La Revolución en juego

Que el alcalde metropolitano Jorge Rodríguez clausura el casino de La Candelaria.

Que semanas después alguien lo reabre.

Que si Casino mata Alcalde Metropolitano, pronto matará Presidente.       

Que el Código Penal vigente tipifica en su artículo 532 el juego de suerte, envite o azar  en sitio abierto al público  como falta punible
con arresto hasta de dos meses y confiscación del dinero y objetos destinados al efecto.

Que publicaciones colombianas certifican que paramilitares y narcos lavan capitales mediante “juegos de azar (chance y casinos)” en
países limítrofes (El Tiempo.com 2-7-2005).

Que así como los capitales de estos garitos vienen del delito,  sus clientes son sistemáticamente  asaltados y secuestrados por bandas que acechan a sus víctimas en los locales (Guía Com.ve, 18-1-2011).

Que incluso jugadores veteranos evitan dichos antros por “el tamaño, la ventilación (el humo de cigarrillo me afecta mucho) la cantidad de mesas y malas experiencias pasadas, bien sea por percibir trampa o por mal trato por parte de algún gerente o dueño”
(http://vivaelblackjac.blogspot.com, 1-7-2008).

Que el ministro de turismo Pedro Morejón certifica que hay trampa sistemática cuando informa que en un solo casino clandestino allanado se localizaron  “1.300 máquinas no permisadas, y adicionalmente se descubrió una especie de taller donde se reconstruían estos equipos de apuestas con monedas, aparentemente para modificar su funcionamiento y estafar a los apostadores. Además, informó que se halló un centro de comunicaciones por medio del cual se controlaba el funcionamiento de apuestas de estas máquinas” (VTV, 29-7-2009).
       

Que el informe del diputado Hermes García a la Asamblea Nacional en 2006 sobre la corruptela de los casinos revela que “Según estudios realizados por investigadores de prestigiosas universidades y centros de investigación de Gran Bretaña, Estados Unidos y España, la proliferación de ésta está originando graves y diversos problemas sociales, tales como desintegración familiar, disminución de rendimiento estudiantil y laboral, divorcios y hasta suicidios”.

Que el mismo informe expresa que según  la empresa International Gaming Holding, en Venezuela los juegos ilegales superan a los legales en 80%.

Que el director de una encuestadora que me pide reservar su nombre verificó que los estratos menos favorecidos pierden 30% de sus
ingresos en juegos de azar.       

Que abastos y bodegas de sectores populares están sembrados de maquinitas, que enseñan a los niños a jugarse el dinero del mandado y
a esperar hacerse ricos arriesgando lo ajeno.       

Que a la plaga de timbas, casinos, garitos, maquinitas y loterías se unen nuevas formas de arruinarse como las loterías internacionales y
las apuestas online.

Que en Venezuela hay más casinos que universidades públicas.

Que el pretexto de que los garitos crean empleo es inadmisible, porque con él también se podría legitimar el sicariato, el narcotráfico y la trata de personas.

Que por el contrario, explotan y despiden periódicamente a sus empleados para evitar que acumulen derechos laborales.

Que como ejemplo de tal maltrato  la  Diputada a la Asamblea Nacional Marcela Maspero y José Antonio García, de la coordinación de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) informan que el “Gran Casino Puerto La Cruz” se “niega a dar los recibos de pago a sus trabajadores, no pagan ningún día feriado como lo establece la ley sino que lo cancelan como un día normal de trabajo, no ha inscrito a sus trabajadores ni en el seguro social ni en la Ley de Política habitacional y no le cancelan el ticket cesta al personal nuevo entre otros”.         

Que el dictador Fulgencio Batista pensó que hacía un gran negocio al entregar Cuba a la mafia casinera de Meyer Lansky y Lucky
Luciano y todos ellos terminaron perdiendo todo.

Que Cuba y Ecuador, países señeros del ALBA, cerraron sus casinos.

Que representantes del Tribunal Supremo de Justicia y de la Comisión de Casinos de la Asamblea Nacional se reúnen desde el 11 de enero para examinar la legalidad de casinos que son todos ilegales.

Que legitimar lo ilegítimo es ilegitimarse.

Que elevar  al  tahúr, el fullero, el embaucador y el paraco es colocarse por debajo de ellos.

Que la infamia quedará por siempre asociada al nombre de quien convierta la trácala, el naipe, la ruleta, el garito, la martingala,
la maquinita, el dado, el narcolavado y el soborno en el modo de vida de Venezuela.

Que es fácil convertir un país en un gran casino, pero difícil reconvertir un casino en un gran país.

Que si tahúr mata autoridad electa, mata Revolución.

Que la Revolución está en juego.


CABALLO DE ESPADAS
Caballo de espadas y caballo de copas y caballo de oros y caballo de bastos, y, en el centro de la cruz, otra vez caballo de espadas, que
delata la trampa de la baraja. Lo clavaron sobre ella, de una puñalada.
(Abrapalabra, 1979)

brittoluis@gmail.com

 
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Versión en francés, gracias a la inteligente ayuda del amigo Romain
Vallée: http://luisbrittogarcia-fr.blogspot.com
Libros de Luis Britto en Internet:
Rajatabla: www.monteavila.gob.ve
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Dictadura mediática en Venezuela: www.minci.gob.ve
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Luis Britto García

Escritor, historiador, ensayista y dramaturgo. http://luisbrittogarcia.blogspot.com

 brittoluis@gmail.com

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