“Hablar sobre democracia puede parecer hablar sobre algo que ya está cerrado, construido; es como reflexionar sobre lo obvio. Al fin y al cabo, vivimos en sistemas democráticos, contrapuestos a los regímenes totalitarios (...). En la mente de la inmensa mayoría de la población existe la idea -difundida por la escuela, medios de comunicación, etc.- de que la democracia es algo bueno (...); a nadie se le ocurre cuestionar que lo que disfrutamos sea o no una democracia. Y sin embargo esa idea es discutible. No es tan evidente como pudiera parecer”.
Y en la página 63, en pleno acotamiento teórico, hallamos un párrafo que sintetiza muy bien una de las tesis centrales de la obra:
“Los sindicatos forman parte de Lo Establecido: se diría que el Estado los mima (subvenciones, liberados, publicidad, reconocimiento...), que la patronal los necesita (pactos, negociaciones, prebendas...), que casi se imponen a los trabajadores... Al igual que el partido político, el sindicato ha dejado de funcionar como un ‘arma de la transformación’ para convertirse en un ‘regulador del sistema’ (Lyotard), en un baluarte, un soporte del andamiaje económico capitalista (Baudrillard). No ha podido resistir, pues, a la erosión del devenir, a las estrategias integradoras, a la ofensiva conservadora sobre el legado de la tradición. Y así como las vanguardias, antaño escandalosas, corrosivas, hoy se muestran, casi con reverencia, en los museos, y se enseñan en las Escuelas y en las Universidades; así los sindicatos, ayer perseguidos con saña, temidos por los burgueses y los gobernantes, son hoy presentados a los trabajadores como instrumentos benéficos e irrenunciables, interlocutores casi forzosos, mediación casi insuprimible... Como diría Foster, forman parte del statu quo, lo mismo que las restantes concreciones de la Modernidad...”
En concreto, la tesis señalada en las páginas de este libro, pretende aclarar al lector por medios descriptivos, mostrándole un caso concreto, el mecanismo oculto que mueve un comicio electoral (unas elecciones sindicales), y qué relación guarda todo ese proceso con la participación de los electores. La mirada va a ser centrada sobre los problemas que se suscitan en torno a la participación y a la democracia, pero en el terreno del mundo sindical y su relación con los trabajadores. Se intenta ir más allá de los aparentemente importante, mirando lo pequeño, lo cotidiano y lo supuestamente insignificante. El lector dispondrá de un relato que le permitirá determinar cuál es la concepción de democracia que domina en las organizaciones que van a ser descritas (sindicatos), y podrá responder si un trabajador, a través del sistema electoral actualmente imperante, y de los sindicatos que compiten en él, tiene oportunidad de participar política y significativamente en el destino de su empresa y del sindicato al que vota, y en aquellos aspectos que competen de forma directa o indirecta a su vida laboral (...).
Los objetivos mencionados se abordan mediante un estudio de antropología política, que recurre a un estudio de caso para describir y analizar la organización, desarrollo y desenlace de las elecciones sindicales que se celebraron en diciembre de 1998 en una serie de empresas del Servicio Andaluz de Salud (SAS)...”