Los ancianos en Venezuela gozan del privilegio de una pensión aceptable y tienen la oportunidad de seguir estudiando para sumarse a la gran legión de profesionales en el país. Es una política del presidente satisfacer económicamente a los humildes, como preservar sus derechos adquiridos en la vieja democracia. A su vez, tienen la oportunidad de visitar en algunas regiones, La Casa de Los Abuelos. Con alimentación balanceada gratis, consultas y pasar las horas nocturnas en algún albergue del Estado.
Mientras, Europa es vapuleada por sus gobernantes al desconocer el trabajo ejecutado por los ancianos, luego de su lucha feroz en el pasado, durante las crueles guerras. Lo que señala, como un sistema político avanzado rompe con los cambios sociales y muchas personas de la tercera edad son lanzadas a la intemperie para que mueran con el invierno. Toda, una expresión de conservadurismo de una oligarquía que mantiene una protesta continua por los favores que ganaron los viejitos al estado europeo.
El capitalismo global a través del sistema establecido por EEUU está cuestionando sus propios postulados. La globalización no ha podido controlar el mundo que nos ha tocado vivir y ha parido su propio anti sistema. En Venezuela, por ejemplo, tenemos juveniles y chavales que les gusta quemar parques y ornamentaciones, bajo la orden de organismos establecidos como ONG y en los estacionamientos públicos queman escaparates y destrozan contendedores del aseo urbano domiciliario. En fin, se creen una alternativa necesaria, cuando no poseen conocimiento para ser legisladores. Deben aprender a leer.
Nunca podemos tener los valores europeos y norteños. Somos venezolanos, la economía norteamericana ya se precipitó a una crisis mundial, abrazándose con la europea y, solo desea acoplarse a la clase media para tener dolientes. Ellos, desean acabar con un plumazo muchos recuerdos de nuestros ancestros indígenas, para generar dolor, pero, el pueblo de base norteña sí es amigo nuestro y debe ser liberado, jamás deben ser chivos expiatorios de una hegemonía política y militante.
Aquí en USA y Europa, existe un antisistema bien concebido que le roba a los viejitos su pensión, no respetan los acuerdos y decretos del presidente, dañan toda doctrina jurídica y abusan con el uso de la etiqueta social. Por lo tanto, la sociedad global es completamente fragmentaria, teniendo en poco el concepto de soberanía nacional y escasez de criterios para impulsar leyes que favorezcan al colectivo venezolano.
Esta retórica es muy antigua, contraria al sentimiento nacional, porque su gama de prejuicios arguyen razones para ignorar los beneficios del Estado. Son hierros candentes a la piel. Europa le envía su verdadero mensaje a Latinoamérica, debemos prepararnos e impulsar las reformas necesarias para darle una nueva imagen al Estado y romper todo tabú con los distritos urbanos que desaforesen a las comunidades y a nuestros ancianos.
Aquí, los artificios deben alejarse para concebir un verdadero escenario político para avanzar en el estudio de un marco territorial y defender nuestra biodiversidad. Las arengas, ya son un asunto de extrapolación cuando empujamos realidades que determinan una situación política desfavorable para la nación, dando como respuesta un conjunto de coyunturas que pueden absorber cualquier situación y crear fricción entre los componentes de una estructura ideológica.
El Socialismo democrático es un camino diferente para el desarrollo del país. La territoriedad es urgente para una nación que busca su propio perfil histórico.
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