Es una gran locura la desatada contra Venezuela por la nefasta triple alianza, al sur de Latinoamérica, simplemente intentando construir una venganza para saciar el odio que les generó el hecho de que un hombre como Hugo Chávez Frías haya mandado el Alca al carajo y haya logrado ingresar su país al Mercosur.
Con la funesta Alca, EE.UU hubiese favorecido en alto grado la venta de sus artículos y productos –muchos de ellos manufacturados por trabajadores latinos- a nuestros países y, además de ello, también habría empobrecido más a la región, afectando a las economías nacionales y ocasionar enorme daño a las sociedades como ha hecho con Colombia y México, impactando duramente a los trabajadores y sus familias.
Aclaremos acá, que no debemos dejar de citar el inmenso daño que están recibiendo las sociedades brasileñas, argentinas y paraguayas, no por el desaparecido Alca, sino por sus propias autoridades, altamente señaladas de incurrir en corrupción.
Desgraciadamente, por las tremendas y desacertadas gestiones de la mayoría de sus gobernantes, millones de nuestros hermanos latinoamericanos que no han tenido gobiernos éticos se han visto obligados a dejar a sus familias e ir a trabajar en territorio estadounidense, a realizar las tareas que ellos no hacen y tener que cobrar penosos salarios.
Lo que les ha ocurrido a varias de nuestras naciones no solo es culpa única del nefasto poderío económico y militar estadounidense, sino de los hombres que han gobernado a nuestros países, personas que han creído tener carácter principesco, aunque de simples vasallos nunca llegaron a pasar pues siempre se limitaron a "dejar hacer" y vivir como payasos de una corte que, luego de las fiestas, son echados a sus posiciones de esclavitud en las sombras.
Ya lo escribió en una oportunidad el periodista Michel Collom, al señalar que si el Alca hubiese sido adoptada, "…los Estados Unidos obtendrían la supresión de derechos de aduana y la liberación absoluta del comercio tanto para bienes cono para servicios".
Ahora bien, EE.UU no logró el Alca pero si unos acuerdos comerciales que han generado el empobrecimiento de los productores, de los nacionales de algunas naciones, de un campesinado que ha dejado de sembrar, porque lo que sembraban les viene ahora de las empresas transnacionales estadounidenses.
Afortunadamente, a sus doce años de creada, la Alternativa Bolivariana para las Américas, TCP, se mantiene firme, con proyectos claros, precisos que cada día crecen. Nos referimos a una organización, como dijo Raúl Castro, que ha permitido a varias naciones liberarse del analfabetismo, que ha facilitado a otros millones de personas recuperar la vista y ha creado un comercio solidario, integrado, que les ha hecho soportar las crisis internacionales.
Con el Alba ha sido posible unir la solidaridad a la salud, lo educativo, lo espiritual y sus recursos para avanzar hacia la solución de los problemas de Latinoamérica. Otro modo de hacer las cosas, para vivir mejor; otro mundo posible, con soberanía, con respeto, con igualdad y libres y como dijo José Gervasio Artigas, "Nada podemos esperar si no es de nosotros mismos".
Lee el siguiente blog: wwwpertinentes.blogspot.com (Premio Aníbal Nazoa/2010) Mención Opinión) Pedro Estacio estacio_conac@yahoo.com