Tascón, está en el infierno pagando su crimen
De: | José Francisco Rodríguez (josfrod58@hotmail.com) |
Enviado: | sábado, 14 de agosto de 2010 12:21:56 p.m. |
Para: | edopasev@hotmail.com |
CORRUPTOS BANDIDOS
DELINCUENTES
Me llegó este correo
a raíz de mi artículo de la semana pasada, recordando a Tascón. A
éste tipejo no le di el gusto de contestarle esta enorme estupidez,
llena de odio contra todos nosotros, más a los empleados públicos.
Aunque ahora se sentirá importante por salir en este espacio (ya que
los escualiduchos leen estas aguerridas páginas) Tal vez es un tipejo
de los de la vieja PDVSA quienes andan arrechísimos ya que todavía
creen que los botaron, cuando con tres ausencias estás botado y ellos
se “escaparon” del trabajo y nada menos que por un par de meses,
incumpliendo con sus responsabilidades.
Y, además, los arrechos
somos nosotros porque nos hicieron quedar en ridículo ante el mundo
por no cumplir con nuestras obligaciones de exportación; dañaron programas
de computación que habían puesto en empresas estadounidenses, paralizaron
las refinerías (menos la de Puerto La Cruz que protegimos en los portones),
se taparon todas las tuberías, y había la angustia por el riesgo de
explosiones con la toma de los buques.
En total nos causaron
pérdidas por más de 15.000 millones de dólares y, lo que fue peor,
mucho daño a la población, en especial a los más humildes, con la
falta de gas, de gasolina, de transporte, de ambulancias, de las medicinas,
etc., etc.
Dios nos agarre confesados
si por cosas del destino, por designios divinos, aunque lo más seguro
por la ineficiencia de algunos de nuestros funcionarios, apoyados con
la canalla mediática en la guerra de cuarta generación que continuamos
perdiendo, perdemos las elecciones del 26S, en especial las presidenciales.
O que maten a Chávez, le pongan las manos al poder político y con
su odio cada vez más profundo y su revanchismo, nos conviertan a todos,
a cogotazo limpio y vejámenes, en Rodríguez-Chacines, en Tareks Saabs,
etc.
Por eso, ¡guillo!, a
esforzarnos por hacer buenos gobiernos y porque ni se aproximen.
Bien. Ahora, aun distinto,
me permitan que coloque este comentario, que ojalá asimilen los opositores
y, tal vez, algunos de nosotros: La escritora estadounidense Susan Sontag,
se refirió al escritor portugués, José Saramago, recién fallecido:
“El principal trabajo de un escritor no es tener opiniones, sino
decir la verdad, y rehusarse a ser cómplice de las mentiras y la desinformación”.
¿Vale, no?
De aquí los invito
a una carcajada -como las que tuvo que expresar Andrés Izarra ante
tantas CNNecedades- con los que se chupan el dedo por creer en la salida
de USA de Irán. ¡Ja ja ja ja..! La risa es porque dejaron “solamente”,
“apenas” 42.000 hombres para entrenar a los soldados iraquíes.
Será un soldado yanqui para cada soldado iraní, ja ja…
Ah…, pero la risita
se nos pone ridícula cuando no entendemos que todos esos soldados van
a engrosar los posibles frentes de gue…, perdón, de ataque contra
Irán. Porque esas guerras gringas se basan en “valientes” ataques
nocturnos, y por sorpresa, contra ciudades, cayendo militares y civiles
(infantes –y no de marina– ancianos y ancianas y mujeres en general)
muertos o mutilados, y al final, todos psicológicamente perjudicados,
aterrorizados.
Y preparados contra Corea
del Norte y contra Ve ne zue la. Latente
Voy a insistir en el
desagradabilísimo tema de la huecazón. Me disculpan, pero parte de
la demostración de eficiencia en la gestión simple de unos gobiernos,
revolucionarios o no, estadales o locales, está en lo más visible,
a favor o en contra, como es atender asuntos de la cotidianidad. En
lo masivo. La vialidad es la más visible.
Aún cuando la inseguridad
es un factor de preocupación mundial, que acá en Venezuela se originó
y creció con el descuido de los gobiernos de la tristísimo IV república,
al no planificar y adelantar políticas para desarrollar productivamente
a las provincias, haciéndolas atractivas y vivibles, por el contrario
generaron la nefanda situación de emigración endógena, los huecos
se han convertido en el segundo factor de molestias sociales.
Mientras, no dejo de
hacerlo, recordemos que del campo improductivo, o de la producción
sin protección, explotadora del campesino, se escaparon miles de familias
a las márgenes de las ciudades que presentaban ofertas de trabajo (petróleo,
comercio, turismo, etc.) y atractivos de modernismo. Nada que ver con
el tedio de poblaciones y sectores agrícolas en casi abandono.
De ahí la triste
marginalidad con sus consecuencias sociales y de donde surgen, por abandono
familiar-social, algunos delincuentes (por supuesto, no me refiero a
los comerciantes, banqueros y fedecamaristas inescrupulosos) que los
afectan y vemos en las barriadas peleas a plomo entre pandillas de traficantes
de drogas con muertes, lamentables, que agolpan las morgues de jóvenes
cuya estadística los ubica entre 15 y 25 años.
Entonces, esa violencia
la exportan a los otros sectores de la ciudad, donde urbanizaciones
se convierten en “centros comerciales” para unos cuantos ladrones
que las azotan dando a entender que el hampa está desatada y, por esa
paranoia, uno ve en cada chamo popular un ejemplar malhechor. Cuando
son unos pocos dañados. Empandillados los más.
Me extendí en este
drama pero… volviendo a los huecos, y ahí la relación, son tantos
que se está cambiando el sentido de la precaución al extremo de que
en vez de pedirte que “andes mosca” con los sospechosos, las alertas
se basan en: -¡Cuídate de los huecos! –Tranquila, que yo me conozco
los que hay por donde circulo-. Pero movilícese usted por cualquier
otro sector no frecuentado y comenzará a mentar progenitoras a gobernadores
y alcaldes, revolucionarios o no.
Y, además de los desagradables
momentos ligando que no ocurran de noche cuando les quedamos en bandejita
a los asaltantes que pasen o vivan por ahí, a buscar los churupos para
reparar o comprar cauchos nuevos, bases de motor y todo lo demás de
abajo de los vehículos.
Existe un decreto, no
sé si de CAP, que creó la Fiscalía General de Mantenimiento, una
buena iniciativa para organizar el mantenimiento preventivo y correctivo
de todo lo que dependa de los gobiernos. Habría que rescatarlo o que
por la desesperación el Presidente Chávez tenga que crear el Ministerio
del Hueco, Midehu.
Aunque lo más efectivo
es organizar a las comunidades en esas labores y “darles el poder”
que la Constitución y leyes al efecto le otorgan. Coño, que difícil
ha sido para nuestros gobernantes provinciales deslastrarse de la mentalidad
de la IV y abandonar las ilusiones del poder y pasárselos a los que
interesan: al pueblo.
edopasev@hotmail.com