¡Qué tal, camarada!
En esta permanente lucha. Y desde aquí porque la participación
psuvista solamente podríamos hacerla en las patrullas, pero hay
que darle paso a los jóvenes. Pudiésemos colaborar desde alguna posición
de asesoramiento doctrinario.
He pasado 4 veces –en
distintos días y meses– por la casa del partido en la calle Sucre
de Pto. La Cruz y nunca se consigue a ningún directivo. No sabemos
cuándo se reúnen. Explicación: la mayoría está en funciones de
gobierno.
Cuando la “excelente”
caminata en el bulevar Sucre de Barcelona en defensa de Chávez ante
la agresión Uribe-imperio, donde por fin vimos a unos amigos de PDVSA,
ciertos camaradas me manifestaban que debíamos iniciar una acción
y solicitar modificar algunos de nuestros estatutos para democratizar
al PSUV. ¡Vale!
Bien. Visité mi
vieja cuna, Caracas, en plan de salud familiar. Luego de casi 4 horas
de rosca –esquivando huecos– y como era domingo, aprox. 2 p.m.,
seguí en mi carro directo al Panteón para ver y sentir lo que nos
transmitieron los actos en homenaje a nuestro inspirador revolucionario.
¡Sorpresa! Desagradable,
por cierto, no lo abren los domingos. Y los que nos fuimos aproximando,
hasta de los Andes, manifestamos que era un error. Los domingos son
los días cómodos de visita de provincianos y de caraqueños. Esperemos
que alguien analice esto.
Ah, me fui a PDVSA La
Estancia. ¡Qué belleza, coño! Tremendo mantenimiento en todas
las áreas. Los jardines como los que hemos visto en Kioto –pero en
fotos–. Tremenda exposición del maracucho, premio nacional de pintura
2007, Ender Cepeda. Y, como todos los fines de semana, un acto cultural
con masiva participación. ¡Bien por esa calidad! (lo único, no hay
suficientes estacionamientos en 200 metros a la redonda; inclusive,
la alcaldía de Chacao cerró el de debajo de la Plaza Altamira)
Me dio tiempo de pasar
por el CELARG. Cuando voy a Caracas siempre lo hago. Había una exposición
de fotografías de tres damas, tremendas artistas. Esto que expongo
es para destacar lo bueno y lo malo que aprecié. Ojalá fuese para
un Chávez Candanga. Caramba, que de paso, luego de estar decepcionado
por esa comunicación con Chávez ya que desde que se inició envié
dos propuestas, esta semana me llamó una joven para corroborar mis
datos y, cosa rara, me solicitó le explicara el alcance de mi propuesta.
Rara, porque envié tres
páginas bien definidas para alcanzar la Seguridad Social de todos los
que acá vivimos, sin costo para el Estado. Con simpatía se la resumí,
con simpatía e interés la oyó, compartiéndola. Esperemos surta efecto,
la necesitamos.
Me fui a la zona de los
museos en los Caobos. Llegué a las 6, estaban cerrando, suena lógico.
Conversando con los artesanos que bordean el sector desde la Universidad
de las Artes hasta la entrada al Parque, y con la emoción del que comparte
cultura, todos, aun a luz del día, recogen sus mesitas y se van porque
de ahí en adelante se desborda el hampa.
¿Y entonces? Me dio
arrechera eso de la inseguridad en ese sector de distracción.
Pasé al ALBA Caracas,
ya que me había estacionado en el sótano, y, sorpresa, me topé
en la escalera con el Prof. Aristóbulo. Como lo saludé con afecto,
creyó saludar a un conocido a quien no recordaba. Le mencioné que
era del Pto. La Cruz, parte de su Vicepresidencia partidista, y estábamos
conociéndonos, pues, asunto absurdo ya que debiésemos ser parte del
apoyo político del PSUV, pero…
En la brevedad del encuentro
de escaleras sólo atiné a observarle, cara al 26S, la
necesidad de solicitarle a las autoridades de Anzoátegui, Gobernador
y Alcaldes Psuvistas, que hagan con urgencia una cayapa tapando la huecazón
y demostremos eficiencia, por lo menos ahí, que es lo más masivamente
molesto para todos los habitantes y una visible acción “re vo
lu cio na ria”.
En cada uno de mis artículos
casi siempre destaco esto de los huecos, porque es una constante y la
mayor molestia para el que va, conduciendo o de pasajero, en moto, en
porpuesto, en taxi, en buseta, en autobús, en carro… en bicicleta.
Todos mentando madres. Nos disculpen las matronas que no tienen nada
que ver.
Y tanto va el carro a
la huecalle hasta que se le revienta un caucho.
Me ocurrió anteanoche,
lloviendo, en ruta a mi casa caí en uno. Aplastando el caucho me estacioné
frente a una alcabala de la PM. Luego que drené, con decencia, mi arrechera
de tanto solicitar por estos medios y hablando con autoridades, sin
éxito, una acción para solucionar esa catástrofe cotidiana, me comentaron
que en un hueco un poquito más arriba –falla de borde– se reventaba
un caucho casi a diario.
Y, como le ocurre a muchos,
además de cauchos y rines, le agregamos, perdida de amortiguadores,
tren delantero, desajuste de carrocería, soportes de motores y esquives
con choques, a veces con choques, etc. ¿Quién nos paga? Sin
comentarios.
Y las autoridades pensando
que organizándonos en el PSUV, cuadrando patrulleros, etc., saliendo
por TV. para que el Líder vea eficiencia política, vamos a mejorar
la imagen de diputados y candidatos a, que muy de vez en cuando se ven
en algunas pequeñas reuniones eleccionarias en comunidades buscando
prosélitos. Aunque en esta campaña, ni eso.
Todavía la Revolución no se aprecia en las calles. Salga usted y dígame cómo la percibe el ciudadano que no esté en la política, chavista o de oposición. “Hay que escuchar a Chávez para sentirla”
Luego de visitar la tremenda
Arepera Socialista, solidaria, limpia, ordenada, etc. del Parque Central
–fui ingeniero residente durante la construcción de sus 2 primeros
edificios–, tomé una mototaxi con motorizado de uniforme y todo (Excitante
experiencia de meterse entre los carros pensando que nos vamos a envainar
las rodillas), llegué al Min.Cultura, subí a nuestra revolucionaria
editorial “El perro y la rana”, cuyo logo, igual para todo lo de
la Cultura, es un perro y la rana de la etnia panare.
Aquí me detengo.
Si no viajo a Caracas no me entero que habían extraviado la data de
2007 y 2008, y que averiguarían sobre “Diálogo Inmortal”, esperanza
de publicación bicentenaria, final de mi trilogía sobre Bolívar.
Como llevo par de años averiguando, en especial vía telefónica, sobre
su posible publicación, sugerí que abrieran una página en Internet
donde indiquen el estatus de cada obra ¡y ya! Sin llamadera, ni molestias
bidireccionales.
Compartí con un viejo colega y amigo “escualidísimo” (80 años) maestro con quien comparto, junto a otros colegas, la responsabilidad de haber elaborado las normas para construcción e inspección de Plantas de Tratamiento de Aguas, potables y servidas, para el INOS, y me expresó que su hija le regaló un libro de Tulio Álvarez (súper escuálido) donde saca mentiras sobre Bolívar.
Me mencionó algunas de ellas las cuales rebatí. “13 Mentiras Bicentenarias”. De una entrevista que le hicieron a la joya del escritor, que localicé por Internet, vean esto: Con un compromiso con la verdad acaba con los mitos más queridos de la historia oficial venezolana. “Son esas falacias con las cuales se ha querido construir nuestra nacionalidad, transmitidas por varias generaciones y convertidas en presuntas ‘verdades históricas’ explotadas por Chávez” “La independencia fue el resultado de un fraude que se llevó a cabo aprovechando el vacío de poder que se produjo en España y la situación de anarquía que imperó en Venezuela. Y eso hay que decirlo, duélale a quien le duela”. “Allí pongo en evidencia la grandeza de algunos y la mezquindad de otros. Por ejemplo, yo de Bolívar rescato su gloria civil, pero no su militarismo” ¿Una interpretación buena?
Lejos está de ser una
obra histórica, pienso, porque Álvarez, salvo escritos legales, nunca
ha estado vinculado a la historia. Y para poder escribir sobre sus mentiras,
lamentablemente debo comprarla, ya que por el título y la entrevista
es un libro contra Chávez y la Revolución bolivariana.
Estas torpezas contra
Chávez permiten que se explote la personalidad de Bolívar sin explicar
los hechos históricos. Por ejemplo, buscando sobre Álvarez encontré
en Noticiero Digital: -¿Simón Bolívar murió de sífilis?
Que cree Ud.???
Y no vengan los chavistas con estupideces.....
Y cada escuálido se lanza con su ignorante comentario. Menos mal que
también hubo un comentario que describe los males del Libertador, sin
sífilis.
Para ustedes, camaradas,
mis palabras mágicas, “para finalizar, como Morón habló del Caldas
y Lusinchi y no mencionó a su barragana y sí trató de descalificar
a la coronela Manuela Saénz transcribo parte de un artículo de un
historiador-investigador –como debe ser– nada menos que uno de los
mayores representantes de la oligarquía venezolana, Alfredo Boulton,
quien le lleva a Morón una morena como persona y todos lo demás.
De unas declaraciones
de Don Ricardo Palma, quien la conoció, de 1856: “En su acento
había algo de la mujer superior acostumbrada al mando
y a hacer imperar su voluntad. Era un perfecto tipo de mujer altiva.
Su palabra era fácil, correcta y nada presuntuosa, dominando en ella
la ironía. Se la vio en las calles de Quito y en las de Lima cabalgando
a manera de hombre en brioso corcel, escoltada por dos lanceros de Colombia…
Dominaba sus nervios conservándose serena en medio de las balas y al
frente de las lanzas y espadas tintas en sangre…”
Boulton también recoge
su atractivo, según apreciación de Don Pedro Pereira Gamba, quien
refiere la conoció en Bogotá: “de rostro
color de perla, ligeramente grueso y ovalado, de facciones salientes,
todas bellas, ojos arrebatadores, donosísimo seno y amplia cabellera
suelta y húmeda, como empapada en reciente baño, la cual ondulaba
sobre la rica, odorante, vaporosa bata que cubría sus bien repartidas
formas”
Y el negro ahí… ¡Saludos Simón…!
edopasev@hotmail.com