Muchos son los proyectos que se manejan en la industria petrolera venezolana los cuales se ventilan en los escenarios naturales del mercado internacional como la OPEP y en las decisiones internas que apuntan a sus operaciones de exploración, producción, comercialización, refinación y procesos medulares del negocio, así como lo relacionado con su personal manejado a través de las políticas de relaciones laborales en manos de RRHH de Pdvsa.
Desde la llegada de la Revolución Bolivariana y la toma de la colina - como la llamó el Comandante Chávez - sobre todo después del paro petrolero del 2002-2003, la industria ha vivido numerosas transformaciones y cambios que se expresan en su rol de la nueva Pdvsa y en su relación directa con el pueblo venezolano.
Recientemente el Presidente de la República Nicolás Maduro anunció una transformación en la principal industria del país y el inicio de un proceso en revolución, donde los trabajadores participen en las decisiones, políticas y estrategias de Pdvsa como empresa socialista del Estado venezolano.
Más allá de todo lo que ha representado y representa para el país la industria petrolera y petroquímica nacional, el papel de sus trabajadores ha sido vital para el sostén de esta vital empresa venezolana y su actuación, ha sido de vanguardia para la defensa del proceso bolivariano y vital para la generación de divisas que impulsan el desarrollo como motor económico del país.
Dentro de la empresa Pdvsa conviven un numeroso grupo de venezolanos quienes se aproximan a los 150 mil trabajadores, luego de absorber la mayoría de tercerizados y a un alto número de contratados, quienes conformaban nóminas de contratistas, las cuales recibían altos pagos pero que no retribuían de manera justa sus ganancias a sus trabajadores.
Ha transcurrido el tiempo y el devenir económico del país ha despejado algunas grietas de las cuales todavía subsisten muchas en la industria petrolera, heredadas de las trasnacionales y de la meritocrasia incrustada a través de las filiales, las cuales arrastraron sus políticas gerenciales y el sistema de clases de sus nóminas, expresadas en la nómina ejecutiva, mayor, menor y contratada que subsisten hasta nuestros días en Pdvsa.
Paralelamente a las nóminas señaladas de la industria petrolera y petroquímica, existe una numerosa población de ex trabajadores quienes dieron parte de su vida y su esfuerzo al funcionamiento y al éxito de Pdvsa, como uno de las principales industrias petroleras del mundo.
Se da el caso que actualmente, a pesar de esgrimirse políticas revolucionarias de diálogo en el marco del proceso de la Revolución Bolivariana, se han tomado medidas que parecieran mostrar signos de sistemas laborales superados al eliminar o frenar conquistas de la población de jubilados, quienes superan los 28 mil ex trabajadores petroleros y petroquímicos en el país.
Al Presidente de la República Nicolás Maduro, a directivos de Federaciones Sindicales y a la alta gerencia de Pdvsa se le han hecho llegar justos reclamos y pedimentos, todos ellos vinculados a reivindicaciones del colectivo de jubilados que no han sido satisfechos; al contrario, más bien se ha atentado contra viejas conquistas y derechos adquiridos por este combativo número de ex trabajadores petroleros.
Actualmente de un solo plumazo y a través de un adefesio jurídico fue eliminado el legítimo derecho para que el colectivo de ex trabajadores administren su Fondo de Jubilados, el cual no es patrimonio del Estado sino de los ex trabajadores petroleros, al cambiarse los estatutos para el manejo del recurso producto y resultado de sus aportes, los cuales generaban importantes intereses (en divisas) para paliar la situación económica de sus miembros, la cual se ha hecho cada vez más crítica sobre todo por la actual situación económica que vive el país.
De una manera injusta la actual Junta Directiva de Pdvsa y los directivos del Fondo de Jubilados, representado por ejecutivos y directivos de la industria (no participan los jubilados) no han presentado cuentas del rendimiento del Fondo – auditado- ni han pagado a los jubilados los intereses correspondientes a su rendimiento de los años 2014 y 2015.
A través de Ajip, la Asociación de Jubilados de la Industria Petrolera y Petroquímica y sus asesores en Caracas, se ha buscado de la mejor manera un diálogo y ser atendidos por la Junta Directiva de Pdvsa, RRHH y los directivos del Fondo y no ha habido ninguna respuesta.
Ante la anterior situación y siguiendo los pasos del Estado de Derecho y de la Constitución de 1999, los jubilados petroleros han buscado la intermediación de la Defensoría del Pueblo y la intervención de la Contraloría General de la República para que sean escuchadas sus justas peticiones a través de Ajip, legitima representante del colectivo de Jubilados de Pdvsa.
Sumado al anterior cuadro - cosa calificada de muy grave por parte de los jubilados - en correlación con la LOT (Ley Orgánica del Trabajo) el colectivo de ex trabajadores de la industria petrolera fue víctima de una decisión injusta a través de una Resolución de la Junta Directiva de Pdvsa (RRHH)-
La Resolución en vigencia creó jubilados de primera y de segunda, al excluir a un número aproximado de 28 mil jubilados de la homologación de su pensión.
La medida asumida por Pdvsa declara sólo la homologación a los actuales trabajadores de la industria petrolera y petroquímica y dejó por fuera (como la guayabera) a una población representada por Ajip y declaró la homologación a partir de enero del 2016.
Los ex trabajadores de la industria petrolera, agrupados en un importante colectivo y representados por AJIP y respaldados por un Comité Asesor en Caracas, reclaman con justicia recuperar el Fondo de Jubilados y han asumido como punto de honor, para los 28 mil jubilados y sus familias, una justa HOMOLOGACION ya que se viola la Ley laboral al crear jubilados de primera y de segunda en Pdvsa y se apartó del precepto jurídico laboral: “igual trabajo, igual salario”.
¡Amanecerá y veremos!