Trabajadores de la economía popular

Movimiento Social Insurgente

Con el advenimiento del proceso de transformación bolivariano la sociedad venezolana ha sido objeto de una serie de cambios en las más diversas esferas de las que conforman su totalidad. Uno de esos cambios, si acaso, de los más resaltantes en el ámbito político-social, es el de la movilidad y organización social que se expresa en la aparición de nuevos actores cuya presencia en el escenario nacional era sencillamente impensable hasta hace pocos años.

La movilidad social que se ha generado, con la revolución bolivariana, ha dado pie para la puesta en escena de nuevos movimientos sociales (pobladores, economía popular, minorías sexuales, comunicadores populares, minorías étnicas, etc.) impulsados tanto por la toma de conciencia que se ha despertado en diversos sectores, que no era que no existían como conglomerados, como entes amorfos en la etapa histórica precedente a la bolivariana, sino que no habían tomado conciencia de su condición de sujetos sociales, cualidad que el mensaje bolivariano, sencillamente, ha potenciado; así como por la voluntad y disposición a participar política y socialmente de estos sectores a tenor del reconocimiento que del otro u otros hacen y auspicia el bolivarianismo, y ello, a pesar de las prácticas contrarrevolucionarias, burocráticas, dogmáticas y reformistas que realizan muchos funcionarios, a todos los niveles, de la administración pública y de la estructura política, que estimulan desencanto y frustración, propiciando, más bien, apatía y pasividad.

Uno de estos nuevos movimientos sociales es el de los trabajadores de la economía popular que, si bien, como expresión de una actividad económica es de muy vieja data en la producción y circulación de bienes y servicios en la economía nacional (si nos remontamos a la época colonial venezolana, ya se nos hace visible la presencia y trayectoria de este tipo de manifestación económica) es ahora cuando, al fin, reclama su condición de actor social, y, más específicamente aún, su asunción como parte activa del sujeto histórico revolucionario transformador de la sociedad venezolana, es decir, del pueblo patriótico y trabajador.

En Venezuela, en la actualidad, se cuentan por centenas de miles los trabajadores y trabajadoras incorporados(as) a esta actividad económica que si bien poco rentable desde el punto de vista de la ganancia capitalista sirve, en términos prácticos y concretos, para que muchos venezolanos y migrantes provenientes de países hermanos puedan garantizar su subsistencia y la de sus familiares.

Muchos de estos trabajadores(as) desechados(as) del proceso productivo dada la condición de atrofiamiento y de dependencia exterior impuesta que ha caracterizado al sistema capitalista venezolano, tuvieron que dedicarse a una actividad que, catalogada hasta hace poco, en términos denigrantes, como informal, poca seria, marginal ahora adquiere un perfil dignificador, pues revestido de propuestas productivas alternativas a la mera relación de compra – venta para la realización de la plusvalía económica e impulsando formulas organizativas que como los Consejos de Trabajadores apuntan al avanzado concepto de la autogestión de sus Ferias o Centros de Trabajo, propiciadores de la sociedad socialista del porvenir, sin duda alguna, han dado un salto gigantesco en su valoración como ciudadanos y como agentes activos de la transformación social.

Con este lineamiento, trabajadores de la economía popular de Caracas (buhoneros, artesanos, perrocalenteros, dulceros, vendedores de jugo, microempresarios, prestadores de servicios diversos, etc.), sus sectores más comprometidos con la revolución bolivariana, se han venido constituyendo en un Movimiento Social, en el marco de un esfuerzo sostenido, en el que venciendo obstáculos y resistencias de distinta índole y en alianza con el Movimiento Social de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC), han logrado sobreponerse y erigirse en una referencia insurgente para la gran mayoría de la masa humana que se activa en la economía popular.

Un Movimiento Social que insurge contra las prácticas corruptas y burocráticas que desarrolla la dirección de INMERCA, sociedad mercantil, adscrita a la Alcaldía del Municipio Libertador, a través de la dirección de Control Urbano, y que atentan contra los más sagrados derechos de los trabajadores de la economía popular como son sus derechos al trabajo y a la dignidad humana.

Un Movimiento Social insurgente contra la pretensión de INMERCA y de directivos de la Alcaldía de Caracas (Dirección de Economía Informal y Control Urbano), de dividirlos y desconocerlos como trabajadores, de intentar impedir su organización y activación como sector social dispuesto a defender sus reivindicaciones más inmediatas y su condición de bolivarianos identificados con la defensa estratégica del proyecto político que lidera el presidente Chávez.

Un Movimiento Social insurgente, que teniendo claro la importancia de enarbolar el principio de la autonomía movimiental y de la no supeditación a partido político alguno, asume la lucha política ideológica y la movilización combativa como las vías idóneas para la concreción de los avances que hagan posible su dignificación como trabajadores(as) y como ciudadanos(as) de la patria bolivariana.

Un Movimiento Social insurgente ganado para la trascendencia y, en ese sentido, asume con entusiasmo y fervor militante la exhortación y propuesta del comandante Chávez de integrarse junto con otros movimientos sociales, organizaciones populares y partidos revolucionarios en el esfuerzo colectivo de impulsar el Polo Patriótico, garante del triunfo revolucionario en las elecciones generales del año venidero (2012) y, más aún, instrumento estratégico para la profundización del proceso de cambio revolucionario en nuestro país.

Un Movimiento Social insurgente que entiende la importancia de encontrarse y articularse con los otros movimientos sociales y organizaciones populares que pujan, también, por la construcción del socialismo en la Patria venezolana y en todos los países del mundo, en la comprensión creciente de que el socialismo es la única salida posible que tiene la humanidad para contener la barbarie capitalista, alcanzar la paz y preservar la vida y hasta la existencia misma del planeta Tierra.

En fin, un Movimiento Social que insurge para la defensa y elevación material y espiritual de los trabajadores de la economía popular, que reclama y proclama, en consecuencia, su condición de nuevo actor social y que nace comprometido con los propósitos transformadores del bravo pueblo venezolano y ganado para la trascendencia histórica.

(*)Sociólogo

miguelugas@gmail.com


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Miguel Ugas(*)

Miembro de la coordinación nacional del MoMAC

 miguelugas@gmail.com

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