Los países sureños deben ir en perspectiva a un clima económico coyuntural tras la búsqueda de aminorar sus crisis. Y lograr que sus tierras improductivas sean aclimatadas para darle faena al género que ocupa espacio en las zonas urbanas de manera ociosa y cuyos gastos corren por cuenta propia de los gobiernos regionales. Este papel critico, puede ser el peso para la controversia de una moneda débil porque no hay zonas especiales de desarrollo, menos lineamientos bursátiles que hagan juego con el sistema agroalimentario y que perturba el aspecto energético latinoamericano y, que en Venezuela repercute en el mercado nacional. Hay que darle sentido a la vida del trabajador del campo que se vino a la ciudad aquejado en el pasado por la penuria del hambre y una miseria acosante para sus hijos. La IV República no veló por ellos y fueron arrastrados por la exclusión y el silencio político refrendado por los antiguos partidos, Acción Democrática y la democracia cristiana. A estas personas se les debe enseñar a escribir, leer y narrar para que descubran su interioridad y la necesidad de que regresen a su terruño ancestral.
Es necesario acabar con los paraísos fiscales y pechar con buenos tributos a las casas de juegos y azar. El venezolano pasa la mayor parte de su tiempo jugando terminales, lotería o tomando licor. Nunca en hacer un esfuerzo sobrehumano para incrementar la producción agroalimentaria. Esto, nos ha llevado a una crisis globalizada porque estos procesos de dispersión económica dieron origen a núcleos de poder que controlan el capital en islas y países dados al turismo y consumo desmedido de productos no mercantilizados. De allí la necesidad de generar espacios económicos con una moneda indicativa de regularización social en la región y confiscar aquellas máquinas que distraen el espectro de identidad a los venezolanos, en este caso particular. La idea es evitar el lavado de dinero, gastos suntuosos y permitir la desigualdad social al crear grupos financieros que acumulan grandes fortunas.
Debemos trabajar duro en este 2011. Se requiere proyectos de vialidad, infraestructura urbana e incorporar en cada área el sector energía para el control de las tarifas como la oferta y demanda. Es una manera de dar empleo y formar hombres en el campo eléctrico tomando en cuenta el sector privado. Es una cartera de trabajo muy grande, donde deben coexistir términos de inversión en transmisión de electricidad y telecomunicaciones.
Para nosotros, la energía es un verdadero reto, por esto, el mantenimiento de las pequeñas represas distribuidas en el país y que constituyen un todo con El Guri, no se justifica que se encuentren llenos de malezas. Para esto, se hace necesaria la cooperación latinoamericana para controlar los afluentes de aguas.
Los japoneses están en Bolivia ejecutando proyectos de geotermia, debemos ver el futuro e ir formando verdaderas ciudades satélites a lo largo del país, como Buququi en El Vigía y La Isabelica en Valencia. Ciudades que deben ser ejemplos de emporio para quienes desean ver una Venezuela distinta. Por eso, la necesidad de crear un anillo energético de carácter subregional y que tengan ductos en Perú, Chile, Brasil, Argentina y Uruguay. Países que poseen grandes volúmenes de agua en su seno junto a Venezuela
Por eso, llego el momento de dejar los autos y camionetas de lujos e ingresar con ellas a los barrios en una forma de burla al pueblo. Es necesario socializar el país y preparar gente que verdaderamente ame a ese pueblo que lucha por subsistir, es la Venezuela heroica que queremos los venezolanos.
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