La oposición venezolana se encuentra en una verdadera historia febril a pesar de su esfuerzo por querer conocer las nuevas tendencias ideológicas y contrastar puntos de vista de algunos pensadores del momento. No desean reconocer en absoluto el diagnostico de una sociedad que aspira tener una verdadera libertad en el juego político. Ya no es el momento de fantasear, sino de trabajar para lograr con el mayor éxito el desarrollo del país.
Algunos dirigentes desconocen el parámetro confiable para darles a los líderes media una retórica adaptable a la nueva realidad política y socio- económica del Estado y las regiones. Estos grupos adversos al gobierno, lo que hacen es crear escenarios capaces de elaborar situaciones no asertivas. Es un principio que lo han tomado desde el año 2002 y cada día se alejan de las barriadas populares.
Hay que fomentar la disciplina partidista y así lograr incorporar a la Asamblea Nacional un grupo de jóvenes dirigentes que tienen una participación activa en las comunidades y no se dejen devorar por el tiempo. Es muy acertada la incorporación de profesionales juveniles como candidatos al parlamento, ahora la idea es foguearlos y formarlos ideológicamente.
Necesariamente hay que ir en el próximo período a una reforma más integral del Estado venezolano, para ir adaptándolo al nuevo orden mundial y que la vieja ley del Código de Comercio no afecte la economía del país como lo viene haciendo. Solo se debe favorecer la iniciativa privada en aquellos sectores que desean proteger y fomentar la seguridad jurídica de las comunidades, más no la destabilización y el fomento de situaciones especulativas. Necesitamos con urgencia leyes que agilicen a la nación como tal. Los mercados municipales deben estar trabajando junto a las unidades comunales y ser operadas por gente responsable que determinan una política de precios justos y un beneficio sanitario en torno a las personas que allí laboran.
Todos, extranjeros y venezolanos estamos obligados a entregarnos al trabajo comunitario para lograr una repuesta positiva a los nuevos requerimientos del Estado venezolano y así estar imbuidos en una verdadera hermandad de lucha política y acoplarnos a los nuevos requerimientos de la Unidad Europea.
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Es necesario trabajar acoplados para evitar la anarquía en el poder y sumar voluntades para lograr el sueño de nuestro Libertador Simón Bolívar en toda su dimensión. Es una lucha ardua donde tendremos que aplicar un muestreo de nuestras necesidades y hacer un proyecto en base a los anteriores con el único fin de asentar responsabilidades y determinar como última causa, un modelo de país que en lo absoluto no desea rebotar hacia el pasado. Venezuela es el motor de la unidad integradora del Sur
