Tomado del Diario Ojo Pelao: “…La presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, magistrada Luisa Estella Morales Lamuño, indicó en sus palabras de Apertura de las Actividades Judiciales del año 2011, que las leyes en nuestro país a raíz de la promulgación de la República Bolivariana de Venezuela responden a un fin ideológico claramente establecido, el cual está centrado en equilibrar el Poder del Estado con el legítimo poder soberano detentado por el pueblo, y buscando siempre como norte una democracia participativa y protagónica en todos los ámbitos. Destacó el papel que juegan los Consejos Comunales, la Contraloría Social, entre otros mecanismos e instituciones de participación del pueblo en el desarrollo del Estado, “con que orgullo podemos afirmar que convivimos con el pueblo organizado desde este Tribunal Supremo de Justicia, que ya no es extraño ver transitar a sus voceros por estas instalaciones, sede de la cúspide judicial, siempre bienvenidos, estas puertas del Tribunal Supremo se abrieron para los Consejos Comunales para no cerrarse nunca más”…” Ahora bien, si a nivel del TSJ las puertas están abiertas para los consejos comunales, las contralorías sociales, los frentes de movimientos sociales, las misiones bolivarianas, los frentes estudiantiles, frentes obreros, movimientos feministas y en general, todos aquellos movimientos organizados que tengan que ver con el desarrollo integral de la Nación. Con más razón, el resto de las puertas de los demás Tribunales del interior del País, deben permanecer abiertas al poder popular y muy fundamentalmente al poder comunal. Ojo: Abiertas no sólo en lo imaginario, sino también en lo real e inequívoco.

Arepera Socialista en la Encrucijada

Según su coordinador Ernesto Umbría, me llamó para informarme que pronto estarán construyendo una mega-arepera socialista en la Encrucijada de Cagua. Y posteriormente me envió este mensaje: “Representamos una lucha que se viene dando desde 2006 y en el 2009 se logró la expropiación por la cámara municipal para realizar un proyecto a nombre de la cooperativa de conductores de la Encrucijada y luego en septiembre del 2010 el vicepresidente Elías Jaua, el Canciller Nicolás Maduro, la Diputada Cilia Flores, Richard Canán, María Cristina Iglesia y Juan Carlos Loyo aprobaron una arepera socialista y un abasto bicentenario en la sede de la cooperativa y una sala de batalla para la integración de los consejos comunales y así proyectar el municipio al estado y a nuestro país, ha sido una lucha de clases, para poder reivindicar a nuestra sociedad y a la clase obrera y darle mayor fuerza a nuestra sociedad y poder; que acabará con esa anarquía capitalista comercial existente en la Encrucijada.”

Del caracazo al golpe militar y mediático

Para nadie es secreto arcaico, que CAP ordenó a la vieja DISIP que, con uno de sus francotiradores, asesinaran a nuestro inolvidable camarada y compatriota, Mayor Felipe Antonio Acosta Carlez, a quien cariñosamente entre militares amigos, allá en lo que fue el Regimiento de Paracaidistas Aragua, lo llamábamos “tarzán”. No voy a profundizar el tema del caracazo, porque quiero resaltar este vil asesinato, así operaban los Presidentes cuarto-republicanos. En cuanto al golpe militar y mediático del 11ª, tampoco pueden negar, que con este golpe, el generalato pitiyanquis, vende patria, entreguistas, traidores a la patria, de ese entonces, se confabularon con la oligarquía burguesa, quienes representaban el poder económico en el país. Dígame, militares corruptos, con dinero y poder, lógico que traicionarían al mismo Cristo, si decidiera regresar al planeta.

Nuestro PSUV debe ser pueblo en movimiento

Así como el TSJ abrió sus puertas de par en par, para el pueblo organizado, no sólo en lo simbólico, sino también en lo real e inequívoco; del mismo modo, las dirigencias nacionales, regionales, municipales, parroquiales y comunales, deben abrir sus puertas del compartimiento, compartir el poder con el pueblo, ya basta de tanto activismo partidista, somos maduros y sabemos bien como se bate la mezcla en política. Me das poder simbólico pero no real. Es como el cuento de la maracucha: “…Decidle que sí, más no se la deis…” Ustedes allá arriba, lo entienden; no hagan que el propio pueblo, los aparte a un lado y se entienda directamente con el máximo líder nacional. En pocas palabras, con el papá de los helados, o como semánticamente dicen por ahí, con el “dueño del circo”.

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