Chávez es idéntico a sí mismo, no encaja en otro molde, sueña y suda una nueva sociedad, parece buscarse a sí mismo en su propia profundidad, creo que él es un buen muchacho. Esta reflexión no pretende ser un juicio unánime ni mucho menos una consideración absoluta sino, simplemente lo que pienso.
Tratar de resumir la vida de un hombre sea quien sea, en una fórmula, es erróneo pero, Chávez es pueblo y en tanto que tal, va palasamblea.
Durante toda esta campaña electoral para elegir una nueva Asamblea Nacional, la oposición centró toda su estrategia en esgrimir el conflicto social y llevarnos al laberinto; Chávez, en contrario, centró la suya en resolverlo y salir de el.
La oposición contrarevolucionaria aludió todo el tiempo a una realidad divorciada de lo real, al tiempo que Chávez cifró todo su esfuerzo en resolver la problemática del país graduando médicos, creando centros de abastecimiento de comida, defendiendo la autonomía petrolera y, entre otras acciones de gobierno, abatiendo el latifundio, lo que a mi modo de ver es de primerísima línea para un desarrollo sustentable.
Privilegiar las necesidades colectivas por encima de las individuales, se traduce en fortalezas, puesto que ello genera soluciones concretas para todos y hacia esa concepción de lo que debe ser la acción de gobierno se estuvo orientando el Ejecutivo Nacional, resultado de lo cual es patente en el ahorro de energía eléctrica en momentos de una dura sequía que amenazó la cuenca del Guri, particularmente.
Entre tanto, la oposición criminal basó su estrategia en el sabotaje eléctrico, en sobredimensionar la problemática delincuencial-que es consecuencia del viejo modelo cuartorrepublicano corrupto y corruptor-y en destacar las orientaciones publicitarias empaquetadas en USA y dirigidas contra la patria venezolana.
Y, da tristeza ver a los propios hijos apuñalando a su propia madre y causarle heridas que no curan; es que la patria es nuestra madre pero para esa oposición criminal no existe patria.
Creo que una de las más trascendentales ejecutorias de Chávez es el haber liberado la política venezolana, de paradigmas torcidos que la sujetaban. Hoy el pueblo discute con propiedad y se encamina hacia una conciencia superior, me consta que el pueblo es sabio y he corroborado, además, durante estos últimos días, que Chávez no necesita una aureola de santo para que el pueblo lo quiera.
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