"Bienvenido el error, para reconocerlo, combatirlo y convertirlo en una nueva invención;
mal venido el engaño, porque es mortal para un proceso revolucionario".
Hugo Rafael Chávez Frías (Palacio Blanco, 6 de enero de 2006)
A medida que avanza la Revolución muchos camaradas que hemos asumido el compromiso de seguir los postulados y el ejemplo del Comandante Hugo Chávez, vemos como ahora en su nombre muchos "revolucionarios" se rasgan las vestiduras y apuntan sus discursos contra la propia Revolución, porque simplemente en estos momentos no se favorecen de ella.
Desde aquella noche, cuando cargando con sus dolores a cuestas regresó de Cuba a despedirse de los venezolanos, con su frase "Mi opinión firme, plena como la luna llena…"y donde designó al Presidente Nicolás Maduro como su sustituto, muchos de sus más cercanos colaboradores vieron derrumbarse sus sueños y por eso ahora se apartan del camino de la Revolución.
La verdad verdadera es que si bien - sus ocultas aspiraciones presidenciales – desde la principal industria del país (Pdvsa) y desde los más encumbrados cargos de poder que ministro alguno hubiese tenido en el país, el Comandante Chávez no vio en él su sustituto sino que inclinó su mirada hacia un autobusero, el hoy Presidente Constitucional de todos los venezolanos: Nicolás Maduro Moros.
Lo más importante sería que estos personajes (como el virrey petrolero) regresarán al país a enfrentar situaciones no muy claras - ante la justicia - por errores de su burocracia al frente de Pdvsa.
La misma burocracia que hoy ataca desde el exterior junto a los traidores de la oposición, quienes enfilan sus misiles de odio desde Miami, Bogotá y Madrid donde ya comienza a flotar la podredumbre como fruto de su corrupción.
Lo peor de este cuadro dantesco e inverosímil - que parece una contradicción - es ver como por ejemplo la primera industria del país, Pdvsa, es repartida en pedazos y no precisamente entre "revolucionarios" sino entre quienes representan mafias de presos, que hoy se han convertido en "pranes petroleros" .
Todos ellos pretenden continuar en el negocio bajo las enseñanzas del virrey, un "blanco de orilla", quien pretende seguir dictando pautas de economía al Gobierno desde un palacete en la vieja Europa.
Lo lamentable es que los nuevos planes de la industria - bajo la tutela de un sol de las FANB - sirvan presuntamente para dar órdenes, quizá por desconocimiento en la materia petrolera o por las circunstancias actualmente imperiosas de incrementar la producción.
Lo peor es que tales lineamientos ya se firmaron en Miraflores y se distribuyen los contratos desde Pdvsa a caimanes de este mismo charco con la asignación de campos - ya conocidos por ellos mismos - para la explotación petrolera en el oriente y en el occidente del país: Este hecho es ¡asombroso!
Pero este tema estratégico lo dejamos para la discusión del más alto gobierno y de los "expertos", quienes definen la nueva política petrolera del país; ya no con una visión de ser el petróleo el único pilar fundamental de la economía (que lo es en realidad) sino en una nueva economía más autónoma, productiva y diversificada.
Dentro de todo este maremágnum de situaciones que buscan una salida a la guerra económica del país y ante el acoso por un bloqueo de parte del imperio norteamericano y los cipayos criollos, la verdad es que el Gobierno Revolucionario no la tiene fácil y por eso agota todas las posibilidades en busca de una solución inmediata.
A la par de este cuadro que es vital para el país por tratarse de Pdvsa, han surgido ideas y planteamientos por parte de un colectivo el cual sirvió por muchos años con entrega y formación para adquirir una experticia, en los más exigentes campos de la exploración, producción, refinación y comercialización de la industria petrolera y petroquímica de Venezuela.
Se trata del colectivo de jubilados de la industria más importante del país (Ajip) y de quienes - hoy transitan algunos por el mundo - vendiendo su pericia y su capacidad gracias a la formación adquirida dentro de la industria petrolera y pagados por el Estado. (Deberían tener un Plan Retorno a la Patria Especial).
Muchos quienes seguimos en el país también pudiéramos representar una magnifica fortaleza y un valioso aporte para Pdvsa ; para asumir retos dentro de la industria petrolera, pero hemos sido apartados y hasta olvidados por el Estado venezolano.
Prueba de ello es la deplorable situación en la que nos encontramos los jubilados petroleros y petroquímicos del país con pensiones de miseria, gracias al saqueo de que fuimos víctimas de nuestro Fondo de Pensiones por el "virrey petrolero", quien sigue vivito y coleando y se pasea por el mundo, reviviendo sus viejas aspiraciones y sueño de ser Presidente de la República.
Hoy a través de Ajip, el colectivo de jubilados de la industria petrolera y petroquímica hemos elevado nuestros reclamos ante las más altas instancias del Estado: Defensoría del Pueblo, Contraloría General de la República y la Fiscalía General de la República por retención de nuestros haberes e intereses, situación que tiene ribetes de ser una "presunta estafa agravada".
Es lamentable que la actual situación vivida en carne propia por los jubilados de Pdvsa en tiempos de Revolución, luego de haber acudido esperanzados a las más altas instancias del Estado, incluyendo la propia Presidencia de la República para reclamar nuestros legítimos derechos y conquistas laborales de largos años de servicio, las mismas hayan resultado infructuosas.
Lo lamentable de la situación que nos agobia al colectivo de jubilados petroleros es que la solución solo pareciera esperar ahora, por la Corte Celestial; porque en RRHH de Pdvsa y en las más altas instancias del Estado revolucionario venezolano, "no nos paran bolas".
¡Amanecerá y veremos!