Uno de los aspectos que supongo debatieron en la discusión de las 5 líneas estratégicas de acción política en el Zulia, fue la actitud de algunos dirigentes de la revolución bolivariana, que en Maracaibo se ven dispuestos a partirse el alma por el proceso, a morir si es preciso, pero desde la Alcaldía o de un alto cargo de alguna otra corporación.
Situación que lleva a peguntarse: ¿Será que es necesario un cargo para hacer revolución en este municipio? Que se sepa, aún conociéndose las necesidades de la gente de nuestras comunidades más desasistidas, desde el presidente Hugo Chávez para abajo, al pueblo sólo le piden sacrificios y no veo que le ofrecen puestos, sin embargo, responde a pesar de sus carencias y de esos males que agobian al proceso como la ambición de poder, el sectarismo y el oportunismo. Siendo así, ¿por qué no lo pueden hacer los dirigentes?, o mejor ¿por qué no lo hicieron, si ellos deben ser los primeros en dar el ejemplo?
Nunca tuvieron gestos de desprendimiento. No demostraron que les vibra el proceso en la sangre, que poco importa quien ocupe los cargos, sino profundizar el socialismo, como dice Chávez. Les quedó grande la población roja rojita marabina y seguramente ahora quieren recoger el ovillo, pero ya ha corrido mucha agua debajo de ese puente. La gente, esos que votan, se cansaron y creo que como en mi caso, se pronuncian por el apoyo a nuevos líderes. Si no se ven es porque esos mismos políticos se encargaron de que no surgieran, pero aún hay tiempo de sobra para sacarlos y candidatearlos de aquí a 2012.
Un trabajo duro para el candidato a gobernador Francisco Javier Arias Cárdenas, quien lidera las discusión de las 5 líneas estratégicas en el occidente venezolano, porque caras vemos, mas no corazones. Y en Maracaibo hay que cuidarse de esos políticos que saludan con efusivos abrazos que se deshacen en palmadas, pero con un largo y filoso puñal en cada mano.
Lo más importante del documento de acción política es que evidencia conciencia de las causas que han afectado a la revolución en el país en estos doce años, principalmente en Maracaibo, donde se han sufrido constantes derrotas y, a mi juicio, donde el pueblo desde hace bastante clama por un cambio que pasa por renovar a esos dirigentes, dispuestos a perder las uñas y hasta la “coronilla” de los dedos por la revolución si es necesario, pero repito, desde la Alcaldía de Maracaibo o de un cargo atractivo que les proporcione mucho dinero y poder.
Arias Cárdenas obviamente tiene pleno conocimiento del asunto, sin embargo, insistimos en hablar de los problemas y advertir los estragos que los disfrazados de chavistas han ocasionado a la revolución, consciente del momento político y de la necesidad de recuperar el Zulia y Maracaibo.
La Gobernación se rescata, pero aún no hay propuestas visibles para el ayuntamiento marabino, y como lo plantean las cinco líneas estratégicas: “Esta situación obliga a una profunda revisión de los mecanismos de selección de nuestros candidatos y poner en una balanza sus ventajas y desventajas”.
De antemano advierto que no se debe caer en la trampa ni en los “cantos de ballenas” de esos dirigentes derrotados que andan de Maracaibo a Caracas y viceversa como las prestobarbas de doble filo. Si no la Alcaldía; un cargo. Si a la primera se le pasa la segunda lo repasa. Y nosotros tendríamos nuevamente una buena afectada, que nos condenará a continuar bajo la anarquía y el desgobierno de esta oposición inservible.
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