Hasta la izquierda que nos acompaña en nuestra revolución, está cayendo en esa trampa, con eso de emitir opiniones, descalificando a las autoridades nacionales, específicamente en la figura de la persona de Nicolás Maduro, con respecto a la entrega del Director de ANNCOL, ciudadano Joaquín Becerra. Veamos el ¿por qué?
Nicolás Maduro, no anda en negocios turbios, todas sus acciones son transparentes. Cualidad digna que lo hace flanco directo de la ultra derecha. Muchos han comentado que el Canciller, es el delfín mayor del Presidente Chávez. Con todo su respeto mi Canciller, eso lo hace objeto de envidia.
Todos los miembros del Gobierno guardan silencio. ¿Dónde está el pronunciamiento de las autoridades competentes? Si un sujeto es requerido por la “Interpol” ¿Por qué lo dejaron salir de Suecia? Si en el Aeropuerto Internacional de ese País, también existen miembros de la Interpol, donde aprehenden a cualquier ciudadano con “código rojo”; sino que sólo se limitaron en llamar al Presidente Santos, para informarle que Becerra iba con destino a Venezuela. Y Santos se comunicó con Chávez, para que lo aprehendieran en territorio Venezolano. Se ve clarito, que es una operación montada por la CIA, una trampa del Imperio, para poner en tela de juicio al Gobierno Revolucionario y Socialista, pero profundamente democrático. El resultado es claro, si Venezuela no cumple con la petición del código rojo, queda ante la luz del mundo, que nuestro Gobierno es colaborador del terrorismo y protector de la Guerrilla Colombiana.
Sin duda es una trampa SantObama, para horadar la imagen de nuestro Presidente Chávez, en víspera de su reelección este próximo año 2012. Creo, que ahora los ni-ni se están dando cuenta, que en nuestro país sí hay Democracia directa y Socialista, y no una tiranía comunista, como lo han tratado de labrar internacionalmente.
Que no se cumplió con las formalidades internacionales, es otro detalle que el Gobierno debe explicar. Que la omisión acarrea responsabilidad directa, porque hay evidente violación de derechos de libre tránsito. Existe una contraposición que prevalece en lo supra nacional, la cual se traduce en una solicitud internacional suscrita por acuerdos internacionales.
Estoy dándole vueltas a este asunto, para no caer en el desprecio de los demás, sino para que sirva de reflexión, recordemos la frase: “Inventamos o erramos”, no está inscrita para retóricas populistas, hay que llenarla de vida, he ahí el dilema revolucionario.
Que el Canciller pifió y no admite su error. Eso es precisamente lo que quiere la oposición y la izquierda nuestra no debe hacer la del tonto útil. Sí pero engañó al Presidente, cuando le dijo que todo estaba listo para extraditar al señor Becerra. Considero que no hubo tal extradición. ¿Quién lo aprehende y dónde? La autoridad del Aeropuerto y dentro del mismo, apenas se bajó del avión. En ese momento la autoridad estaba cumpliendo con un exhorto de la Interpol, y claro la autoridad internacional es el Canciller, es a él quien le corresponde remitirlo al país que emitió el código rojo.
Recuerden que el código rojo, es un mandato de ejecución, que se limita en “aprehender y remitir” Si en el momento de la aprehensión, hay flagrancia por la comisión de delitos penales, ya el caso pasa a jurisdicción venezolana y es enjuiciado por la justicia ordinaria bajo el precepto del debido proceso, toda vez que el juicio prevalece sobre el código rojo. Una vez condenado, se remite al país requerido (emisor del código rojo) con la sentencia penal anexa. Ese señor, es un simple turista, que no logró sellar el pasaporte en el Aeropuerto. Con más razón, sin retardos burocráticos se procede a la remisión al país solicitante. Entiendan eso. El Derecho Penal Internacional, es claro y explícito.
Me gustaría ahondar más en el tema, para enriquecer y elevar el discurso del debate. Políticamente salir del Canciller, es una derrota para nuestra revolución. Además, si fuere el caso, que Nicolás Maduro, cometió un error. ¿Cuántos casos positivos ha resuelto en representación del Gobierno y en beneficio del Pueblo? Estamos cayendo en la perversa competencia del capitalismo, como lo es descalificar a los funcionarios, sin importar que en su balanza profesional, tenga en su haber 1000 casos positivos resueltos y por uno que se la haya colocado en la otra parte de la balanza, procedamos a juzgarlo de mal funcionario. El pueblo entero, incluyendo a la base de la oposición, tiene que darle un agigantado respaldo de confianza a Nicolás Maduro. ¡Ah!, mi Canciller, no me lo agradezca. Tú te lo mereces. Hasta la próxima.
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