Estados Unidos acaba de darle su apoyo oficial al ex presidente salvadoreño, Francisco Flores, - conocido en Venezuela por su respaldo al golpe de Estado del 11 de abrilpara la Secretaría General de la OEA. Este apoyo se produce precisamente tras el revés que sufrió la administración Bush con la solución del impasse colombo-venezolano y como retribución al gobierno salvadoreño por ser el único del hemisferio en acatar el llamado de Washington a expresarse públicamente contra el "apoyo" del gobierno venezolano a "terroristas". La victoria de Flores le aseguraría a la administración Bush suficiente influencia para convertir a la OEA en un instrumento de intervención en Venezuela que frene el proceso integracionista de América Latina y el Caribe. Es por ello que Estados Unidos ha comenzado a maniobrar internamente para adelantar la elección del Secretario General y de esta manera impedir que el candidato chileno, José Miguel Insulza, apoyado por Chile, Brasil, Venezuela, Argentina y elnuevo gobierno de Uruguay, continúe sumando votos.
Estados Unidos quiere que la OEA sea el escenario de una política "multilateral" que promueva la democracia representativa, el libre comercio y la constitución de "buenos gobiernos" a través de la aplicación de la Carta Democrática Interamericana "sin excepción", una intervención más directa de las misiones electorales de la OEA, el avance del ALCA y la modernización de la Junta Interamericana de Defensa y Colegio de Defensa para adecuarlos a la "guerra contra el terrorismo". Esta política viene aderezada por las recientes declaraciones de Condoleezza Rice, quien además de señalar a Cuba, Burma, Corea del Norte, Irán, Belarrusia y Zimbabwe como los nuevos "focos de tiranía" en el mundo, acusa al gobierno de Venezuela de ser una "fuerza negativa" en la región. Paralelamente, el embajador estadounidense, William Brownfield, realiza una sigilosa "gira nacional" para conocer personalmente los 23 estados de Venezuela y evaluar las condiciones socioeconómicas del país, al tiempo que la
oposición golpista utiliza sus distintas fachadas de organización no gubernamental - léase Súmate y demás entes fraudulentos - para reunirse con gobiernos del hemisferio y lograr apoyo en su lucha por los "derechos políticos y civiles" en Venezuela que de alguna manera influya en la percepción que se tiene del gobierno venezolano a la hora de sumar votos en la OEA cada vez que Estados Unidos, a través de sus protectorados, acusen a Venezuela de violar los "principios democráticos" y los "valores de libertad".
En el seno de la OEA se darán buena parte de las batallas que le tocará enfrentar a Venezuela en el futuro inmediato para defender la Revolución Bolivariana y la integración latinoamericana y caribeña.
(*)Internacionalista, MA