Aumento por decreto, inflación por decreto

El 17 de enero de 2008 escribía a través de esta página lo siguiente:

“Ojalá y para el próximo 1° de Mayo el líder Presidente y padre del proceso revolucionario, le dé el regalo a todos los trabajadores de llevar la jornada laboral de 8 a 6 horas como lo contemplaba la reciente “no aprobada” reforma constitucional. De igual manera; la masa laboral venezolana espera el retorno al viejo régimen de retroactividad de las prestaciones sociales que, igualmente, lo contemplaba dicha reforma. Así mismo, los trabajadores de la economía informal esperan su inclusión, como igualmente se planteaba en la reforma, en el sistema de seguridad social y, para cerrar este conjunto de beneficios, se espera, por parte de todos los trabajadores jubilados del Estado Venezolano, el otorgamiento del merecido cesta ticket, del cual es “despojado” injustamente cuando pasa a la honrosa situación de jubilado.

Este último beneficio, lo disfruta el trabajador de la industria petrolera que, a nuestro entender, fue, es y ha sido siempre un privilegiado frente a otros trabajadores, tanto en tiempos de la cuarta como en tiempos de la quinta, estableciendo desigualdades en un Estado que se precia de equidad y justicia social.

Recientemente, la Asamblea Nacional acaba de aprobar el incremento de la unidad tributaria a 46 Bs.F que tiene incidencia sobre el bono alimentación del cual disfruta el trabajador activo y del que se despoja al jubilado. Esto es injusto.

De ahí, que en honor a la justicia, si bien el proyecto de reforma constitucional que contemplaba todos los beneficios anteriormente mencionados, excepto el referente al cesta ticket para el jubilado, vieja aspiración de este sector laboral, no fue aprobada por el soberano, ello no tiene porque ser pretexto para que el líder presidente no haga honor a su palabra de equidad social tantas veces pregonada e incluya, además del consabido aumento del salario mínimo para este próximo 1° de mayo, estos beneficios para todos los trabajadores activos, trabajadores de la economía informal y jubilados del Estado Venezolano.”

¡Es justicia…es socialismo!

Fin de la cita.

Hoy la realidad es otra. Nada de lo esperado se dio con la excepción del aumento del salario mínimo el que a la postre se trasladará, como lo admitió el propio ministro de las finanzas, Haiman El Troudi, en el programa “En Confianza” del camarada Ernesto Villegas, a los precios finales de los bienes y servicios, a pesar que el ministro no cree que se ubique por encima del 17% que es la inflación esperada para el año 2008 [sic]

Pero el problema no es ese, sino que aquellas trabajadoras y trabajadores que no se rigen por ningún tabulador del Estado porque no son empleados públicos, ni lo son del sector privado, sino que viven a destajo, van a ser afectados indirectamente porque tendrán que pagar con los platos rotos de una inflación que los tocará sin haber sido sujetos y objetos de los supuestos beneficios de los incrementos salariales.

Probablemente pertenezco a una especie que no entiende nada de la economía pero lo que mí sensatez me dice es que, sí los aumentos en el sector público no se dan a través de las contrataciones colectivas, estos, se seguirán convirtiendo en sal y agua para los beneficiarios y en más sacrificios para quienes no lo reciben que no se escaparán, eso sí, del impacto que por “retruque” trae sobre sus ingresos estos decretos sin haber percibido ningún aumento salarial.

¡El que tenga oídos, que oiga!

Médico

elieceralvarado@cantv.net


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Eliécer Alvarado

Médico y revolucionario.

 elieceralvarado@hotmail.com

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