¿Qué pasa dentro de la organización sindical de la clase trabajadora?
¿Es acaso falso que los procesos naturales son irreversibles? Será que la lógica del capital, logra mediatizar y manipular, para que la dirigencia “no pueda ver o no quiera ver” el engaño diario que se da a los verdaderos intereses de la clase trabajadora? Obsérvese que cualquier reporte laboral, se reduce a una frase hecha por el declarante, la cual es analizada de forma sesgada e interesada por el periodista; convirtiéndola en una especie de editorial. Esto es grave, porque eso es lo que las y los trabajadores leen, generando desorientación en los intereses genuinos de la clase trabajadora, propiciando su división interna.
No han logrado torcerle su actitud de clase. Esto es exclusivamente gracias a las enseñanzas del presidente Chávez, quien denunció las asociaciones de cómplices durante la cuarta, en desmedro de la verdadera democracia, que le arrebato el derecho a la retroactividad del cálculo de sus prestaciones, la liquidación del I.V.S.S. y la ola de privatizaciones, incluida SIDOR; porque el Gobierno y los partidos, hoy representados en la MUD, estaban y están al servicio del neoliberalismo, porque son liberales. Su gran objetivo es privatizar PDVSA y luego las empresas de Guayana. Es decir, ellos amparaban la libertad de contratación (no contratación colectiva) la liberación de precios (mercado sin regulación) y la reducción del Estado (sector público)
Por todo ello, es preciso que se llamen las cosas por su nombre. Como lo están haciendo Nicolás Maduro, los Ministros Giordani y Rafael Ramírez, el gobernador Rangel Gómez, los Alcaldes, los Dip. de la AN y los Legisladores del CLEB.
Lo que falta es que la clase trabajadora organizada se pronuncie, en especial los de las Empresas Básicas.
Que importante fuera que cada vez que Soremil Carvajal, Coordinadora Estadal de Indepavis, anuncia el decomiso de productos acaparados, los trabajadores pronunciaran su apoyo y reclamaran públicamente sanciones a los acaparadores y especuladores. O que cuando el ministro Giordani, explicó el 09 de febrero de 2012, los hechos de corrupción en que incurrían empresarios y comerciantes como la causa para suprimir el Sitme – estos señores adquirían dólares preferenciales a 5,30 Bs para importar repuestos, medicinas, etc., pero los desviaban al mercado especulativo, vendiéndolos a 18 Bs y más, ocasionando escasez y atacaban el valor del bolívar impulsando la inflación – sería lógico que los trabajadores y su dirigencia se hubieran pronunciado al respecto, que solicitaran los nombres de los estafadores y hubiesen propuesto boicotear sus productos. Sería darle contenido a “Chávez vive, la lucha sigue”.
Pero además, nos hubiesen evitado tener que contemplar el cinismo del Diputado De Grazia, que miente sin pudor, pretende un mes después de la explicación y anunciada la creación de la comisión que investigara los procedimientos delictuales, abrogarse la denuncia, pero además atribuirle al Sitme (al denunciante) la estafa hecha por estos señores. ¿Qué lo induce a tratar de tergiversar los hechos y sus responsables? Descalificar a priori la investigación. ¿Por qué si su responsabilidad es todo lo contrario?
Los trabajadores y sus dirigentes deben estar atentos y activados ante la evidente conspiración económica y financiera que desde EE.UU. se ha venido desarrollando en coordinación con utilitarios internos económicos y políticos.
Llamen las cosas por su nombre, el Arañero de Sabaneta se sentirá en la Casa de los Sueños Azules con la LOTTT en la mano.
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