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El Humanismo financiero del Estado

Latinoamérica, va a desentrañar varias interrogantes que conducirá su camino hacia un nuevo desafío, donde los principales líderes de la economía mundial deben comprender las nuevas dificultades del planeta y, como los mercados financieros buscan intoxicar la liquidez del continente sureño, para, conformar un balance favorable hacia el sistema financiero norteamericano. Sin duda, la única apuesta es integrarse a una competitividad con el euro y así enfrentarse a otras monedas que son inducidas para lograr un balance externo. Sobre todo, su codificación hacia los riesgos devaluativos que pueden suscitarse en el tiempo.

Se debe convocar al sistema productivo del país a un conjunto de reuniones para hacer observaciones necesarias, que, conlleven a proyectos definidos de acción social y política, para lograr aminorar algunas irregularidades que pueden incidir en la actitud del votante en los venideros comicios electorales. Hay que avanzar contra el estrechamiento monetario y combatir verdaderamente la corrupción y la inflación. Es necesario trabajar con los electores para lograr resolver sus problemas y desplegar correctivos que lleven al parlamento una sola propuesta política para detallar comisiones que beneficien en sí al pueblo, inscrustrado en las pequeñas comunidades.

Se debe ir a los grupos familiares, para detectar los niveles de pobreza y la intención de compra que tienen hacia el comercio legalizado para conceptualizar sus accesos al campo de la salud y economía.

Son estadísticas, que deben provenir de los censos para visualizar los índices de desarrollo humano y observar la capacidad de compra y el consumo de bienes. Con esta información, podemos determinar la manera de consolidar los rasgos de ingreso de cada familia y regular una inflación atroz que nos devora para llevarnos a niveles por debajo de la media en pobreza y limitaciones sanitarias.

Efectivamente, debemos buscar una nueva metodología para encontrarnos con una Venezuela distinta en los próximos años.. Es un rasgo y una disciplina laboral como parlamentaria muy unida, que, nos dará cifras de crecimiento muy estables que le darán elogios a quienes logren bajar las cifras ya establecidas.

Pensar en una oferta laboral, no quiere decir que debemos tener una filiación política, es necesario trabajar para lograr  las diferencias ya deseadas  y tener un claro mensaje presidencial, en cuanto  al campo laboral u faena diaria. Necesitamos un pueblo adoctrinado que le de pie al hombre nuevo, que, tenga en la propiedad su verdadera fuente de poder, la dialéctica nos da oportunidad de discutir.

Necesariamente, debemos adoptarnos a éste tiempo, donde las innovaciones científicas constituyen el plato fuerte y nos llevan a un campo laboral, donde la tecnología es de puntas, solo nos resta enfrascarnos en una disciplina donde nuestro esfuerzo físico es requerido para ser productivos.  Se busca como las cuentas cuadran para darnos una estabilidad económica y un confort aceptable.

El humanismo marxista, con cuatro de sus derivaciones nos ha llevado al Socialismo del Siglo XXI. El pueblo debe tener claro, el verdadero ejercicio de la democracia y su libertad para poner en vivencia la fluctuación económica y canalizar las bienaventuranzas que el poder da, como fuente de participación y canalización del poder. Se debe ir a su desarrollo mercantil e histórico para determinar su punto geográfico. Y bursátil.

emvesua@gmail.com


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Emiro Enrique Vera Suarez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

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