La olla podrida que destapó Calderón Berti desde Colombia, viene a confirmar lo que tanto se ha dicho sobre la campante corrupción que rodea a Juan Guaidó, desde que auto juramentó como presidente interino de Venezuela. Reciéntenme, Guaidó removió de su cargo como "embajador" del diputado en desacato en Colombia. Calderón Berti no pudo callar. En una rueda de prensa denunció la podredumbre que salpica a los amiguitos de Guaidó, y afirmó que el gobierno colombiano está informado del caso. "Utilizaron prostitutas y alcohol, mientras el resto de la oposición en Venezuela, puso la esperanza en ellos, para lograr un cambio político".
En otra parte de sus declaraciones, señaló que "Las autoridades colombianas me presentaron pruebas que incluían documentos ficticios y dinero destinado prostitutas y licor… Por eso pedí una auditoría sobre lo ocurrido para determinar quiénes fueron los responsables".
Calderón Berti, se sacudió de ese entorno plagado de hechos de corrupción y despilfarro del dinero fácil. "Hubo manejos impropios —puntualizó Calderón Berti—, de los recursos, y la gente tiene derecho a estar informada. Yo no tuve nada que ver con la filtración de la información sobre lo ocurrido. Lo triste es que se filtrara, y más triste es que haya ocurrido". En fin, esta es la calaña de la gente que pretende gobernar a Venezuela. Se comprueba una vez más que no son más que unos oportunistas que nada bueno quieren para el país.
Esta es una de las razones porque el pueblo opositor no le responde a Guaidó cuando convoca a marchar. Todo apunta que no levantaran cabeza nunca en contra de Nicolás Maduro y el proceso bolivariano. No tienen con qué. Son unos inmorales, y se han desprestigiados tanto que perdieron no sólo el apoyo popular, sino el apoyo de la derecha internacional que tanto énfasis puso para derrotar a Maduro. Invirtieron millones y millones de dólares para tal fin, y, se los robaron, como se robaron a Citgo y otros activos del Estado venezolano. He allí la razón por qué están como están. Y, en especial, el por qué no volverán.
