La vida es una lucha colectiva para vivir conscientemente de ese momento histórico que todos buscamos y que nos lleva obviar ese pasado que, nos lleva a colonizar el pensamiento. Por lo tanto, la libertad es necesaria para darle especificidad a lo primario en nuestro Ser, es la confianza hacia el prójimo y la relación de los perfiles de cada amistad junto a su papel, para descubrirnos ante la sociedad.
Ante una sociedad depredadora, entiendo que es difícil escribir una nota para que el lector entienda el mundo interno que nos rodea y, como no sufrimos de ceguera, hay que entender que un sentimiento solidario se hace necesario para recorrer el difícil camino de la vida y, esto, constituye un asunto de conciencia ya que las sombras históricas siempre estarán acompañándonos en la búsqueda de un placer inhóspito.
La Iglesia debe ser fustigada por su religiosidad y la manipulación hacia una sociedad desviada por el consumismo y el capitalismo. Que busca afanosamente una reorientación sobre los principios de la vida y la lucidez de atravesar la oscuridad del tiempo, cuyo contenido es un silencio sepulcral. Tengo que defender cada uno de mis versos en contra de la hipocresía y la religiosidad, los curas le hicieron mucho daño a mi alma al observar su obsesión por la manipulación de la conciencia y el ocio de encontrar en la política la alteridad de Dios, por eso, los sacerdotes siempre han vagado en la declinación y altruismo de sus pensamientos.
Cada uno, tiene grabado su nombre en la historia. Provenimos de una familia que siempre le dio apoyo al culto primitivo que nos ha identificado en cada ciclo de los relatos en nuestro país Ya esta finalizando éste ciclo, la historia revoletea su legado para grabar en la conciencia algún lema que determina la luz o oscuridad del tiempo. Urosa Savino, como Cardenal ha reflejado siempre esa oscuridad porque la Iglesia Venezolana esta en crisis porque no representa los intereses de un colectivo, su mensaje político ha declinado el mundo de la fe,
Teca más nos engañarán. Nuestra alma tiene una resistencia natural hacia lo malévolo y solo estamos obligados a contar historias que particularizan el camino hacia un mundo mejor. Hay una realidad que se hizo sueño y estamos obligados a descubrir y luchar para que esa realidad mejore y no sucumbir en las garras de una manipulación agravada por las instancias eclesiales, ocultas por años tras los portones del monasterio.
Valencia. Edo Carabobo. Venezuela