Hijos del Capital. Niños hurgando en contenedores de basura

Si supones que no existe esperanza, entonces garantizas que no habrá esperanza. Si supones que existe un instinto hacia la libertad, entonces existen oportunidades de cambiar las cosas.

                                                          Noam Chomsky

Si los pobres empiezan a razonar, todo estará perdido.

                                                          Voltaire

Caminaba con mi hija hacia mi hogar cuando noté que cerca de donde estábamos  habían varios niños dentro de contenedores de basura buscando latas y botellas de plástico, mi corazón se rompió en mil pedazos y mi alma emitió un grito estruendoso de dolor clamando al cielo, si no caí de rodillas fue sólo por la presencia de mi hija, a quien con su corta edad no quería angustiar.

 La máquina que los metió en los contenedores de basura, esa desgraciada máquina llamada capitalismo no sólo los tiene a ellos como basura, sino a todos los que no sean consumidores, son los invisibles del mundo, los prescindibles, los que –para ellos- no existen, si mueren o viven no tiene la más remota importancia.

 Estos “descartables”, son avasallados en su capacidad de raciocinio por el sistema al marginarlos de la educación formal, al llenarles la cabeza de antivalores a través de los medios de comunicación, principalmente por  la muy nefasta televisión. Y es así como terminan creyendo que nacieron pobres y nacieron para ser pobres, que vivir en pobreza es lo que les tocó y es normal.

 Nuestro deber es obvio y sólo hace falta voluntad para cumplirlo, debemos ayudar a los pobres, a los oprimidos a despertar de las mentiras y falacias del capital, debemos convertirlos a todos en rebeldes. ¿Cómo hacerlo?, primeramente enseñándoles a viva voz que son víctimas, que no nacieron predestinados a ser pobres y a vivir mal. En segundo término, y aquí entran los grupos revolucionarios, debemos acercarlos al conocimiento, multiplicar bibliotecas a nivel nacional así como casas de alimentación, pues si no comen ¿qué interés pueden tener en formarse?, para ellos como para todos lo primero es subsistir, pero no sólo hemos sido hechos para sobrevivir sino-y sobretodo- para vivir dignamente.

 Una vez alcanzado el objetivo de crear conciencia masiva en las clases más desfavorecidas habrá rebelión, la revolución bolivariana se consolidará y su afincamiento será definitivo, los burgueses estarán condenados a pagar por sus iniquidades e infinito egoísmo.

 Sí hay esperanza, esa esperanza está en nosotros mismos, en nuestra voluntad, en nuestras propias capacidades, en nuestra fe –créase en la deidad en la que se crea-, en fin, nuestra esperanza está en el simple hecho de saber que nadie tiene derecho a condenarnos a una vida de esclavitud y miseria.

 La revolución bolivariana ha hecho mucho por los pobres y desvalidos, ha sacado a tantos y tantos de las redes de la pobreza extrema,pero aún falta por hacer, no por eso debe desconocerse lo que se ha hecho, esa posición contraria a la ética es la que asume la oposición incalificable que tenemos en nuestro país.

 Esos niños hurgando en la basura pudieron ser nuestros hijos, uno de ellos pudo ser mi hija, o mis sobrinos, mis ahijadas, cualquiera de los nuestros; yo les digo que la basura son ellos, los explotadores, las trasnacionales con toda su abominación, adoradores del dinero y el poder, enemigos jurados de la raza humana, que jamás vuelvan, así nos cueste la vida, no los dejemos volver nunca.

Miguelvillalobos9@hotmail.com

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José Miguel González (*)

Abogado, Magíster Scientiarum en Derecho Procesal Civil, Cristiano, Bilingüe, con baja tolerancia a la estupidez. Entrenador personal.

 miguelvillalobos9@hotmail.com      @jomigovi

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