Las acciones de España contra Venezuela no cesan. Claro, no podemos decir que son acciones acometidas por el pueblo español. De nuevo nos encontramos con la élite mediática de ese país que asesina la verdad para poner de manifiesto una serie de hechos falseados y manipulados para hacer ver realidades muy distantes a la nuestra. Con ello queda en evidencia que en este siglo XXI sigue vigente el deseo de colonizar y de ponernos a los pies de España o del cualquier otro país con pretensiones imperiales que parten de la existencia de ciudadanos de primera y de segunda.
El título del diario Marca del 21 de abril (citado por Eleazar Díaz Rangel este domingo 25 de abril) dice lo siguiente: “Edwin, “el inca” Valero, un chavista, un adicto, un enfermo, un asesino” “¿Fue un monstruo alimentado por Hugo Chávez o un psicópata irremediablemente violento?”.
Lo anterior revela el ataque frontal contra el Presidente Chávez y contra el Estado venezolano. La pregunta ¿Fue un monstruo alimentado por Chávez? dice claramente que el Presidente es perverso, un monstruo que, como tal, sólo puede engendrar tales manifestaciones diabólicas, demoníacas, malvadas… Ergo, si estamos siendo gobernados por “un monstruo”, somos una sociedad enferma, perversa, dañada por nuestro guía, el Presidente Chávez.
La pregunta ¿Fue un monstruo alimentado por Chávez? resulta nada ingenua. El poder de los medios de comunicación es de tal magnitud que los lectores, alienados y enajenados por naturaleza, enfrentados a esta noticia, registrarán en su mente, luego en su pensamiento que el Presidente Chávez es un monstruo que conduce monstruosamente los designios de un pequeño y sudaca país, inmensamente rico en reservas petroleras, llamado Venezuela. Esto, sin duda, generará una actitud negativa en los lectores.
La unidad como condición
Por ello es que la integración y unidad de nuestros países es, cada vez más, una urgencia y necesidad, como lo es la materialización definitiva de la segunda Independencia, tal como la denominó la Presidenta de Argentina. La unidad de estos países del sur es una condición sine qua non para fomentar un bloque poderoso, el cual no genere ningún tipo de dudas en los “creídos imperios”.
La oligarquía de España, tal como lo hizo en la época de la colonia, aún considera que somos la raza salvaje, sin alma, sin derechos, sin nada y, por lo tanto, tienen el derecho divino de seguir bautizándonos para poder salir del infierno que nos depara tal condición y del “monstruo que nos alimenta”.
Contra hegemonía comunicacional
Ahora bien, es necesaria una contra hegemonía comunicacional que dé al traste con esa fórmula perversa que utilizan los medios de comunicación del mundo para acabar con los procesos que, en todo caso, tienen el cometido fundamental de combatir el estatus quo, las relaciones de poder y de dominio imperantes.
Para el logro de este objetivo es importante asirse de una serie de datos e informaciones que nos pueden proveer aportes interesantes para salir al paso a la pretendida hegemonía comunicacional.
Según la Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social, basada en la información suministrada por facultades afiliadas en 21 países para el año 2005, el número de facultades, escuelas y programas de comunicación alcanza la suma de 1026 unidades académicas. (Fernando Buen Abad, 2006)
Si lo anterior es así, es preciso hacer una radiografía de esos medios de comunicación, de su estructura y de su funcionamiento a los fines de identificar las posibilidades de encuentros y de formación ideológica para liberar a los pueblos, así como reivindicar la necesidad de los medios de comunicación para la transformación que demandan los pueblos de América Latica. Y de rescatar la noción de medios como “contrapoder”.
También es oportuno precisar que en torno al tema comunicacional, y en particular a su efectividad, hay variables mutifactoriales que debemos tener presentes:
1) Existe un monopolio de los medios, y su estructura y funcionamiento está diseñada a los fines del mercado.
2) Hace falta madurar el estudio de las ciencias de la comunicación. Y del por qué y para qué de su existencia.
3) Es importante hacer copartícipe al pueblo de las implicaciones que tiene para un país el ataque mediático desde los centros de poder (o pretendidos centros de poder).
4) Impulsar el diseño de políticas efectivas para contrarrestar la guerra de cuarta generación, así como el establecimiento de un riguroso seguimiento de las mismas.
Ante el caso expuesto con anterioridad se precisan las siguientes medidas:
1) El pronunciamiento efectivo de la cancillería, lo cual implica la protesta ante lo que el medio español Marca expresó y también una denuncia de esta situación ante las instancias internacionales competentes, pues se está afectando a la familia de los venezolanos, al Gobierno y al Estado venezolano.
2) Es importante saber que el terrorismo mediático es el arma del imperio en la batalla de las ideas y que no sólo la News Corporation, Time Warner (que adquirió CNN), Viacom, NBC/Universal, Walt Disney Co, participan en forma recurrente con campañas desestabilizadoras en los países de América Latina y El Caribe (Encuentro Latinoamericano versus Terrorismo Mediático; 2008: 344). A estas grandes cadenas se unen otras tantas, ligadas a su vez a grandes poderes económicos.
(*)Prof. de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Abogado. Trabajador Social
marbemavarez@yahoo.es