Hace poco el Banco Central de Venezuela anunció que el país había dejado atrás la recesión, ya que en los primeros meses creció algo más del 4% del PIB. Éste indicador, se ciñe a medir el “crecimiento” económico de un país en relación a la producción de bienes y servicios.
Ante todo, la continuidad de la medición del crecimiento de nuestra economía a través del mencionado indicador resulta de pleno contradictoria con el concepto de revolución socialista, ya que se trata de un mecanismo inherente al sistema capitalista. De ahí que varias veces el mismo presidente ha expresado la necesidad de utilizar un método que no refleje abstracciones de la economía de mercado, sino crecimiento tangible, bienestar social palpable.
El ampliamente conocido y citado economista Joseph Stiglitz (Ganador del Premio Nóbel de Economía en 2001) ha explicado suficientemente lo fallido que resulta la medición del crecimiento económico utilizando la escala del PIB, en efecto ha indicado que “sólo compensa a los gobiernos que aumentan la producción material. […]. No mide adecuadamente los cambios que afectan al bienestar, ni permite comparar correctamente el bienestar de diferentes países'[…] no toma en cuenta la degradación del medio ambiente ni la desaparición de los recursos naturales a la hora de cuantificar el crecimiento. […] esto es particularmente verdadero en Estados Unidos, donde el PIB ha aumentado más, pero en realidad gran número de personas no tienen la impresión de vivir mejor porque sufren la caída de sus ingreso”.
Otro ejemplo que demuestra apodícticamente que la declaración de Stigltz es irrefutable lo constituye el contínuo crecimiento del PBI en el Perú;¿tal crecimiento se ha traducido en bienestar para su población?, evidentemente que no, ya que Perú se encuentra en una situación francamente depauperada.
Consecuentes con nosotros mismos, con nuestro pensar cambiante y no reformista debemos exigir que no se nos trate de engañar más con esto del crecimiento del PBI, utilizar una nueva metodología que permita medir verdaderamente el bienestar social, y denunciar todas las lacras que hacen que en este momento haya muchos compatriotas descontentos, lacras como el acaparamiento, la especulación desenfrenada y descontrolada (a veces de aumentos de más del 100%) y el burocratismo.
Para finalizar, el gobierno revolucionario debe entender antes de que sea demasiado tarde que el connacional quiere en realidad vivir viviendo, construír el socialismo venezolano de forma agradable, que los números no nos dicen nada si las instituciones no funcionan, que los comerciantes hacen lo que quieren con los precios a pesar de las ingentes denuncias, que necesitamos redes de farmacias propias y control de precios entre otras cosas.
*Abog. MgSc.
@jomigovi
