Compañeros y compañeras de trabajo, hermanos y hermanas de clase:
La historia laboral en Guayana se enrumba por caminos de triunfos y esperanza, es aquí, en nuestras empresas básicas, donde comienza a materializarse el ejercicio histórico del control obrero, su comienzo data desde el año 2005, cuando en Alcasa comienza el proceso cogestionario, teniendo esta como eje central la constitución de Mesas de Trabajo, con resultados exitosos, opacados por la pugna político sindical interna en ese momento, la casi nula divulgación de su desarrollo y resultados y el aislamiento con respecto a las otras empresas básicas.
Fue el comienzo del constructo del poder de base de los trabajadores; como testigo de excepción de ese momento histórico, tengo la obligación de alentar a mis hermanos y hermanas, que actualmente libran una dura batalla en contra de la burocracia, la tecnocracia y los oportunistas de siempre, a que no desmayen, en su convicción por construir la empresa y la Patria, que a la posteridad, dejaremos a las futuras generaciones.
Les cuento que una de las claves importantes para consolidar estas instancias de participación y protagonismo y que además rompe con las estructuras jerárquicas existentes tiene que ver con la confianza demostrada en nuestro accionar revolucionario, se trata de cultivar la tolerancia, el respeto mutuo, el trabajo en equipo, la solidaridad y sobre todo, el aspecto que reviste y marca un hito histórico en los actuales momentos, la “rendición de cuentas”, no tengamos el menor pudor, la menor vacilación en hacerla y en exigirla, esto representa la transparencia, como parte de la honradez, que se contrapone a los actos de corrupción, que tanto daño hace en la gestión pública.
Hay que tomar en cuenta que las Mesas de Trabajo, no solo deben tratar los temas técnico-productivos y administrativos, también deben tener espacios para la lectura crítica, para los aspectos socio culturales y para el ocio creador, buscando también integrar a las demás Mesas de Trabajo en un solo cuerpo orgánico.
Hace poco tiempo estuve en un debate franco y abierto en una Mesa de Trabajo del Área Operativa, y sentí el compromiso que sus integrantes tienen por derrotar los vicios del pasado; además, un integrante de esta Mesa, que afirmó claramente no pertenecer al movimiento bolivariano revolucionario dijo: “Yo estoy convencido que éste es el camino correcto y debemos acompañar al Comandante en este esfuerzo colectivo, porque todo lo que tengo se lo debo a esta empresa y me lo he ganado con el sudor de mi frente.”
Esta es una demostración
de compromiso patrio, que lo que estamos construyendo no pertenece a
unos pocos, sino que es para todos y todas los trabajadores, y eso nos
obliga a redoblar nuestro esfuerzo por unir voluntades.
Hermanos y hermanas,
está en nuestras manos demostrarle al resto del país, a la masa
obrera del mundo que sí podemos, que sí estamos convencidos de
la democratización de la gestión de la planta, de la construcción
del socialismo bolivariano.
Necesitamos trabajar mucho, para regenerar el país y darle consistencia. Por lo mismo: paciencia y más paciencia, constancia y más constancia, trabajo y más trabajo, para tener patria.
Simón Bolívar.
Que viva la clase obrera, sigan adelante, dudar es retroceder.
Un hermano del alma
Alcides Rivero – trabajador de Alcasa.