También la paz es preventiva

Si Bush inauguró eso que ahora conocemos como “guerra preventiva”, Estocolmo acaba de responder con algo que debemos comprender como “paz preventiva”.

En la asignación del Premio Nobel de Paz al presidente Obama no debe mirarse lo que Obama ha hecho por la paz (que ha sido nada) sino lo que puede hacer (que es mucho).

En ese sentido, me parece un giro estratégico importante del jurado que pudiéramos definir como el inicio de los Nobel de Paz “preventivos”. Quizás no puedan aplicarse a otras modalidades como en Economía, Química o Medicina. Pero en el tema de la paz sí, porque esto es algo que toca más con los anhelos de la gente que con los méritos de las personas. No es lo mismo tener en las manos la posibilidad de hacer la paz o la guerra, que en la mente la inteligencia para demostrar que la tierra es redonda o que todo es relativo.

A mí me parece que el Nobel de Paz a Obama puede generar una de dos cosas: (1) Si realmente busca la paz, le potencia la fortaleza que indudablemente requerirá para enfrentar a los halcones del Pentágono que quieren no sólo seguir con las guerras del momento como en Irak, en Afganistán y el Oriente Medio, sino avivar las chispas prendidas en Latinoamérica, especialmente en el Sur, en donde Colombia les ofrece en bandeja de plata un excelente ambiente para hostigar a los gobiernos de Venezuela, Ecuador y Bolivia, principalmente, que andan fuera de madre. (2) Si lo que el presidente de Estados Unidos tenía en mente era un cuento soterrado de paz, ese premio le ata las manos para continuar con la treta. Vamos a ver si por encima de tan importante distinción, Obama sigue permitiendo la existencia de prisiones del Imperio en el exterior en donde, como en Guantánamo, lo que se tiene son fábricas de torturas y violaciones a los derechos humanos; vamos a ver si el nuevo Premio Nobel de Paz, sigue engavetando el acuerdo firmado con Colombia sobre las bases militares que apuntan más (¿quién lo duda ya?), a una provocación militar a los vecinos que a una “guerra” contra el narcotráfico. Y vamos a ver, quizás con horror, si esto de la paz mundial es puro cuento

Finalmente, como dice Castro en sus “Reflexiones del compañero Fidel” (09. 10. 09), el Nobel de Obama encierra una crítica a la política genocida que ha seguido a lo largo del tiempo el Imperio llevando el mundo a la encrucijada actual en que se encuentra. Puede, y ojalá sea, un premio anticipado que Obama recibe por su contribución a la paz mundial.

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P.D. (1) Pero además, el premio a Obama me refleja otra cosa que me gusta: la portentosa dimensión de la senadora Piedad Córdoba: tuvieron que apelar al más alto representante del Imperio para poderle arrebatar a la negra más grande de Colombia una distinción que ella sí ha trabajado como nadie más lo haya hecho en Colombia por la paz. (2) Charliie Ventura, un amigo virtual, dice que lo que más le gustó de la candidatura de Piedad al Nobel de Paz fue la forma como debió haber hecho sufrir a Uribe.


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Octavio Quintero


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