Si en cambio esta gente, fuese sensata y tuviese apenas un ápice de amor por el país, su estrategia sería otra como la de presentar una alternativa a la que ya forma parte del desenvolvimiento vital de la mayoría de los venezolanos y que está plasmada en un proyecto expresado en la Constitución de la RBV, que por cierto ellos derogaron en el 2002 de un plumazo, y ahora, en una pretensión de engaño, parecieran defender; lo que en realidad sucede es que no tienen alternativa, porque cualquier programa o acción de gobierno que se pretenda instituir en este país tiene que pasar por colocar a los pobres en primer término de importancia y ello tiene que pasar indefectiblemente por tocar intereses de muchos, por cierto cuadrados con lo que representa la bancada opositora, que en su mayoría se enriquecieron pisoteando los derechos de los que este proyecto está progresivamente incluyendo y rescatando del infierno en que muchos de los del ala opositora o herederos de ellos sumieron a millones.
Por ello esta gente no puede presentar alternativa, no se lo permitirían sus financistas que tendrían que someterse a la traición de los financiados, si es que ellos quieren por lo menos cuadrarse con los pobres, en otras palabras sumarse a la acción de cambios que viene realizando contra viento y marea la Revolución, y eso jamás va a suceder, por lo tanto estarán condenados a patalear, causar ruido es decir seguir con lo único que saben hacer, pero que no les resulta de nada, conspirar, desestabilizar, seguir empujando los precios hacia arriba, utilizando sus empresas como sucede con las clínicas privadas, instituciones de educación en la diferentes ramas, de carácter privado, honorarios profesionales, alquileres habitacionales y comerciales etc., para elevar artificialmente los índices de inflación a ver si por esa vía se cae el gobierno.
Ya lo han anunciado y para eso, pareciera que fueron elegidos; quienes los votaron, no estaban pensando en tener una digna representación que le diera prestancia a una oposición seria, pensaron seguramente en que elegían a gallos de pelea, en la esperanza de que les garantizaran salir de Chávez a como dé lugar, por eso no miraron a quien elegían y lo hicieron por criminales y ladrones, sin que les temblara la conciencia ni el pulso.
Por todo ello preparémonos para soportar una oposición en el parlamento que va a ser el hazme reír del mundo, una manada de insensatos intentando montar escenas bochornosas y buscando con desesperación la manera de frenar la marcha firme de la revolución hacia un país en el que todos nos sintamos iguales y con los mismos derechos, eso si reconociendo nuestros deberes.-
RECTIFICAR ES DE SABIOS
No fue por miedo, no fue por presiones, no fue porque la rector, perdón rectora, Arrocha se desgañitó gritando barbaridades contra el gobierno y llamando a la subversión, no fue por evitar que los cerebros de la UCV, siguieran inventando verbos, ¡no!, fue porque tenemos frente al timón del Estado a un hombre sensato, que leyó la Ley, “de cabo a rabo” y se dio cuenta que había cuestiones perfectibles, mejorables sin tener que ceder un milímetro de los principios que más temprano que tarde tendrán que aparecer reflejados en la Ley, que ha de venir pronto porque es una necesidad imperiosa para evitar que las llamadas universidades autónomas, sigan actuando como estados dentro del Estado, como búnkeres de mafias conspiradoras y corruptas que manejan multimillonarias sumas de dinero del pueblo y no le presentan cuentas a nadie, que con los reales de ese pueblo hacen negocios que no pasan por el control legal, que mientras se enriquecen, los servicios estudiantiles se desmejoran progresivamente; para lograr una universidad democrática, es decir para el pueblo y no para élites que ingresen porque le son concedidos privilegios de los que no pueden gozar los bachilleres salidos de los sectores excluidos de siempre, por el capitalismo que domina las universidades que se oponen a una nueva Ley que les controle; para que la democratización de las Universidades elimine de una buena vez la discriminación de grandes sectores que hacen vida en ellas, a los que se les niega el derecho al voto y la odiosa e inexplicable acción de que un voto profesoral valga por 40 estudiantiles, algo vergonzoso que cuando uno se lo cuenta a amigos de otros países no pueden creerlo; para que por fin se deje sentado por siempre lo que debe ser la llamada autonomía, que es conveniente y plausible pero no como la interpretan unas autoridades que llegaron donde están por pírricas elecciones, sino como debe ser una autonomía que se aplique en libertad de pensamiento, de cátedra, de diseño de los currícula pero eso si, cónsonos con las necesidades del país y no una especie de patente de corzo para delinquir impunemente haciendo lo que les viene en gana sin que haya ley capaz de exigirles cuentas.
Eso vendrá indefectiblemente porque de otra manera la revolución no tendría razón de ser, porque en una revolución en la cual la educación en todas sus ramas no sea objeto de cambios sustanciales para quitarle el ropaje capitalista, fascista y por lo tanto excluyente sería una revolución “chucuta”, irrelevante , que más temprano que tarde haría aguas, porque no tendría posibilidades de formar profesionales ganados para lo social y seguiríamos con médicos sin principios, con la concepción capitalista arraigada y por lo tanto ganados para hacer dinero de la forma más rápida posible y así los demás profesionales que egresan sin formación ética suficiente, lo que condenaría al país del futuro a que personas como esas, tengan poder que los colocaría en la posibilidad de seguir sometiendo a los pobres en su exclusión aberrante.-
Por ello la Ley de Universidades tiene que ir, solo que luego de un debate más amplio como lo ha propuesto el Jefe de Estado, pero eso si conservando al menos los tres aspectos que no admiten negociación alguna: AUTONOMIA bien entendida que no se parezca en nada a la actual; INCLUSIÓN ABSOLUTA, sin barreras y DEMOCRATIZACIÓN con participación de absolutamente todos los miembros de la Comunidad Universitaria, vale decir docentes, estudiantes, empleados y obreros con valor igual para sus votos.
En conclusión la sabia decisión del Presidente, lo que busca en definitiva es que no se quede un venezolano que no se convenza de la necesidad de establecer cambios en nuestras Casas de Estudio superiores, que garanticen una democracia total y absoluta, que sustituya el remedo de democracia que hoy se practica en ellas.
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