Este martes 24 se convocó a la Sala “E” de la UCV, una actividad excepcional, un Foro, para conversar sobre la “Reforma” de la LOT, lo atractivo de las/los ponentes exigía nuestra presencia en dicha actividad universitaria. Por un lado, los oposicionistas: León Arismendi, quien se identificaba como profesor de la UCV, en su intervención se mostraba a las/los presentes como “académico”, siempre referenciaba a la APUCV y FAPUV, ambas organizaciones golpistas que dieron su pleno apoyo al golpe de Estado de Pedro Carmona Estanga, en abril de 2002. Este “académico” tiene la particularidad, que fue designado por Pedro Carmona Estanga, el breve, como su ministro de planificación, esto ya nos da una idea de los bates quebrados que se busca el oposicionismo para que les defienda su posición de oposición a la nueva LOT que, aunque desconocen, ya de por sí, manifiestan su oposición a la misma y claman por introducir ante la OIT un reclamo sobre su aprobación. En igual postura, se manifestó la ponente María Bernardoni de Govea, quien dedicó su intervención para defender la reforma que hiciera Rafael Caldera y que concluyó en el gran robo que significó el cercenamiento de las Prestaciones Sociales de las/los trabajadores venezolanos. Para quienes no conocen a esta señora, fue una de las ministras del trabajo de Hugo Chávez en los primeros tiempos que accediera a Miraflores, hoy, una furibunda neoliberal. Para justificar su argumentación, a favor de la reforma Caldera que fulminó sus prestaciones a la clase trabajadora, utiliza una gran mentira, afirmando: “La Constitución no ordenó regresar al régimen anterior de prestaciones…”
Pero transcribamosle, la Disposición Transitoria Cuarta, Numeral 3, y verifiquemos cuán cierta es la afirmación de la señora Govea: “Mediante la reforma de la Ley Orgánica del Trabajo, un nuevo régimen para el derecho a prestaciones sociales reconocido en el artículo 92 de esta Constitución, el cual integrará el pago de este derecho de forma proporcional al tiempo de servicio y calculado de conformidad con el último salario devengado, estableciendo un lapso para su prescripción de diez años. Durante este lapso, mientras no entre en vigencia la reforma de la ley seguirá aplicándose de forma transitoria el régimen de la prestación de antigüedad establecido en la Ley Orgánica del Trabajo vigente. Asimismo, contemplará un conjunto de normas integrales que regulen la jornada laboral y propendan a su disminución progresiva, en los términos previstos en los acuerdos y convenios de la Organización Internacional del Trabajo suscritos por la República…” (CRBV). A buen lector, relevo de pruebas: “un nuevo régimen para el derecho a prestaciones sociales reconocido en el artículo 92 de esta Constitución, el cual integrará el pago de este derecho de forma proporcional al tiempo de servicio y calculado de conformidad con el último salario devengado…”, y estos son los que se dan bomba hablando de la “academia”. Los “académicos”!!!
Antes de continuar las intervenciones, el moderador Marino Alvarado informa sobre la no presencia de Carlos López, integrante de la Comisión Presidencia que trabajó en la redacción en la propuesta de LOT, elevada al Presidente Hugo Chávez. “Garantías a su vida”, exigía el ponente invitado, no es para menos, en todas las universidades públicas es despreciado por las/los trabajadores universitarios, quienes saben muy bien sobre su actitud patronal como coordinador general de Fetrauve. Central, que se ha caracterizado por traicionar reivindicaciones fundamentales para el trabajador/trabajadora universitaria: el HCM y su elevación a 80 Bs, las interescalas de los Tabuladores Salariales, el Contrato Colectivo, el incremento salarial, entre otras reivindicaciones torpedeadas desde esa Federación. Claro, entendemos el miedo que persigue a este señor, aristócrata de cuello blanco, pero nos preguntamos: ¿con esto es que cuenta la Revolución Bolivariana para su defensa? ¿Con tamaño cobarde?
El otro invitado y miembro de la Comisión Presidencia, Antonio Espinoza Prieto, se disculpó notificando que estaba fuera de Caracas y venía en avión, para informar hacia el mediodía que se le imposibilitaría llegar por la cola en la autopista Caracas-La Guaira.
Entra en escena Orlando Chirinos, ex militante de la Revolución Bolivariana, como traidor de sus antiguas ideas se dedica es, a repetir el discurso oposicionista, puras sandeces, como aquella que: “no hacía falta aprobar una nueva LOT, si Chávez hubiese querido beneficiar a los trabajadores hubiese anulado la LOT vigente…”, y ese personaje en su intervención califica a Chávez de autoritario, un dictador, “cachicamo diciéndole a morrocoy conchúo”. Una bestia en el discurso, atrás quedaron sus buenas dotes de “discurceador”, un fastidio oírlo hablar. De todas, para conocimiento del compatriota Chirinos, es pertinente hacerle saber lo que establece la Constitución Bolivariana sobre lo referido por él en dicho foro: “Las leyes se derogan por otras leyes y se abrogan por referendo, salvo las excepciones establecidas en esta Constitución. Podrán ser reformadas total o parcialmente. La ley que sea objeto de reforma parcial se publicará en un solo texto que incorpore las modificaciones aprobadas…” (CRBV, Artículo 218). Esa “carmonada” que propone Chirinos, al Presidente Chávez que haga, no está entre las ideas de un hombre comprometido con la idea de la DEMOCRACIA.
Y mientras hacía una pausa, el moderador anunciaba que “radar de los barrios”, esa Ong financiada por la CIA, como denunciara la camarada Eva Golinger, estaba transmitiendo, en vivo, el Foro: “La CIA, que emplea a la DAI como fachada, “financia a sectores de la oposición, financia la desestabilización. El programa supuestamente está destinado a la calma y la tranquilidad, pero todos los proyectos son coordinados por la Embajada de Estados Unidos y son para defender los intereses de Estados Unidos”. La DAI “niega tener relaciones con la CIA”; sin embargo, sí las tiene, abiertamente, con organizaciones que son brazos financieros del Departamento de Estado de Estados Unidos, como la National Endowment for Democracy (…) Entre los años 2002 y 2004, 64 organizaciones de la oposición fueron financiadas por la DAI. Este año, más de 500 organizaciones están recibiendo recursos estadounidenses (…) La compañía opositora Súmate, dedicada al ámbito electoral, nació y se ha mantenido con dinero proveniente de la CIA a través de Development Alternatives, asegura Golinger. Pero también, partidos opositores como Un Nuevo Tiempo. Igualmente, el movimiento de los llamados “manos blancas”, constituido por sectores estudiantiles opositores. Sigue la enumeración con Liderazgo y Visión, Ciudadanía Activa y Radar de los Barrios, entre otros grupos…” (Correo del Orinoco, 09-01-2010).
Llegó la hora de Marcela Máspero de la Central Sindical Únete, con su franela roja, no desestimó oportunidad para expresar su compromiso con este proceso de cambios que lidera el camarada Hugo Chávez, pero también, marcar distancia de esa burocracia y aristocracia sindical que, desde las propias entrañas del proceso, actúa para su autodestrucción. Manifestó sus críticas sobre el estilo antidemocrático en que se ha conducido la discusión de la nueva LOT, sin dejar de manifestar su complacencia porque sea el camarada Chávez, quien tenga la última palabra sobre esta nueva Ley de la República Bolivariana de Venezuela. Firmeza revolucionaria, derrochó la camarada Marcela Máspero, sin miedo, allí en las propias entrañas del enemigo de clase, expresando sus verdades, nuestras verdades, hasta aplausos arrancó entre las/los asistentes, entre una mayoría de público opositor. Sin miedos. Al oírla se nos vinieron los recuerdos de Rosa Luxemburgo y sus ideas: “La libertad solamente para seguidores del gobierno, solamente para miembros de un partido - por más numeroso que fuere - no es libertad. La libertad siempre es libertad de quienes piensan distinto. No por el fanatismo de la 'justicia', sino porque todo lo vital, lo curativo y depurativo de la libertad política depende de este carácter, y su efecto falla cuando la 'libertad' se convierte en un privilegio” (Luxemburg, Rosa. “Sobre la Revolución rusa” en Obras Completas (OC), tomo 4, p. 359).
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