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Caracas, una ciudad vivencial

Estados Unidos ha aprendido de su contexto, la necesidad de apropiarse de los criterios que emanan los pueblos para posesionarse de su mercado y tratar de darnos un concepto amplio de su voracidad militar. Para esto, utiliza los medios de masificación y conforman una diversidad de rutas recreativas para someter al género hacia el libre mercado y el consumismo. Detrás de todo esto, existe una valoración exacta para llevarnos a la monotonía y a la innovación de códigos para permitirnos relatar una historia amañada y perfeccionada por los escritores de autoayuda y que los libreros contemporáneos despliegan con mucha fuerza y coraje, convirtiéndose en propagandistas de las ideas repetidas y reformuladas por los grandes ensayistas norteamericanos y sus satélites coloniales.

La historia de Venezuela esta llena de muchas peroratas y momias que desde sus puestos públicos dan a conocer su falsa autoridad y se maniquean por los pasillos de grandes ciudades mostrando su coraje ante los hechos evidentes de una acción política o cultural.. Hay que revisar los centros culturales y ateneos de Venezuela. Existe mucho engaño y el delito es impune. Los centros culturales solo han quedado como polvorines de guerra y nadie se hace responsable de las obras artes, cedidas por pintores de gran valía y conducta intachable.

Este bloque de intelectuales, políticos y economistas estimula una inflación inducida por las actividades paralelas de toda acción gubernamental, siendo sus sitios de reunión las pagodas y fuentes de soda de cierta exclusividad. Hay esquizofrenia por gastar lo que no se tiene. Es la voz de la nueva burguesía que, ante la coyuntura desea montar trampas para valorar el sentido de la mirada y ver que los norteamericanos apuestan a sus conciencias para domesticarlos y hacerles compañía para trazar una ruta de origen, donde el valor cultural es vital. Para no errar y cerrar con fe, la lucha emprendida a costa de disciplina y tenacidad.

Seguimos esquilmando al Estado desde la actividad bancaria y estos entes improductivos especulan y dañan al pequeño cuerpo de comerciantes para estimular sus propias ilusiones y perspectivas., necesitamos un árbitro económico ajustado a las evidencias mercantiles. Sin duda, Estados Unidos necesita de las fuerzas económicas de sus satélites coloniales. Lo único hecho plausible, es construir la muerte por los caminos guerreristas y de control político para darnos un esclavismo determinante. Es un negociado completo, todos involucrados y una acequia esperando en el camino, ese día llegará y pronto.

Somos protagonistas de un nuevo criterio político, solo falta argumentar sus principios axiomáticos e ideológicos, es necesario frenar la impunidad y hacerla justicia, es un pueblo que exige equidad en sus principios de participación social, tenemos un mensaje que dar, pero, debemos tener responsabilidad y disciplina en el acoplamiento de esa realidad. El ojo de los criterios formativos siempre estarán observando las impurezas de los avasalladores, que, serán juzgados por la naturaleza y la única fuerza posible originaria de Jesús, un hombre del pueblo que aplicó sus sueños en los pobres y, hoy, los vitaliza para asumir una conducta palpable y de reconciliación.

Todo lo hace la educación. Es poner los criterios al servicio del hombre y capacitarlo a los cambios sociopolíticos. Hay que dejar atrás el ilusionismo burgués y cada comunidad tiene que hacerse en benefactores del bienestar común para lograr un núcleo social bien dirigido por todas las partes que reflejan el núcleo social de ese colectivo.

Hay que culturizar al país, avanzar en ese carril hacia una genuina demostración del trabajo hacedor y dejarnos de una transculturación fatídica que entorpece el camino de los sueños, debemos incorporarnos al mundo espiritual u alejarnos de los contiturbios callejeros, la patria nos exige un camino recto y un apoyo a las comunas en cada barrio, solo resta que los artesanos e intelectuales comprendan que la cultura es un factor clave para agotar la violencia que recorre nuestras barriadas dañando el proceso de estudio en nuestros niños que desean a temprana edad cambiar su pensamiento hacia una legitimación social que determine factores de alegría en su núcleo familiar.

Venezuela, avanza en el espacio y el tiempo. A ha venido constituyéndose en un gran mercado público, donde nadie desea trabajar en las industrias, son una verdadera carga par el Estado. Es el capitalismo feroz y la idiotez de muchos de nosotros, solo deseo ser adorador de una doctrina ideológica y no ser víctima de los depredadores culturales, es un abismo encontrarnos allí, contemplando la otra historia, aquella que nos contamos cada noche, ante la bandada de lobos que generan la violencia. Necesitamos, otra ciudad más vivencial.

emvesua@cantv.net


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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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