Porque en ese lugar, por los
años sesenta, los policías enviados por CAP contra la urbanización
más valiente de Caracas, los jóvenes sufrieron mucho. Eso era andanada
de balas todas las noches, sobre todo contra el bloque 7. Hoy cuando
vemos que en Perú el “chino” Alberto Fujimori quien macabramente
entró al lugar donde quedaron tendidos los jóvenes revolucionarios
de Zerpa Cartollini, para colocarles los pies encima, y gozar sádicamente
con la muerte de éstos, está en una cárcel se cree en la justicia
del hombre. El ex presidente argentino Videla que hacía desaparecer
niños, torturaba, mataba al pueblo gaucho, se encuentra cumpliendo
con la justicia.
Murió hace tiempo Rafael
Caldera. Quien ordenó asaltar la vieja UCV cuando no era de los
burgueses y fascistas de hoy. Allí se atropelló a la masa estudiantil,
se impuso la fuerza, la muerte. Los cañones de Caldera enfilaron
contra esa UCV y el vocerío de los jóvenes de la época nunca dejó
de hacerse oír. Caldera ordenó la desaparición de muchos adolescentes.
Muchos de ellos quedaron tendidos en los campos guerrilleros, lanzados
desde helicópteros, humillados por la policía política de Caldera.
Caldera no fue ningún “cristiano”, Caldera duró muchos años,
pagando una promesa a la vida hasta que se fue para siempre. Muchos
de los muertos de Caldera nunca aparecieron entre ellos uno llamado
Noé. La única que castiga a los seres humanos que cometen tropelías
contra el pueblo, es la muerte. Murió Luis Herrera el del “jueves
negro”.
Luis Herrera el de los refranes,
el de la voz llanera buena, para decir refranes e incongruencias.
Luis Herrera aquel del maletinazo en el Radio City. “Con
humo no se asan jojoto” decía y el pueblo veía como la ruina se
llevaba sus esperanzas. El último años del gobierno de Luis Herrera
fue la gráfica más dramática de una nación quebrada, arruinada,
seca, resquebrajada, mientras Luis Herrera emitía andanadas y andanadas
de refranes. Pero la muerte vino en auxilio del pueblo. El pueblo apostaba
a que algún día llegaría un hombre que viera por él. Pero Luis Herrera
murió y la oligarquía del este ni pío dijo. Fue una parte del cuerpo
que se le quebró, pero, muerto al hoyo y vivo al bollo.
Cuando Carlos Andrés fue ministro
del Interior de Rómulo, las bandas armadas de Lucas Pérez, Melluzo
y otros CRIMINALES, invadían apartamentos en el 23 de Enero. De ellos
sacaban a los jóvenes a punta de fusil, machete y muerte en las grises
madrugadas entre los bloques. Si CAP fuera al infierno, la tortura será
implacable. Hace poco lloramos a William Lara, a varios militares que
sufrieron un accidente de aviación, lloramos al viejo pensador Müller,
EN EL 23 DE ENERO no lloraremos a CAP, porque, ¿quién de ellos lloró
a los miles de muertos que produjo CAP, Ledezma, Ramos Allup y otros
en el Caracazo. No somos mojigatos: Dios es el pueblo y Dios sabe que
quien le pega al pueblo debe pagar su pecado. VIDELA Y FUJIMORI fueron
asesinos, pero tuvieron bolas para enfrentar la justicia. Lusinchi aun
huye de la justicia, ¿será que nos va allegar muy pronto la noticia
de que la Ley de Dios se ocupó de él?…
CAP fue un inmoral, ¿qué estoy hablando mal de un cadáver? ¡Sí lo hago! En la guerra no se entierra al enemigo; que lo entierren quienes se hicieron millonarios con él, que lo entierren los hijos de Cecilia Que lo entierren los sumisos, los chupamedias que les reían sus fracasos. Tres enemigos del pueblo que gobernaron en la IV-R se han ido, pero el pueblo no los añora. Quizás lo añoren quienes viven en mansiones, quienes consiguieron prebendas con ellos, quienes usurparon las riquezas patria y se la repartieron. Julio Borges debe estar llorando. Se fue su padre político el hombre que lo enseñó a odiar a los pobres, porque jamás dio un centavo a los humildes. Ver la foto de CAP en sus últimos momentos, es viajar al pasado, porque ese rostro sin color, esa cara deformada y flaca, es la cara de los miles de muertos que una vez Carlos Andrés Pérez y su combo LEDEZMA, RAVELL, RAMOS ALLUP, produjeron con el Caracazo...¿quién peleará por su anatomía? ¿Quién velará su desaparición física? Nacer, crecer y morir esa es la cuestión. Quien tiene la oportunidad de hacer feliz a un pueblo y no lo logra por corrupto e inmoral, ¿Por qué ha de llorarlo el 23 de Enero?