Como en toda actividad humana, los números no mienten, aunque la interpretación
política de las cantidades pueden ser objetos de diversas valoraciones y, en el
caso de los resultados de las elecciones del domingo 26S, todavía es demasiado
temprano para un examen exhaustivo de las mismas, por lo que solo se podrían
asomar algunos detalles relevantes, dejando la numerología para Jessy,
Aristóbulo, Merentes, Diaz Rangel y otros especialistas en la materia.

1.- Una presencia de 98 voceros parlamentarios en la Asamblea Nacional “No es
poca cosa” y confirma que las fuerzas bolivarianas son clara y sólidamente
mayoría en la Asamblea Nacional, no solo por el diferencial que las separa de
los resultados de la oposición, sino la claridad y el compromiso político de
quienes han sido electos para esta tarea política. No haber alcanzado las dos
terceras partes no es una derrota, si tomamos en cuenta las circunstancias
políticas que hicieron posible alcanzar semejante control de la feneciente
Asamblea Nacional (abstención de la contrarrevolución en las elecciones de
1995) y, todavía esta abierta la posibilidad que durante la transición octubre
2010-enero 2011, se puedan resolver algunas reformas de leyes que exigen tal
mayoría (Ley del Trabajo ej.). En todo caso, a los bolivarianos nos queda el
recurso de apelar a la democracia refrendaria, convocándose, cada vez que sea
necesario, a un referendo aprobatorio de leyes, sustentado en un sólido proceso
de “Pueblo Legislador”, que lo legitimaría y lo ganaría en las urnas.


2.- Si tomamos en cuenta el funcionamiento de la Asamblea Nacional, el que la
oposición haya obtenido 65 voceros parlamentarios le permite una importante
presencia institucional, cuyo número y las reglas del “juego democrático”,
hacen inevitable su incorporación a las comisiones permanentes, subcomisiones y
comisiones especiales, más sin embargo, la mayoría roja no esta obligada a
entregarle un puesto en la directiva. Estando la contrarrevolución muy lejos de
ser un grupo compacto y existir una clara lucha por la hegemonía y la condición
de interlocutor “privilegiado” frente a las fuerzas de la revolución, su
debilidad se hará más profunda, dependiendo de la capacidad de maniobra de la
mayoría bolivariana, que tiene una buena experiencia acumulada en el difícil
período 2001-2004.

3.- Los resultados contundentes en el Distrito Capital confirman la fuerza
mayoritaria del chavismo en Caracas, y desmienten a los voceros de la
contrarrevolución que siempre pretendieron convertir su circunstancial resultado
en la Alcaldía Metropolitana en la supuesta existencia de una mayoría no
revolucionaria en la capital de la República Bolivariana de Venezuela. De esa
manera se fortalece su defensa territorial y política del gobierno bolivariano
de las maniobras desestabilizadoras de la contrarrevolución en la capital.

4.- El mapa territorial venezolano sigue “rojo rojito”, aunque sea
particularmente dolorosa la derrota aplastante en el Estado Zulia y la baja
significativa en el Estado Táchira y, “sorprendente”, tanto el descalabro de
Anzoátegui y como el relativo retroceso en Aragua.


5.- El agotamiento definitivo de la pretendida dinastía burguesa de los Salas
Romer se evidenció en estas elecciones y arrastró a sus “mudos” aliados,
permitiendo una holgada victoria a los bolivarianos que, bien administrada y sin
“desmarques” electoralistas de los aspirantes, podría producir una recuperación
de una entidad geoestratégica para el proceso bolivariano.

6.- Tal como pronosticaban todos los estudios, los ex aliados del PPT,
atraídos por los cálculos oportunistas del gobernador del Estado Lara, Henry
Falcón y movidos por los resentimientos políticos de algunos de sus principales
dirigentes, fueron arrollados por la poralización electoral en ese Estado y en
el resto del país, reduciendo drásticamente su representación parlamentaria y,
con ello, se funde, definitivamente, el proyecto del “cardenalito” Falcón de
cumplir el papel de “Frijolito IV” en las elecciones de diciembre de 2012 frente
al candidato Hugo Chávez Frías.

7.- Los resultados den el Estado Miranda confirman que, contrario a los
análisis de algunos voceros revolucionarios, posteriores a las elecciones de
gobernadores, la paridad electoral se mantiene, lo que significa, que la
corriente contrarevolucionaria, que en ese Estado concentra a parte importante
de la burguesía nacional, ha conseguido posicionarse en el territorio mirandino,
lo que requerirá un cambio importante en la atención y la participación del
pueblo para modificar esta situación de cara a las elecciones municipales del
próximo año.

8.- Hay que celebrar el extraordinario resultado del Estado Delta Amacuro, en
el cual la contrarrevolución no obtuvo ningún vocero parlamentario, por lo que
se consolida como un territorio bolivariano; razón por la cual debe tener como
respuesta, la aplicación de un plan de atención integral, a una entidad
caracterizada por mantener altos niveles de pobreza.

9.- Los resultados equilibrados en las votaciones para el Parlamento
Latinoamericano reflejan, matemáticamente, los alcanzados en el resto del país,
aunque, en la distribución de curules, es diferente porque allí no se aplican
las circunscripciones uninominales. Para el grupo parlamentario revolucionario,
su rol más relevante será acompañar la política multipolar y de cooperación,
integración y unidad en Nuestra América, que desarrolla el gobierno
revolucionario del comandante Chávez, especialmente si se dirige a la
construcción de un consenso en la región, que convierta al Parlatino en el
Parlamento de la futura Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe, que
tiene su cita fundacional el 5 de julio de 2011, en la ciudad de Caracas.
Resulta igualmente destacable la derrota de Milos Alcalay, Julio Cesar Pineda y
Herman Escarrá, los mas recalcitrantes voceros oficiosos de las políticas
ingerencistas del gobierno imperialista y sus aliados otanistas y sionistas en
nuestro país.

yoelpmarcano@yahoo.com