El comercio bilateral entre Colombia y Venezuela presenta una balanza favorable a nuestros vecinos, situación que preocupa ante la crisis económica que se vive en la mayoría de las naciones del globo terráqueo, y preocupa por tratarse de uno de los mercados mas fluidos entre los vecinos latinoamericanos.
Según las ultimas cifras, las exportaciones venezolanas a Colombia cayeron 52% durante el primer semestre de 2009, mientras que las importaciones se mantuvieron casi estables, lo que quiere decir que seguimos invirtiendo en productos colombianos al igual que el año pasado, pero le vendemos a Colombia menos de la mitad de lo que exportábamos. Esta situación puede obedecer a dos situaciones, o no estamos produciendo la misma cantidad de bienes y servicios, o nuestros productos han perdido competitividad en el mercado exterior, según por el tipo de cambio comentan representantes de Cavecol, quienes también dicen que esto no se resolverá hasta que no se haga una revisión en el valor del dólar.
Ante las presiones económicas una de las medidas que se acostumbra tomar sería la devaluación de la moneda, a lo que hasta hace algunos meses me mostraba de acuerdo, pero la situación económica actual de nuestro país es bastante delicada, y en este sentido comparto la opinión de Domingo Maza Zabala, quien señala que una devaluación de la moneda causaría mas perjuicios que beneficios.
La situación es bastante compleja, pero podríamos optar por un cambio dual, donde los productos de la cesta básica y de primera necesidad sigan manejándose al cambio de 2,15, y para el resto de los productos un cambio alrededor de 3,50 bolívares por dólar; decisión que igualmente llevaría implícita una carga inflacionaria, pero creo que bajaría un poco la presión en los mercados cambiarios y haría mas fluida la libre comercialización de productos desde y hacia el exterior, subsanando algunos problemas de escasez de repuestos y otros artículos importados de suma necesidad, y a su vez esta política disminuiría la presión alcista del dólar que está llegando a cifras preocupantes.
Otra de las preocupaciones que manejan algunos sectores comerciales del país es la presunta restricción de los permisos de importación, aspecto que también mejoraría con el mecanismos planteado, pero por supuesto estos controles y restricciones son importantes porque el gobierno y sobre todos los venezolanos debemos saber quienes están utilizando nuestras divisas, y para qué lo hacen.
Esperamos que con los recientes sucesos entre los gobiernos de Colombia y nuestro país no se vean afectadas las relaciones bilaterales y se mantenga un diálogo que permita trabajar en base a las coincidencias, para mantener y fortalecer la relación comercial que beneficia a ambas pueblos.
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