A pesar de que nuestro Libertador tuvo formación militar al estilo español, fue en todo momento un excelente oficial de armas. Hay que reconocerle en verdad, que fue un excelente autodidacta. El congreso de Angostura lo legitima, confiriéndole la ratificación del título de Libertador. Desde el 6 de enero de 1821, deja de ser General de División, para ostentar el cargo honorífico de Libertador. Claro está que con su carácter férreo de militar guerrero y excelente estratega, absorbió en la práctica la cúspide de la jefatura suprema, mucho antes de ascender a Coronel. Cronológicamente su formación profesional, comenzó cuando apenas tenía 16 años de edad, a saber:
El 4 de julio de 1799, el rey de España autoriza el nombramiento de Simón Bolívar como subteniente de la Sexta Compañía del Batallón de Milicias de Blancos de los Valles de Aragua. El 16 de diciembre de 1803, con 20 años de edad, asciende al grado de Teniente. El 24 de mayo de 1811, con 28 años de edad, es nombrado coronel de los reales ejércitos por la Junta de Gobierno. El 23 de mayo de 1814, con 31 años de edad, entra en Mérida, donde se le aclama como Libertador. El 27 de noviembre de 1815, con 32 años de edad, se le asciende a general de división, con el encargo de someter al Estado de Cundinamarca a la Unión granadina, tarea a la que da fin victoriosamente dentro del año. El 24 de julio de 1818, con 35 años de edad, aclamado Jefe Supremo. El 6 de enero de 1821, con 38 años de edad, el Congreso de Angostura ratifica a Simón Bolívar el título de Libertador. El 13 de junio de 1829, con 46 años de edad, el pueblo de Bogotá lo aclama Dictador. Y lógico antes que se consumara esa aclamación de Dictador de la Gran Colombia, que hacía mucha falta en verdad, para poner orden a ese gran desorden separatista y divisionario, los miembros de la cosiata y liderada por el traidor supremo José Antonio Páez, asesinan en 1830 al Abel de América el Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre y se cree que nuestro Libertador ese mismo año, muere envenenado por sus detractores, que sin duda, ahí tuvo metida la mano peluda del imperio yanqui.
Antonio Ricaurte
Este próximo 25 de marzo de 2011, se cumplirán 197 años de aquella estratégica inmolación de Ricaurte, quien nació en Villa de Leiva (Colombia) 10.7.1786 y murió heroicamente en San Mateo (Edo. Aragua) 25.3.1814. Oficial (capitán) que luchó por la libertad de Venezuela en la Guerra de Independencia. Hijo de Esteban Ricaurte y de María Clemencia Lozano, hija del marqués de San Jorge (Jorge Lozano de Peralta) quien había colaborado con los comuneros en la insurrección de 1781. Ricaurte estudió en el colegio de San Bartolomé de Bogotá entre 1799 y 1804, y completó su formación en las nuevas ideas de la Ilustración en forma autodidacta en la biblioteca que poseían sus padres y parientes. Contrajo matrimonio con Juana Martínez Camacho, sobrina del prócer tunjano Joaquín Camacho, quien le ayudó a entrar en la burocracia colonial con el cargo de escribano de cámara y secretario del Tribunal de Cuentas del virreinato. Ricaurte participó en los hechos revolucionarios del 20 de julio de 1810, en Bogotá, como criollo rebelde contra el régimen colonial; por su actuación decidida, sus compañeros lo llamaban El Chispero. Los jefes revolucionarios le encomendaron la vigilancia del virrey Antonio Amar y Borbón en el Tribunal de Cuentas. Cuando se organizaron las milicias patriotas, Ricaurte fue incorporado al batallón de infantería de Guardias Nacionales, con el grado de teniente. En los años iniciales de la Primera República de la Nueva Granada, cuando se presentó la división partidista entre centralistas y federalistas, Ricaurte apoyó al precursor Antonio Nariño y a los partidarios del centralismo y participó también en la primera guerra civil granadina. Intervino en el combate del Alto de la Virgen en Ventaquemada en donde sus tropas fueron derrotadas el 2 de diciembre de 1812; y posteriormente en el combate de San Victorino en Santafé el 9 de enero de 1813, que culminó con el triunfo de los centralistas. Antonio Ricaurte fue seleccionado para integrar el ejército granadino que se organizó, a solicitud del entonces brigadier Simón Bolívar, para la libertad de Venezuela, en la que ha sido llamada Campaña Admirable (1813). Participó en este primer Ejército Libertador de granadinos y venezolanos y se destacó en los combates de La Grita (13 abril), Carache (19 junio), Niquitao (2 julio), Taguanes (31 julio) y otros. A partir del 25 de febrero de 1814 se produjo una serie de encuentros entre patriotas y realistas en un área que comprende desde el lago de Valencia hasta San Mateo. En la casa alta de la hacienda San Mateo, propiedad de Simón Bolívar, se colocó el parque cuya custodia fue encomendada al capitán Antonio Ricaurte y a una pequeña tropa de 50 soldados. Durante el ataque realista, Francisco Tomás Morales se apoderó del trapiche, y al mismo tiempo, una de sus columnas, bajando por la fila de Los Cucharos tomó la «casa alta». No fue capturado el parque por dicha columna porque lo impidió su custodio el capitán Antonio Ricaurte quien, al ver tropas realistas en condiciones de capturar aquel depósito, prendió fuego a la pólvora y lo hizo volar el 25 de marzo de 1814, con lo cual pereció él y aquellos que se hallaban dentro del recinto. Bolívar aprovechó el desorden momentáneo que se produjo entre los atacantes y lanzó un contraataque, con el cual reconquistó la «casa alta». Hasta la próxima.