición alguna, al gobierno constitucional de Manuel Zelaya.
oliverr@cantv.net