¿Que le pasa Presidente? ¿se va a dejar ponchar?. Con el récord de jonrones que tiene en su carrera contra lanzadores de equipos de afuera ¿va a permitir que lo ponchen unos lanzadores “criollos” que también juegan para esos equipos?.
El público está defraudado al ver que ya le han metido dos strikes consecutivos en su turno al bate y usted ni siquiera ha “abanicado” y ya empieza a impacientarse e incluso muchos quieren que se les devuelva el valor de la entrada que adquirieron para verlo dar un tremendo jonrón que corone su carrera, porque ya comienzan a sospechar que el juego está “arreglado”.
El primer strike se lo metieron en diciembre de 2003 cuando se produjo la devaluación del bolívar de 1600 a 1920 por cada dólar, a pesar de que la situación económica del país marcaba un claro repunte después de superado el naufragio en la “Fosa de Cariaco” a que nos llevó la irresponsable actitud de la ¡y que oposición! desquiciada y que usted mismo proclamaba como un logro de su Gobierno.
El segundo strike acaban de metérselo en un “madrugonazo” mientras usted se encontraba en las nubes, volando entre Uruguay y la India, al devaluar nuevamente el bolívar de 1920 a 2150 por cada dólar.
En ambos casos la medida de la devaluación, al contrario de lo que se hace en cualquier país, fue anunciada anticipadamente provocando un doble daño a la inmensa mayoría de la población que sufrió los efectos especulativos de empresarios inescrupulosos desde el mismo momento del anuncio, y luego cuando se hizo efectiva, sin que hubiera ningún tipo de control sobre sus actividades. En el segundo caso, el anuncio “oficial” lo hizo nada menos que desde Nueva York, el Ministro de Finanzas, el mismo que le metió el primer strike, y el mismo que elaboró el Presupuesto Nacional 2005 basado en una subestimación de los ingresos al considerar el precio de venta del petróleo en 23 dólares por barril y una sobreestimación de los egresos para crear un déficit inexistente que generara un endeudamiento y justificara la devaluación. Usted mismo anunció en su programa dominical que, conforme a todas las predicciones, ya cumplidas, el precio del barril de petróleo estaría por encima de los 36 dólares.
A todas estas, Presidente, ninguna voz autorizada de su Gobierno ha sido capaz de explicar las razones que justifiquen esta inexplicable medida que contradice totalmente su discurso optimista que proclama los logros del proceso. En cambio, se oyen voces de Venezolanos preocupados y preparados que con argumentos sólidos e irrebatibles preconizan la revaluación del bolívar, pero dichas voces no son escuchadas por las instancias que, en definitiva, son las que deciden sobre esta materia. ¿Y entonces, Presidente? ¿No merecemos los venezolanos una explicación o es que sus palabras tienen el mismo valor que la de los presidentes de la IV-R?
Presidente: el público que llena el estadio y que hasta ahora lo ha acompañado con fe de fanáticos está a la expectativa de su reacción. Si decide aceptar la decisión del árbitro de que la bola que le pasaron, con piconazo antes de llegar a Home es strike, no le queda más remedio que batear un jonrón, de lo contrario abandonará el estadio y si no le devuelven su dinero no volverá a comprar entradas para el próximo juego en el que usted participe, con lo cual podrá olvidarse de ingresar al “Hall de la Fama”. Usted tiene el bate en la mano. Sepa utilizarlo.