La ejecución de proyectos sociales en nuestro país, exige la sinceración de los funcionarios públicos y gerentes bancarios para lograr la conclusión de dichas obras. Estas inversiones requieren de disciplina e ideología por parte de los ciudadanos que laboran en dichas organizaciones públicas y privadas. El atraso de muchas obras es el resultado de la inexperiencia y la manera fortuita como se contratan dichas obras, sin contar con la experiencia de dichas compañías. Los retrasos son costosos y en oportunidades se contabilizan en sufragios. Hay que proteger a los inversionistas y las empresas del Estado que convergen en un solo sentido en la industrialización y mejoramiento de la tecnología nacional. Lo más delicado es que todo este gran sistema financiero como bursátil se en encuentra protegido por la seguridad informática y los hackers buscan destábilizar el mundo sureño, gracias a las multinacionales.
La idea de una zona de libre comercio binacional se viene, incluso, tratando con el fin de dinamizar las relaciones binacionales e incorporar el sistema globalizador a las estructuras bursátiles del Estado y enmarcarlo en el proyecto socialista bolivariano. Según los expertos, constituye la única vía para aminorar la crisis con el único fin de crear en la frontera un camino seguro para el intercambio comercial.. Para lograr esto, se debe respetar la ideología y el proyecto país de cada Estado.
Para Venezuela, es vital invertir en el mundo energético y comercial para lograr una unidad monotolitica en sus distintas etapas de desarrollo. Solo resta, levantar un censo para detectar cualquier irregularidad en las líneas de consumo. El problema se presenta por criterios divergentes en cuanto a la mano de obra especializada y la fuga de información interna que dañaría el sistema integral de seguridad ciudadana.
Hay que leer y profundizar en los temas políticos. Estamos en una etapa de transformación del país que la cuarta república engavetó para dañar la infraestructura del mismo Estado. Hay que tener corresponsabilidad y activación ideológica para comprender que tenemos una responsabilidad local y global para la ejecución de éstos proyectos. Lo cierto es que, debemos darle mayor seguridad a la frontera y la actividad empresarial como artesanal que un grupo de ciudadanos, allí activa.
Esto, constituye solo un apéndice que la estructura global determina para darle seguridad alimentaria a un amplio sector de ciudadanos, donde el treinta por ciento es extranjero. Juan Manuel Santos ha optado por lo mejor de sí, su formación profesión y capacidad de decisión.. A su vez, tiene conocimiento militar ya que estudió en la academia naval, economista y cultivó desde el gobierno su perfil político. Busca afanosamente ser el Putin del Sur. Lo importante es sacar Colombia de las ocho décadas de crisis agroindustrial, aunque sus índices de crecimiento miento social y empresarial, porque, logró la migración de un tercio de su población por diversas motivaciones y que hoy, se encuentran diseminadas por todo el Continente americano y europeo.
Por lo tanto, los venezolanos debemos saber marcar las cartas. Ya basta de penetración extranjera y como oficio leamos las cartas de Francisco de Miranda y del Libertador de América del Sur, Simón Bolívar. Entendamos que la política, ahora es integracionista, debe estar respaldada por gobiernos regionales y locales. Es una sola unidad de trabajo. Según analisistas, todos los funcionarios públicos deben reflejar unas ideas fieles a la posición del presidente, de lo contrario, forjaría contradicciones que dispersarían el mensaje institucional y le daría paso al delictismo. Es una posición lógica que exige nuestra meditación.
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