La clase trabajadora, que se formó con la industria petrolera y el surgimiento de la agroindustria, fue fuertemente afectada por el modelo neoliberal, que ente otras cosas le quito las antigüedades de las prestaciones sociales y más aún desarticulo su accionar político con la perdida de legitimidad de los gremios y sindicatos. Durante el gobierno de Chávez se han creado nuevas instancias de organización popular y lo más importante con las políticas económicas como las nacionalizaciones, cooperativas y los cambios legislativos se ha estimulado la democratización económica. Sin embargo, aún distamos muchos de tener una clase trabajadora plenamente organizada, autónoma y consciente de su papel en la constitución de un nuevo modelo social.
En cuanto a la relación del gobierno con el sindicalismo, a pesar de reconocer los niveles de burocracia, corrupción, entreguismo, falta de democracia interna en la CTV, según Héctor Lucena (2005):
A lo largo de los primeros años de gobierno, lo característico de las contiendas en donde participaba el gobierno eran sus contundentes victorias. Las primeras confrontaciones que derrotaron posiciones del gobierno ocurren en el ámbito de las relaciones de trabajo –huelga petrolera de septiembre de 2000 y referéndum sindical de diciembre de 2000(…) En los primeros años del gobierno predominó la opción de mantenerse en la CTV (...) el oficialismo carecía de suficientes dirigentes para asumir el compromiso de crear una central. (p.88).
Después de la derrota en las elecciones sindicales del 2001, y del fracaso por tomar el control de la CTV, pero fundamentalmente después del golpe de estado del 2002 y el paro económico entre el 2002 y el 2003, donde la dirigencia de la CTV-aliada a la burguesía y los sectores más reaccionarios- tuvo un papel principal, se crea la Unión Nacional de Trabajadores (UNT). Pero esta no fue una iniciativa de los trabajadores sino del gobierno. La otra estrategia desarrollada por el gobierno fue el apoyo a las cooperativas, que de unas 600 existente en el 2003, pasaron a más de 6.000 en el 2008.
Si bien es cierto que en Venezuela se ha dado un auge de formación de nuevos sindicatos, según el CNE, en 1997 existían 209 sindicatos, pero ya en el 2001 se registraron 3543 sindicatos, 74 de ellos de carácter nacional, 3 Centrales Sindicales, 100 Federaciones. Pero paradójicamente a este número creciente de organizaciones la tasa de trabajadores afiliados decayó de un 30%. a tan solo 14% en el 2002. En las elecciones del 2001, apenas votaron 300 mil trabajadores, de casi dos millones de afiliados que decía tener la CTV, y de más de 10 millones de trabajadores activos en todo el país.
Lo propio del comunismo es que, al no existir propiedad privada, ni clases sociales, los trabajadores serán libres y el producto del trabajo será socializado, no habrá ni privados ni estado, por ende, no tendrán sentido los sindicatos. ¿Para luchar contra quién?, solo el Partido como elemento de cohesión y formación permanente para direccionar los cambios y enfrentar las amenazas de los enemigos. Pero conscientes que esto es un largo camino- para algunos utópico, pero es el único camino frente al capitalismo, que no solo explota y aliena, sino que está acabando con el planeta- el socialismo como transición debe garantizar la mayor participación de los trabajadores, la cogestión y control sobre las empresas e instituciones, empezando por las del sector público. En este proceso la participación y acción inicial del estado socialista es fundamental, pero nunca puede y debe sustituir al trabajador como verdadero sujeto histórico de transformación.
Como en todo proceso en construcción, las relaciones entre gobernó y trabajadores han tenido sus altas y bajas. Frente algunas protestas, y movilizaciones de trabajadores, desde el gobierno se les ha tildado de traidores, como lo fue en el caso de SIDOR, pero la radicalización obligó al estado a reconocer los legítimos derechos de los trabajadores, hasta llegar a la nacionalización de la industria. Igualmente hemos acusado la proliferación de cooperativas sin regulación, trabajadores tercerizados, contratación colectiva directa por encima de los sindicatos.
Mientras no exista socialismo, la racionalidad del Capital suscite, y el estado-aun en el proceso hacia el socialismo- se comporta como empresario. Y el trabajador en este proceso difícil y contradictorio se enfrenta al Capital, así este último esté en manos del estado, como lo ha sido durante todo un siglo en Venezuela, donde el estado domina la principal fuente de riqueza: El Petróleo. Es un proceso de mediación y concientización permanente, donde el estado promueve el poder del trabajador, pero sin caer en la manipulación y control, y paralelamente los trabajadores, exigiendo cada vez más sus derechos, toman conciencia que por encima de sus reivindicaciones particulares como trabajador están los intereses de clase, que se suman a todos los trabajadores, a los desempleados, a los más humildes, a las los diversos movimientos (feministas, ecológicos, estudiantiles, entre muchos otros) que conforman hoy las clases trabajadoras.
Tal como lo ha expresado, reiteradamente, el propio presidente Chávez (2010):
La Clase Obrera tiene que defender -antes incluso que sus propios intereses- los intereses del pueblo, porque si no fuese egoísta, si los trabajadores de sindicatos y trabajadores y grupos de trabajadores van a defender en primer lugar sus intereses, y dejar en segundo lugar los intereses del pueblo, sería egoísta, y por tanto, no sería socialista, el Socialismo requiere desprenderse de uno mismo, poner en segundo lugar sus propios intereses y en primer lugar los intereses de todo el pueblo, de la Patria, de la Revolución. Y esos intereses bueno son en el fondo los mismos intereses de la Clase Obrera.
Sigamos organizando los Consejos Obreros, y bueno, que los sindicatos y los consejos obreros no tienen por qué entrar en conflicto, todo lo contrario, fortalecer las organizaciones de batalla, para la batalla contra el capitalismo, contra los patronos que abusan, explotan a los trabajadores, y si en alguna parte algún gerente o algún jefe de gobierno, de empresa del Estado abusa, pues ustedes tienen que luchar también contra esos abusos y dar la batalla en todas partes. (http://200.58.114.44/~debatesd/Discursos/discursos_2010/mayo/hugo_chavez_30abril_trabajadores.html).
No hay dudad, la fuerza de trabajo ha visto mejorar su capacidad adquisitiva entre el período 2004 y 2012; especialmente los sectores de menores ingresos quienes se han beneficiado del incremento sucesivo del salario mínimo y han sido beneficiados por las transferencias directas en servicios gratuitos de salud, educación y las misiones sociales. Al comparar el índice de remuneraciones al cierre de 2003 con el cierre de 2010 refleja una mejoría del salario promedio real de 18,33 por ciento y el salario mínimo refleja un incremento real. El salario mínimo venezolano es de los mayores de América latina, con 636 dólares mensuales.
Como consecuencia de la política económica del gobierno bolivariano la distribución del ingreso ha mejorado de manera continua durante dicho período. En el año 1999 el coeficiente Gini se ubicaba en torno a 0,47 y al 2011 se estaba por debajo de 0,39, reflejando con ello una mejoría relativa del ingreso en los dos quintiles más pobres de la población en relación a los más ricos.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), organismo gubernamental dependiente del Poder Ejecutivo, el índice de pobreza en Venezuela se ubicó a finales del año 2011 en 27,4%, lo que representa una caída de quince puntos porcentuales en comparación con el registro de hace diez años. La pobreza extrema también ha registrado una disminución en la última década a pasar de 17,1% en 1998 a 7,3% al 2011.
Desde el 2003 se han establecido en Venezuela una serie de programas sociales que tienen como objetivo proveer cuidados médicos para los pobres y alimentos subsidiados, así como brindar un mayor acceso a la educación. Por ejemplo, un estimado de 14,5 millones de personas o 54 por ciento de la población recibe actualmente cuidados médicos gratuitos mediante el programa Barrio Adentro. Un estimado de 40 a 47 por ciento de la población (cerca de 10,7 a 12,5 millones de personas) compra alimentos subsidiados mediante el programa Mercal con descuentos que promedian entre 41 y 44 por ciento. El reporte de mayo del 2006 de Datanalisis, una compañía de investigación y encuestas asociadas con la oposición en Venezuela, halló que Mercal representa 47,3 por ciento del total de las ventas en el mercado de distribución alimenticia en marzo del 2006 comparado con 34,7 por ciento en octubre del 2005
De acuerdo a un estudio que llevó a cabo Latinobarómetro, encuestadora que evalúa de manera integral los países de la región todos los años, Venezuela se ubica en el primer lugar en equidad social con 36%, seguido por Uruguay y Brasil con 30% y 24%, respectivamente / El promedio de esta variable en América Latina es de 21%.
En este sentido es importante destacar la distribución del gasto social que represento un promedio de un 14% en los últimos 20 años de la cuarta república, a 42% en esta última década. El presupuesto del 2011 destinó una inversión en el área social del 45,7% (Bs 72.891 millones), que serán distribuidos en las áreas de educación, salud y seguridad social, entre otros sectores. Para el año 2009, se destinó un 40% del gasto social para educación. La inversión para el sector salud fue de Bs. 12 mil 28 millones, el cual equivalía el 7,2% del Producto Interno Bruto (PIB).