(Los Jubilados como perros muertos)

Masoquismo Sindical

Desde sus orígenes, los sindicatos han sido perseguidos por la masa patronal burguesa. Sus innegables triunfos en materia de reivindicaciones laborales han costado vidas, sudor y lágrimas. Sólo a punta de sus titánicas perseverancias las condiciones de los trabajadores no han caído más bajo.

Sin embargo, es un hecho que la histórica dinámica obrero-patronal no ha podido evadir el dominio económico ni imponerse sobre la clase burguesa. Por el contrario, el movimiento obrero sindical ha sido quebrado de mil maneras y una de ellas ha sido su corrompimiento y prostitución.

Para nadie es un secreto que los escorioles se convirtieron en autoridades sindicales, y hoy por h. suelen contradictoriamente controlar las masas trabajadoras con tendencias marcadamente propatronales.

Como tupé de dominio antisindical y de corrupción del movimiento sindical y proletario, hasta legalmente se constituyeron “sindicatos” patronales, según los cuales los capitalistas pueden declarar su lockout cuando les venga en gana.

Pero donde apreciamos el más descarado procedimiento antisindical es en la constitución de sindicatos de jubilados, eufemística y subrepticiamente conocidos como ASOCIACIONES de JUBILADOS.

Estas asociaciones recogen buena parte de los vicios del sindicalismo burgués ya señalado anteriormente, y hasta más. Efectivamente, hasta el más lerdo de sus asociados (no directivos) podría interrogarse sobre la razón de ser de semejantes y extemporáneas asociaciones, habida cuenta de que un jubilado debe ser un beneficiario nato, de derecho y hecho, de todas las posibles reivindicaciones que en su condición de trabajador activo pudo haber conquistado su sindicato correspondiente, y cuyo cumplimiento ad infinitum debe seguir corriendo a cargo de los sindicatos de trabajadores activos, si a ver vamos.

Cuando así lo haga caerá en la cuenta de que esas asociaciones son más políticas que económicas. Que sólo sirven para seguir esquilmando hasta la muerte a quienes como trabajadores activos lo fueron tanto por sus patronos como por sus corrompidos sindicalistas, como si se tratara de “perros muertos”, para citar una inferencia del apreciado y respetable difunto, Profesor universitario, Pablo Emilio Hurtado.

Una demostración palmaria de la continuidad corruptiva de estas asociaciones de jubilados lo representa el descarado descuento que se les hace a los jubilados efectivos, no sólo por concepto de cotizaciones parasitarias con cargo monetario por concepto de su jubilación futura, sino que permiten y avalan la desconcertante y obligatoria cuota de Contribución al Fondo de Jubilaciones Nacional, en condición de jubilados efectivos, como si se tratara de trabajadores activos.

Es evidente, aunque se haya silenciado y alcahueteado mediáticamente, que todas esas deducciones practicadas sobre las jubilación por semejante y desfasado concepto representan una descarada y reiterada apropiación indebida por parte de las autoridades de esos perversos fondos sociales, amparados y monitoreados por el mismo sindicalismo corrupto que tan extraordinariamente se ha desarrollado en nuestro país.

Hemos pedido al ciudadano Presidente de la República la intervención de sus buenos oficios para que ponga inmediato coto a semejante abuso cometido por ex compañeros de trabajo en contra del gremio de jubilados. Este pedimento presidencial lo hemos hecho sobre la base del paternalismo presidencial que tanto sigue caracterizando a una Venezuela que todavía no termina de desarrollarse, y sigue bajo el tutelaje civil del gobernante de turno.

marmac@cantv.net


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Manuel C. Martínez M.


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