Mientras, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el año 2010 como el “Año Internacional de la Diversidad Biológica”, y haciéndose eco de activistas y ONG Ecologistas, confirman que gracias a la especie humana se ha logrado acelerar el ritmo de extinción mil (1.000) veces con relación al ritmo natural lo que ha permitido una extinción de más de 30.000 especies vivas, pidiéndole a los representantes políticos de esas Naciones cambien sus políticas para mejorar el ambiente y a los consumidores de esos pueblos reduzcan el uso de energías altamente contaminantes y la sustituyan por energías renovables y tecnologías alternativas, en ese mismo escenario donde confluyen los países desarrollados o ricos, los que van vía al desarrollo y por supuesto, el grueso de los pueblos que conforman el Tercer Mundo o Países Subdesarrollados se cambian brusca, irracional y arbitrariamente las reglas de juego en la Cumbre de Copenhague efectuada en el Centro Bella de Dinamarca, se dejan a un lado todos los papeles de trabajo, premisas, borradores y términos de un proyecto de declaración consensuado que se tomó 2 años de negociaciones sobre “cambio climático” para arrancarle particularmente a los Países Ricos un acuerdo o compromiso obligatorio de reducir las emanaciones de gases con efectos invernadero con respecto al año 2.005 en un 50% de esas emisiones de dióxido de carbono por unidad de producto interno (PIB) hasta el 2.020.
Este proceder de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dirigida por el tristemente célebre Ban Ki-Moon, en apariencia paradójico, que ha podido optar en esa Conferencia por un documento político que reflejara el consenso de todas las partes con el fin de afirmar la voluntad política de las Naciones Miembros, reconocer los logros alcanzados y enviar un mensaje de confianza y esperanza al Mundo, prefirió dejar en manos de uno (1) de los 192 mandatarios asistentes a esa Conferencia Mundial el señor Barack Obama, Presidente de los EEUU, para que éste, quien se apareció un día antes de que finalizara la Cumbre, impusiera un documento o “fait accompli” apoyado por 4 naciones más, que contenía una vaga e imprecisa “declaración de principios” que terminó generando un fuerte y decidido rechazo no sólo de Naciones como Venezuela y otros Países integrantes del Alba, sino que consiguió criticas de aliados como el Primer Ministro de Inglaterra Gordon Brown quien afirmó en su discurso ante la jefes de Estados presentes en la Cumbre: “No podemos darnos el lujo de fracasar. Si fracasamos ahora, pagaremos un precio muy alto…pero si fracasamos el Planeta Tierra estará en peligro, y para el Planeta no existe un Plan B”, y la Representación Sueca que calificó el texto como “un desastre para el medio ambiente”.
Claro está, la propuesta de Obama tal como fue redactada no fue aprobada y gracias a la resuelta oposición de algunos países como Venezuela, se terminó firmando algo que al final de cuenta carece de legitimidad y validez formal, sin carácter oficial, y producto de una pirueta jurídica-política se limitó a la frase de:”Tomar nota”, con lo que el acuerdo de Copenhague si bien es una declaración política, el mismo posee compromisos vagos, no vinculantes que de ningún modo modifica ni la Convención ni el Protocolo de Kyoto.
A propósito de la validez de lo aprobado en la Cumbre de Copenhague, me permito citar al canciller de Cuba, el Dr. Bruno Rodríguez quien en conferencia de prensa dijo sobre el evento de CAMBIO CLIMATICO: “Quisiera enfatizar que en Copenhague no hubo acuerdo alguno de la Conferencia de las Partes, no se tomó ninguna decisión con relación a compromisos vinculantes o no vinculantes, o de naturaleza de derecho internacional, en modo alguno; simplemente en Copenhague no hubo acuerdo. Fue un paso atrás en la acción de la comunidad internacional para prevenir o mitigar los efectos del cambio climático”.
Esta posición del Presidente Obama no hace sino reafirmar la política de absoluta indiferencia e irrespeto que mantuvo George W. Bush en sus 8 años de gobierno sobre el tema ambiental, y constatar el verdadero poder que ejercieron y aún ejercen los grandes emporios Industriales Capitalistas Estadounidenses quienes no disimulan los lobby y controles sobre las grandes decisiones que los EEUU deben asumir en el concierto de las demás Naciones del Mundo.
En concreto, Barack Obama, poco le importó el Derecho Internacional y haber dejado a la ONU con una imagen desastrosa, sin credibilidad ni poder de resolución alguno, esquivando el hecho de ser junto a la China, generador de más de un 50% de los gases con efectos invernadero, y teniéndole sin cuidado que desde la firma del protocolo de Kyoto en 1.997 ( EEUU no lo suscribió) la emisión de esos gases (GEI) ha aumentado en un 12,8% en los países desarrollados de cuyo volumen el 55% lo aporta los EEUU y de ser una nación que posee sólo un 5% de la población Mundial emite el 25% del dióxido de carbono (GEI) y es el mayor consumidor de la energía fósil que se produce en el Mundo.
La Cumbre de Cambio Climático que desde el 07 al 19 de Diciembre de 2009 sesionó para darle forma a un acuerdo que avanzara en relación a los compromisos suscritos en el Protocolo de Kyoto, no determinó los niveles de reducción de emisión de gases con efectos invernadero sin embargo hay quien afirma que el controversial documento -no acuerdo, “definió con mayor claridad las obligaciones y acciones asumidas por separados por los países desarrollados y los en vías en desarrollo de acuerdo con el principio de responsabilidades comunes pero diferenciales como establecer consensos en los objetivos a largo plazo, financiamiento, tecnología y transparencia de las acciones…”
Quienes hacen esas afirmaciones no parecen estimar los serios e irreversibles daños que registra el ambiente cuando consideramos informes científicos como el elaborado por el Instituto Goddard de la NASA, que sostiene que la cifra actual de 390 partes de dióxido de carbono por millón se incrementa al ritmo de 2 partes por millón cada año lo que supera los niveles de hace 600 mil años, explicando las altas temperaturas que vienen socavando grandes extensiones de masas de hielo del Mar Ártico y los Glaciares de la Antártida, que deriva en las súbitas alzas del nivel del mar, las continuas y desastrosas inundaciones por un lado y las crónicas sequias y calentamiento global que afecta a las poblaciones más pobres del Mundo como ocurre en la África Subshariana y en la República Democrática del Congo.
12 horas le bastaron a Obama para boicotear 2 años de intenso trabajo de especialistas y expertos que trabajaron en la agenda de la Cumbre de Copenhague, no se dignó en escuchar antes y después de su efímera visita a ningún Presidente de los pocos que hablaron en la Cumbre, y la próxima sesión que es la Cumbre de Cancún, instalada este 29 de Noviembre y que sesionará hasta el 19 de Diciembre, será un escenario para una nueva farsa donde se impondrá la lógica del Capitalismo.
El CAPITALISMO ya no esconde o maquilla como en el pasado, los informes y estudios que ellos mismos mandaron hacer sobre las causas y efectos del CAMBIO CLIMATICO, por el contrario, han conseguido un inesperado valor mercantil a esos males que afectan a la naturaleza y para desconcierto de muchos, han convertido en un verdadero negocio las emisiones de carbono y sus efectos contaminantes y además sin alterar en lo más mínimo lo esencial de su modelo industrial de producción y consumo basado en el uso intensivo de energías fósiles han encontrado y desarrollado sucedáneos del petróleo para perpetuar su modelo económico y por tanto el orden que lo defiende.
Acuden a la Energía Nuclear con fines no precisamente pacíficos, sin considerar el destino final de los desechos radioactivos, ni los altos costos para la extracción y purificación del uranio, ni la dependencia tecnológica sin transferencia, ni los peligros que ella genera en los seres vivos.
Del mismo modo, apelaron a los biocombustibles como el uso de etanol para automóviles, usando grandes extensiones de cultivos de caña de azúcar, soya y maíz para ese fin, en detrimento de uso alimentario que tradicionalmente han tenido esas oleaginosas al extremo de afectar su consumo en extensas poblaciones pobres de países como México, Haití, Egipto y Tailandia entre otras regiones.
En esa perversa pero permitida (Kyoto 1.997) práctica de negociar las cuotas-de carbonos entre los Países Ricos del Norte, invirtieron esas emisiones de CO2 y otros gases (GEI) en los denominados “proyectos limpios”, destinando sumas de dinero para hacer plantaciones masivas de eucalipto en los Continentes de Asia, África y América Latina y pino con la finalidad de crear “sumideros de carbono”.
A propósito de ese nada ético proceder, cabe citar que Ecuador quien no asumió un papel beligerante como si lo hizo Bolivia y Venezuela para enfrentarse a las maniobras de los EEUU en la Cumbre de Copenhague tampoco firmó la propuesta original presentada por Barack Obama, como consecuencia lo que probablemente fue estimado como una inconsecuencia del Gobierno de Correa hacia el País del Norte, le suspendieron un aporte de 2.5 millones de dólares para ayuda que le habían aprobado con anterioridad a la celebración de la Cumbre.
Se ha afirmado, que en la cita de Copenhague, Barack Obama implementó una treta que perseguía trasladar las responsabilidades financieras para la prevención, mitigación y adaptación del CAMBIO CLIMÁTICO de las mayores economías en las naciones en vías al desarrollo (China, India, Brasil y Sudáfrica) y a eso parece responder la escueta y cínica declaración que da Obama en la capital danesa cuando sostuvo: “Hemos producido un sustancioso acuerdo sin precedentes aquí en Copenhague. Por primera vez en la historia, las mayores economías hemos venido juntas a aceptar responsabilidades”.
El amargo sabor de la derrota ensombreció no sólo a las miles de personas asistentes a la Cumbre sino a millones de multitudes planetarias que siguieron a través de los medios de comunicación y de las redes sociales el desarrollo de las actividades programadas para entregarse al Mundo la esperanza de un compromiso real y efectivo para salvar sobre todo a la especie humana y a un ecosistema que le garantice su perpetuidad.
La decepción generalizada que sufrimos quienes apostamos a mejorar y hacer más firmes los acuerdos y metas suscritas en el Protocolo de Kyoto para controlar y revertir las emisiones de gases con efectos invernadero fue admitida por el propio Barack Obama, cuando declaro sin rubor alguno ante la cadena Televisiva Norteamericana PBS: “Tienen razón de estar decepcionados por el resultado de la Cumbre sobre cambio climático” (…) Y en vez de un total colapso en Copenhague, sin que se hubiese hecho nada- lo que hubiera sido un gigante retroceso-, al menos pudimos mantenernos más o menos donde estábamos y no hubo un gran paso atrás…”
Cabría decir que uno de los sorprendidos y seguramente decepcionados del curso final que tuvo la historia de esa Cumbre fue el Premier del Consejo de Estado Chino, el Sr. Wen Jiabao quien fue uno de los primeros en llegar a la Cumbre y el último en irse, habiendo trabajado con enorme esfuerzo en un plan de ahorro energético y reducción de las emisiones de gases con efectos invernadero para lo cual sostuvo recurrentes reuniones con los gobiernos más poderosos, pero también lo hizo con los denominados en vías al desarrollo y los del Tercer Mundo.
Wen Jiabao para darse fuerza repetía para sí la frese de un filosofo chino: “Quien es prudente, puede parecer tímido al principio, pero su entereza brillará al final” y demostrando su fe en unos resultados que nunca llegaron, afirmó: “ Mientras haya un 1% de esperanza, vamos a dedicar un 100% de esfuerzos”.
¿Nuevos desafíos para afrontar el CAMBIO CLIMÁTICO Y EL CALENTAMIENTO GLOBAL?
El panorama que vive el Planeta no puede ser más grave y la falta de voluntad política y de recursos adecuados para afrontarla no parece revertir esa cruda realidad a corto ni mediano plazo.
En efecto, cifras como que más de 1.000 millones de seres humanos estén pasando hambre y estén por debajo de los índices de desnutrición materno infantil, siendo los pobladores de África Subshariana y de Asia Meridional los más afectados según se desprende de un informe que suscribe el instituto de Investigaciones en Políticas Internacional Alimentaría (IFPRI), que el Mundo vivió el invierno más frio de los que se ha vivido en los últimos 1.000 años, que una nube de cenizas emanada de un volcán en erupción en Islandia impidió durante varias semanas más de 17.000 vuelos aéreos en toda Europa, que cada año desparezcan más de 13 millones de Hectáreas de Bosque, que el planeta registre una secuencia sin precedentes de eventos metereologicos extremos como la ola de calor más intensa en 130 años vivida en Rusia que llegó a temperaturas de 28ºC y a incendios forestales que devastó millones de Hectáreas en esa Nación.
Sin embargo, aun cuando el evento de Copenhague en Diciembre de 2009, terminó con resultados “desoladores” no ha bajado ni el interés ni el empeño de algunos Gobiernos progresistas y revolucionarios como Venezuela, Bolivia, Nicaragua, entre otros, y de científicos, ecologistas, activistas y organizaciones no gubernamentales dedicadas a la defensa del ambiente por presentar un documento sustitutivo del Protocolo de Kyoto que presente reglas más claras, de carácter vinculante y de cumplimiento obligatorio y por eso apuestan a no doblegarse ante el pesimismo inaudito de la propia ONU y de funcionarios como Ban Ki-Moon quien de antemano aplaza llegar a un acuerdo vinculante para la oportunidad en que se celebre la Cumbre sobre Cambio Climático que en el 2.011 se dará en Sudáfrica.
Las negociaciones suscitadas en el marco de las cumbres de cambio climático subsiguientes en este año 2.010 lucen mas retoricas que reales, como la de Nagoya (Japón), cumbre de Tianjin (China) donde se reunieron más de 3.000 delegados de 194 países, lográndose que el país anfitrión se comprometiera a asumir esfuerzos sinceros de reducción de emisión de gases de efecto invernadero, es a su vez responsable de un 25% de emisión de esos gases en el Planeta entre otras razones por ser el carbón (70%) su principal fuente de energía industrial, la Cumbre de Bonn (Alemania) donde la canciller Angela Merkel recibe al Presidente de México Calderón y allí, en opinión de los delegados asistentes fue patente la “Voluntad de todos por avanzar” al extremo de que se acordaron dos opciones alternativas, a saber: 1)Convertir la Convención en un Tratado legal vinculante que pueda reemplazar al Protocolo de Kyoto cuyo primer periodo se vence en el 2.012, 2) En su defecto extender por un segundo periodo la validez del Protocolo de Kyoto con el compromiso de elaborar un nuevo Tratado Internacional.
En el evento de Bonn, asistieron un grupo de 19 científicos y ambientalistas que pidieron pasar de la “RETORICA A LA ACCION EN EL COP16” y llaman a un acuerdo global ambicioso y obligatorio de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, entregando un estudio o documento denominado “MEXICO ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO. Evidencias, impactos, vulnerabilidad y adaptación” que esperan sirva de plataforma de discusión y consenso entre los 194 países que conforman la ONU.
Por eso, se renuevan las esperanzas para que esta próxima cumbre de cambio climático a celebrarse en Cancún (México) rinda mejores resultados que permitan llegar a acuerdos y allanar las diferencias como las sostenidas en Copenhague por la China y los EEUU, protagonistas de reciprocas acusaciones que lejos de haber obstruido el acuerdo, avivó el debate y deslindó los verdaderos intereses económicos y políticos que están en juego para determinar opciones factibles y viales que apunten a una reducción racional y permanente de las emisiones de los gases con efecto invernadero.
Por supuesto, es necesario reconocer que la UNION EUROPEA a pesar de las acusaciones que se le hace de pretender resoluciones unilaterales en las Cumbres de cambio Climático, y de tratar de escurrir el bulto ante posiciones como las asumidas por los EEJUU en Copenhague, logró que los países que la conforman suscribieran un Tratado vinculante y obligatorio con rango de ley que se extiende hasta el 2.020 donde se asumen importantes metas para la reducción de los gases con efecto invernadero.
Mientras ocurren estos encuentros, se celebran paralelamente reuniones para definir planes prácticos que le permita a los países pobres cuya responsabilidad por las emanaciones de gases con efecto invernadero es mínima, puedan recibir y procesar más de 30.000 millones de dólares que aportarían los Países Ricos para ejecutar el financiamiento de las medidas para frenar el cambio climático.
México será a partir de este próximo 29 de Noviembre hasta el 10 de Diciembre, escenario para la celebración de una nueva Cumbre de cambio Climático donde imperara el encuentro y desencuentro de 194 Naciones, que aun cuando se encuentran segmentadas en bloques económicos desarrollados, en vías al desarrollo o emergentes y los mal llamados del Tercer Mundo tienen una obligación común con responsabilidades y obligaciones distintas ante los cambios climáticos que vive el Planeta.
México, país Centroamericano que aglutina el 68,2 % de la población en apenas el 15% del territorio, expuesto a impactos altamente adversos y directamente asociado con los cambios climáticos deberá propiciar un acuerdo global, justo, ambicioso y obligatorio que no debe postergarse y la sociedad civil y las distintas fuerzas ambientalistas que confluyen en esas Cumbres deben asumir la vigilancia y monitoreo necesario para evitar los efectos de la cumbre de Copenhague e impedir que al final los funcionarios y burócratas, ostentando sus finos bolsos Gucci, sus maletas samsonite y Vuitton, que se dan cita en esa Cumbre hablen, presuman, prometan y terminen como unos verdaderos fanfarrones que elaboran discursos aburridos y están más pendientes de los brindis y la fotos protocolares que lograr los objetivos proyectados.
Como conclusión habría que reconocer que para enfrentar seriamente los efectos del CAMBIO CLIMATICO es necesario planes a escala global pero también locales que nos permita verificar nuestra realidad biodiversa, sociodiversa y tropical y adoptar estilos de vida, consumo y de producción más ecológicos y para garantizar nuestra supervivencia debemos evolucionar hacia bastos movimientos “contrahegemonicos” que enfrente las soluciones parciales o apunten hacia la sola mitigación de las causas que generan el cambio climático como lo afirmaba con mucha propiedad el ecologista venezolano Francisco Javier Velasco.
Habrá que tener presente que dentro de un modelo de producción capitalista, aunque este sea profundamente dependiente, nada cambiará en forma sustantiva mientras no cambie el modelo económico predominante, sin embargo podrá asumirse planes concertados para una planificación ambiental integral que se oriente por una protección y salvaguarda de nuestros recursos naturales no renovables, que se respeten los usos y destinos de protección de faunas y floras autóctonas, se rehabiliten los marcos de convivencia entre los humanos y los demás seres vivos que conviven en el eje centro-norte-costero de la zona impactadas por la explotación petrolera, la pesca y el desarrollo de los emporios industriales y residenciales, tratando de impedir programas desarrollistas que impliquen el uso de tecnologías altamente contaminantes, implementar programas de recuperación de suelos con vocación agrícola, cuido, reafirmación y renovación de nuestros bosques y fuentes acuíferas, desechando en la medida de lo posible el uso y explotación de la energía nuclear con fines pacíficos y reducir al mínimo la explotación y uso de energía fósil con alto nivel de contaminación ambiental que se contraponga sobre todo al CAPITALISMO sistema de producción que tiene en jaque la vida y sobrevivencia del Planeta y que tal como se sostuvo en la Declaración de Rio (1.992) nuestro País y sus población debe instaurar un modelo económico sustentable donde la pobreza sea erradicada y las necesidades fundamentales para la vida este en armonía con la naturaleza y con sus formas de desarrollo y producción.
Como lo afirmó el mandatario Boliviano en la cita de Copenhague:” NO HAY QUE CAMBIAR EL CLIMA, LO QUE HAY QUE CAMBIAR ES AL SISTEMA CAPITALISTA…”
o Abogado y activista de Derechos Humanos
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