Reflexionando sobre los recientes acontecimientos del 26S, cuyos resultados conocimos en las primeras horas del día 27 y siendo las 12:04 en el albor de un nuevo día, el 29, bajo los compases de nuestro himno nacional “Gloria al bravo pueblo” Mario se despide del aire para dejarnos la grabación de un relato magistral que se agolpa en mis recuerdos como asiduo oyente de “Radio Habana, Cuba” en aquellos gloriosos años 60 de la Revolución Cubana. Ante la voz del líder de siempre, me siento inmerso en un tiempo detenido para terminar convencido de que transcurridos cincuenta años Fidel repite un discurso que bien podríamos aplicarlo hoy a nuestra revolución para evidenciar que el imperio sigue siendo el mismo en su empeño devastador y perverso, potenciándose ahora con la complicidad de sus aliados en el terrorismo para administrar el propio, una nueva manera para dificultar la defensa de sus revoluciones a aquellos pueblos como el nuestro que deciden luchar por su independencia……..pero afortunadamente hay hombres y hay pueblos como Fidel y Cuba, cuyo ejemplo hoy ha sido emulado por otros hombres y otros pueblos como Hugo y Venezuela que recogimos la antorcha libertaria con el propósito de acompañarles en las próximas etapas por venir, con la esperanza de que otros, y otras, hombres y mujeres con sus respectivos pueblos se vayan sumando en este sueño Bolivariano y Martiano de la unión de nuestra América.
Pues bien oyendo a Fidel en su reciedumbre, en su identificación con su pueblo y la que ese pueblo tiene con él, recordé su autodefensa “Condenadme, no importa, la Historia me absolverá”(leída cuando se publicó), los juicios populares a los esbirros de Batista, su Primera y su Segunda Declaración de la Habana, su discurso cuando convirtió en Escuela al Cuartel Moncada, y sus largas, didácticas y revolucionarias intervenciones diarias por la radio cubana, donde analizaba situaciones, descubría obstáculos, instruía procedimientos para resolverlos y era implacable con todo aquello que entorpeciera la Revolución.
Después de esta distracción a la que me obliga Fidel, retomo las ideas de lo que quería expresarles y siendo tantos los factores que pudieran haber incidido en los resultados y tan corto el tiempo transcurrido para los análisis responsables, me voy a permitir hablarles sobre un solo aspecto de la Campaña Admirable, denominación dada a este proceso electoral por nuestro Comandante-Presidente. Si, admirable, como siempre ha sido el esfuerzo de nuestro máximo líder, que una vez más ha echado sobre sus hombros el trabajo titánico de movilizar directamente a las bases del partido e indirectamente a la inmensa mayoría del pueblo venezolano, admirable ha sido el comportamiento del pueblo en acudir a las urnas en defensa del proceso revolucionario, admirable ha sido el funcionamiento del Consejo Nacional Electoral como también admirable ha sido la conducta de nuestra fuerza armada bolivariana en la vigilancia del proceso , pero……Admirable también ha sido la ineficiencia de algunos Gobernadores, de algunos Alcaldes, de algunos funcionarios públicos, desde Institutos del Alto Gobierno, incluidos algunos diputados, hasta de cargos públicos de mucha menor relevancia, que renunciaron definitivamente a ser servidores públicos y se encargaron con sus acciones de separar del proceso reiterada y gradualmente a personas que antes votaron por nosotros.
Es indispensable la concientización de nuestro pueblo para que pueda distinguir que cuando nuestro Presidente se identifica con un grupo de aspirantes a cargos públicos, lo hace convencido de las condiciones de los mismos y no juzgue a priori a estos, como herederos de los vicios de algunos antecesores. Ha llegado el momento impostergable para la consolidación del Proceso Revolucionario Bolivariano de fomentar por doquier los círculos para la formación de cuadros ideológicos que vayan hasta los últimos confines de la Patria en la búsqueda de la conciencia colectiva.
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