El dossier de un “hombre bueno” pero que asesinó a mucha gente

Leoni, Raúl: Entre 1964 al 1969, el mandato del Presidente Raúl Leoni, fueron asesinados unos tres centenares de militantes del PCV, del MIR y simpatizantes de Izquierda. Hubo además ciento cincuenta desaparecidos y torturados en la DIGEPOL y el SIFA, y en sus teatros de operaciones de Cachipo, Yumare, Cocollar, Copahuaico, La Pica, entre otros.

Leoni, Raúl: Nació en el Manteco, Estado Bolívar, el 26 de abril de 1905. Sus primeros estudios los hizo en Upata y los de Bachillerato entre Ciudad Bolívar y Caracas. Luego pasa a cursar Derecho en la Universidad Central de Venezuela, y el 25 de febrero de 1928 nos lo encontramos como Presidente de la Federación de Estudiantes de Venezuela. Un poco antes, el 25 de enero de 1928, es cuando aflora en él todo su interés por la acción política. El bachiller Leoni era un muchachón de 23 años, recogido y temeroso. Al nacer lo habían inscrito en el Consulado Francés de Ciudad de Bolívar, es decir propiamente no era venezolano. Y llegó a dudar mucho, nacionalizarse. Como su padre era francés le costaba cambiar su “progenitura” por un pata-en-el suelo; es decir por un Juan Bimba adeco. En 1923, la Legación Francesa lo citó para que cumpliese el servicio militar en su “verdadera patria”, pero entonces sostuvo que de momento se sentía miembro de la tierra de Bolívar. Cuando sucedieron los temblores carnavalescos de 1928, Leoni fue amonestado por la policía, y temiendo que se le castigara con 60 libras de grillos en los tobillos, corrió al Ministerio de Relaciones Exteriores y solicitó tramitar su pasaporte francés; en vista de los alborotos estudiantiles, aceleró sus gestiones y buscó un salvoconducto para pasar a la Guaira y tomar el barco Pellerin de Latouche. Efectivamente, el embajador de Francia lo reclamó al dictador Gómez y el despacho del Ministerio de Relaciones Exteriores contestó al señor Ministro de Francia, que él no debía intervenir en este asunto, y que lamentaba que un venezolano hubiese “querido renegar de su nacionalidad para acogerse a otra, siendo tanto más extraño el caso por tratarse de un joven versado en leyes y que como Presidente de la Federación de Estudiantes había encabezado la agitación política que luego se referiría en que tanto alarde se hizo de patriotismo.[1]

Leoni, Raúl:  DOCUMENTOS 153: Nacionalidad del Señor Raúl Leoni.

Estados Unidos de Venezuela – Ministerio de Relaciones Exteriores – Dirección de Política Internacional.

No. 648.

Caracas; 25 de abril de 1928

 

Señor Ministro:

Tengo el honor de comunicar a V. E., con relación a su atenta nota número 32, del 16 del corriente mes, que el Ministerio de Relaciones Interiores manifiesta al de mi cargo que el Ciudadano Raúl Leoni, nacido en Upata, Distrito Piar, del Estado Bolívar, es venezolano al tenor de lo dispuesto en el Artículo 28 de la Constitución Nacional. Y si a la luz de la legislación de Francia el señor Raúl Leone posee también la nacionalidad francesa, esta circunstancia no podría, en territorio de Venezuela, prevalecer sobre la nacionalidad venezolana.

 

En tal virtud, y descontada desde luego, la decidida buena voluntad con que el gobierno de Venezuela desea satisfacer en la medida de lo posible cualquier solicitud de la delegación de Francia, al digno cargo de V. E., esa razón de principio impide dar a lo pedido por vuestra excelencia la consideración especial a que habría lugar si Leoni poseyese sólo la nacionalidad francesa.

 

Válgome de la oportunidad para reiterar a V. E., las seguridades de mi alta consideración.

P. Itriago Chacín.

Leoni, Raúl: El siguiente documento aparece fotografiado en el libro de Silvio Ruiz El Gentilicio Enfermo: “Quincena social Internacional. Se designó a los ciudadanos Cesar Zumeta y Doctores León Aguilar y Julio C. Velutini para representar a Venezuela en las cuatro reuniones internacionales que, bajo la denominación de Quincena Social Internacional, se efectuaron en París en el mes de julio de 1928”.

“A fin de contestar a una solicitud del representante diplomático de Francia, manifestó a la Cancillería el Ministerio de Relaciones Interiores que el ciudadano Raúl Leone, nacido en Upata, Distrito Píar del Estado Bolívar es venezolano según lo dispuesto en el Artículo 28 de la Constitución Nacional. Y si de conformidad con la legislación de Francia el señor Leone posee así mismo la nacionalidad francesa, esta circunstancia no podría, en territorio de Venezuela, prevalecer sobre la nacionalidad venezolana”.

“Transcurrió a la Cancillería nuestro enviado extraordinario y Ministro Plenipotenciario en Francia una nota del Centro Español de París, en la cual se refiere a la conmemoración del Día de la Raza por las colonias españolas e hispanoamericanas residentes en París, y a la decisión que tomaron los concurrentes a un banquete celebrado en la gloriosa fecha, de enviar un saludo al presidente de Venezuela.”

“Deuda nacional del 3% anual por convenios diplomáticos”.

“Dióse parte del Excelentísimo Señor enviado extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Francia en Venezuela que, conforme a la ley de presupuestos general de Rentas y Gastos Públicos, han sido duplicadas las cuotas mensuales destinadas al servicio de intereses y armotizaciones de la la Deud Nacional del 3% anual por convenios diplomáticos...”

“Como ya os lo manifesté en el apéndice del libro amarillo del año anterior, el General Juan Vicente Gómez, presidente de los Estados Unidos de Venezuela, recibió en audiencia pública y solemne, al Excelentísimo Señor Charles Barret, en su carácter de enviado extraordinario y Ministro Plenipotenciario de la República francesa”.

Leoni, Raúl: No pudo hacerse francés tratará de adquirir la nacionalidad norteamericana haciendo especialmente para ello un viaje a Washington: entonces Norteamérica era un hervidero de emigrantes en busca de fortuna. Aquel enjambre le produjo miedo. Conoce a una venezolana cuya familia había servido a fervorosamente a Gómez, y entonces descubre que su fortuna ya se había hecho realidad y se casa. Entonces prefirió hacerse neogranadino en Bogotá donde se graduó de abogado y donde montó una venta de frutas en Barranquilla. Allí se entera de la existencia de Germán Candelario Arciniegas, y queda deslumbrado.

Leoni, Raúl: Después del Golpe, para premiar a Leoni lo nombran Ministro del Trabajo, y más tarde el mismo Rómulo Gallegos lo ratifica en el cargo. Cuando Ocurre el Golpe del 48, comienza a viajar. Pasa por la Habana, Nueva York, Washington, Costa Rica, Bolivia, Perú... Nunca tuvo que ver con la resistencia contra Pérez Jiménez, pero eso sí, cuando vuelve a Venezuela, después de 1958, aparece como Vicepresidente de AD. Después sale electo Senador y lo convierten en Presidente del Congreso, y finalmente colma su ambición última siendo presidente de la República. Cuando los dirigentes del Buró Sindical de AD, conformado por Malavé Villalba, Francisco Olivo, González Navarro y José Vargas le plantean lo de la candidatura de Leoni, Betancourt les dice: “¿Cómo es posible que ustedes vayan a llevar a la Presidencia de la República a un bolsa como Leoni?”. Resulta que quien le da a Leoni (“por su talento político, por su estilo de vida privada y pública”) el verdadero empujón para que resulte el candidato de AD, es Luis Beltrán Prieto Figueroa.

Leoni, Raúl: En realidad no existía gobierno alguno durante su mandato, y todo funcionaba por la inercia impuesta por el alto mando del ejército. Cada vez que le lleven a Betancourt la información de alguna barbaridad cometida por Leoni, él dirá, entre sonreído y fatigado: “Ah, el pobre Raúl.”

Por otro lado, Leoni no sabía hablar, era lerdo y para todo tenía un modo mimético de exclamación: “¡carajo!”. Lo que salía de sus labios era precisamente lo que no estaba pensando. Una de las personas que se convirtió en acérrimo defensor de Leoni y que no permitía que en su presencia, sus propios compañeros de partido, se burlaran de él, fue el doctor Rafael Caldera. El máximo mandamás socialcristiano no perdía entonces la esperanza de ser en un futuro el candidato que unificaría las aspiraciones de AD y COPEI en un solo propósito de obcecada dependencia a poder de Estado Unidos. Un día llegó a increpar a Luis Herrera, a Rodolfo José Cárdenas y a Edecio La Riva Araujo con estas palabras: “Ese señor se merece que lo respetemos y que además le tengamos todo el agradecimiento de que somos capaces; porque si él no fuera tan pendejo como se dice, ustedes no serían lo que hoy son”.

Leoni, Raúl: Entre 64 al 69 fueron asesinados unos tres centenares de militantes del PCV, y el MIR y simpatizantes de Izquierda. Hubo además ciento cincuenta desaparecidos y torturados en la DIGEPOL y el SIFA, y en sus teatros de operaciones de Cachipo, Yumare, Cocollar, Copahuaico, La Pica, entre otros.

Leoni, Raúl: Llegó a ser Masón en grado 33. Murió en Nueva York el 5 de julio de 1972.



[1] Fotocopia de este documento en “El Gentilicio Enfermo” de Silvio Ruiz; Ediciones Garrido, pag. 85, Caracas, 1971.

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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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