¡¡Que bravo es el pueblo venezolano!!

Por ser algo de inmenso efecto y único en el mundo, contaremos los sucesos acaecidos hace más de 8 años en nuestra patria. En la mañana del 11 de Abril de 2.002, debido a la tensión política que se vivía, un buen número de personas afecta al presidente Hugo Chávez se había congregado en las inmediaciones de Miraflores, sede del gobierno nacional, con el propósito de estar atento pues la oposición había convocado a sus seguidores a una marcha, que al llegar al sitio previamente establecido sus dirigentes deciden se continúe hasta Miraflores; y allí pedirle la renuncia a Chávez. Era previsible que si llegaban a encontrarse estos dos bandos el choque sería terrible y lo más probables es que hubieran lesionados entre ellos. La Policía Metropolitana de la capital de la República al mando del Alcalde Mayor de la ciudad Caracas, opositor y traidor a Chávez, hace poco por detener la marcha de los antichavistas, sin embargo ordena colocar una barrera de agentes policiales para evitar su paso. Ese día cerca de las 3 de la tarde los manifestantes en contra del gobierno quedan solos en el centro de Caracas, los líderes opositores habían desaparecido, y así comienza los disparos sobre la multitud desde algunos edificios donde la posición al gobierno tenían apostados francotiradores, al producirse los primeros baleados los agentes de la Policía Metropolitana también inician sus disparos y el resultado final fue los asesinatos de 20 personas y otras cien heridas. La masacre de Puente Llaguno y de la Avenida Baralt desencadena unas declaraciones del alcalde Metropolitano, de algunos gobernadores y del ex ministro Miquelena culpando al gobierno. Un poco más tarde aparece en la televisión privada, prácticamente en cadena, el contralmirante Héctor Ramírez Pérez rodeado de 12 altos oficiales militares, todos activos, lee una declaración repudiando la muerte de civiles inocentes y hace responsable directamente al Presidente Chávez.

En la madrugada del día 12 de abril el Presidente Chávez recibe amenazas de que al amanecer se va a bombardear el Palacio de Miraflores si no presenta su renuncia, es probable que en ese momento Chávez haya pensado en el Palacio de la Moneda de Chile cuando Salvador Allende y se imagine pueda producirse una mayor masacre entre la gente que está con él dentro y fuera del Palacio, así que Chávez decide irse al Fuerte Tiuna y darle el frente a los militares insurrectos; siendo allí detenido. Los protagonistas de aquel golpe de Estado ese día en la tarde ocupan Miraflores, el Dr. Pedro Carmona Estanga se auto proclama Presidente Interino de Venezuela y allí mismo se da lectura a un decreto donde se anuncia la abolición de todas las instituciones democráticas del país, Asamblea Nacional, Tribunal Supremo de Justicia, Gobernaciones de Estados, otras medidas dictatoriales y se observa el irrespeto cometido la memoria de nuestro máximo héroe, el Libertador Simón Bolívar; su retrato que siempre había tutelado aquel Salón había desaparecido. En la mañana siguiente, 13 de abril, Pedro Carmona vuelve a Miraflores con la intención de dar a conocer los nombres de los integrantes de su gabinete, pero al percatarse que alrededor del Palacio esta congregado el pueblo pidiendo se restituya a Chávez en la Presidencia y notificado que los cuarteles de la capital y del interior del país prácticamente están tomados por el pueblo; las personas asistentes al acto oficial salen despavoridas. Como las manifestaciones del pueblo cada vez eran mayor, los golpistas se ven obligado a desistir de sus pretensiones y los militares a rescatar al Presidente Chávez preso en la Isla La Orchila; donde un avión de la armada estadounidense esperaba la orden para llevarlo de forma forzada al exterior.

El día 14 de abril en la madrugada cuando Chávez llega a Miraflores observa como el valiente pueblo permanece expectante y firme en su pedimento, y al verlo en la televisión celebra gozosamente la llegada del Primer Mandatario, mientras Chávez se dirige al país sin dar muestra de ir a tomar alguna retaliación contra nadie, más bien en tono conciliador llama a la oposición a un acuerdo mínimo para trabajar por el progreso del país. Pero no, la oposición no acepta ninguna proposición, ella sigue empecinada en salir violentamente de Chávez; obsesión metida entre ceja y ceja desde el mismo momento que supo que Chávez había ganado con el 56,50% de los votos en 1.998. Definitivamente, sin el poder incontenible manifestado por el pueblo venezolano Chávez sucumbe al golpe de Estado del 2.002.


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José M. Ameliach N.


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